Tyler Drumheller, ex miembro de la CIA, hizo la revelación al programa 60 Minutes
Antes del ataque, Bush sabía que Irak no tenía armas de destrucción masiva
La Casa Blanca no consideró el reporte; ''la política hacia aquel país ya había sido tomada'', agregó
La información provino del ex ministro de Exteriores, Naji Sabri, quien era un doble agente, aseguró
Ampliar la imagen Una mujer llora durante el acto en el Campo Lejeune, Carolina del Norte, en memoria de los marines que murieron en las operaciones militares en Irak, y que pertenecían a la segunda división Foto: Ap
Washington, 22 de abril. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) advirtió al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, antes de la guerra de Irak, que tenía información confiable de que el gobierno del derrocado presidente iraquí, Saddam Hussein, no tenía armas de destrucción masiva, reveló un agente retirado de la agencia. El ex agente, Tyler Drumheller, dijo que altos funcionarios de la Casa Blanca desestimaron la advertencia con el argumento de que la política hacia Irak ya había sido establecida.
La revelación, hecha al programa 60 Minutes que se transmitirá este domingo, es la más reciente acusación en el sentido de que el gobierno de Bush utilizó selectivamente el espionaje para justificar la invasión a Irak y el derrocamiento de Hussein.
Washington afirmó antes de la guerra que Bagdad tenía arsenales de armas químicas y biológicas, que estaba trabajando para construir un arsenal nuclear, y por lo tanto, era una amenaza para el mundo.
Cuando no se encontraron los supuestos arsenales, Bush y su gobierno atribuyeron el fiasco a la "inteligencia defectuosa".
Drumheller insistió en que Bush fue explícitamente advertido de que no se encontrarían armas de destrucción masiva en Irak, mucho antes de que fuese dada la orden de invasión.
La certeza de que las armas no existían provino, según Drumheller, del ex ministro de Exteriores de Irak, Naji Sabri, quien trabajó como doble agente encubierto para los servicios occidentales. El entonces director de la CIA, George Tenet, envió su reporte a Bush, al vice presidente Dick Cheney y a otros altos funcionarios, pero la información fue descartada.
"El grupo que estuvo lidiando con la preparación para la guerra en Irak dijo que ya no estaban interesados", recordó el ex agente. "Y dijimos '¿bueno, qué pasa con la inteligencia?' Y ellos respondieron 'Bueno, ya no se trata de inteligencia, sino de un cambio de régimen'".
Drumheller afirmó que la Casa Blanca no quiso información adicional porque, señaló: "La política había quedado establecida. La guerra en Irak era inminente y ellos buscaban información que justificara esa política", continuó.
La CIA se negó a hacer comentarios sobre estas declaraciones.
Drumheller admitió que no había otras fuentes que respaldaran la información de Sabri, pero destacó que el gobierno no descarta datos que provengan de una sola fuente, si éstos se ajustan a sus objetivos políticos.
Despiden a filtradora de información
Por otro lado, una veterana empleada de la CIA, fue despedida por ceder información confidencial sobre las cárceles secretas a la periodista Dana Priest, ganadora del premio Pulitzer, quien trabaja para el diario The Washington Post, que hizo esta denuncia.
El director de la CIA, Porter Gross, anunció en febrero ante la Comisión de Inteligencia del Senado que haría uso de todo su poder para combatir fugas de información en su organización y amenazó a los periodistas con obligarlos a revelar sus fuentes ante los tribunales.
La portavoz de la CIA, Michelle Neff, afirmó a CNN que la analista de la CIA reveló intencional y premeditadamente informaciones secretas a periodistas. Agregó que la mujer fue sometida a pruebas con detector de mentiras y así confesó sus encuentros con ellos.
La televisora NBC identificó a la trabajadora de la CIA como Mary McCarthy, quien trabajó en la agencia desde 1984, con una pausa durante la cual fungió como asistente del presidente William Clinton.