Crecientes demandas en el cuerpo de oficiales de EU para que renuncie Rumsfeld
En breve, cambios para "refrescar" el gabinete de Bush, anuncia la Casa Blanca
Exige The New York Times a AT&T dejar la complicidad con el gobierno en las escuchas
Washington, 17 de abril. En medio de las crecientes demandas para que renuncie el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, la Casa Blanca anunció este lunes que el presidente George W. Bush se apresta a realizar cambios en su gabinete.
El anuncio sigue al reciente alejamiento de Andrew Card a la cabeza del gabinete y a la nominación de Joshua Bolten en su remplazo.
Durante una reunión este lunes "Josh indicó que llegó el momento de refrescar y redinamizar el equipo", declaró el vocero, Scott McClellan, sin dar nombres de quiénes serían sustituidos.
La única pista que dio McClellan fue recordar que el puesto de Bolten en asuntos presupuestales estaba vacante. "Pronto habrá un anuncio sobre ese tema, y se esperan otros en breve", afirmó.
Además, estos cambios se dan en el contexto de las demandas expresadas en los últimos días por varios generales que piden que Rumsfeld dimita a su cargo por los errores cometidos en Irak.
Es "sorprendente" lo "profunda y ampliamente extendida que es la aversión contra Rumsfeld en el cuerpo estadunidense de oficiales", escribió el periodista y experto militar Fred Kaplan.
Los generales críticos "hablan por muchos" en las fuerzas armadas, escribió también el ex embajador estadunidense ante la Organización de Naciones Unidas, Richard Holbrooke, en el Washington Post. Debido a su escepticismo frente a Rumsfeld, muchos oficiales evalúan su retiro, indicó.
Según el teniente general Greg Newbold -quien ayudó a preparar la guerra de Irak en el Estado Mayor- después de la desastrosa guerra de Vietnam, muchos generales decidieron que nunca más le dirían a los políticos lo que querían escuchar ni pintarían de rosa la realidad. "Sin embargo, ahora volvió a pasar".
En 2002, muy pocos, como el entonces jefe del Estado Mayor del ejército, Eric Shinseki, expresaron fuertes dudas sobre los planes de guerra de Rumsfeld. En ese tiempo, el general fue públicamente vilipendiado y apartado de manera grosera por el entonces subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, segundo de Rumsfeld.
Más grave para Bush es que la crítica de los generales no apunta a la cuestión de la guerra propiamente tal, sino a las estrategias e inteligencia de los encargados del conflicto y la política de ocupación. Los medios críticos en Estados Unidos citan gozosos el lapsus de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien declaró el 31 de marzo pasado en Londres sobre los "miles de errores tácticos" en Irak.
Rumsfeld es nuevamente acusado de haber ignorado de manera "obstinada" y "déspota" las advertencias de altos militares. Porque siempre hubo dudas de que tras la caída de Saddam Hussein las tropas estadunidenses fueran suficientes para la ocupación y control de Irak.
No obstante, el vocero McClellan afirmó hoy que el apoyo de Bush a Rumsfeld es compartido por altos oficiales retirados.
Por otro lado, el gigante de las comunicaciones AT&T debe poner fin a su complicidad con el programa de espionaje doméstico impulsado por Bush, exigió hoy el diario The New York Times.
En un editorial, el influyente rotativo instó a la compañía "a actuar de manera transparente y detener inmediatamente" su participación en la escucha de llamadas telefónicas, hecho que fue denunciado por un ex empleado de la empresa.
El escándalo de espionaje telefónico lo desató el año pasado el mismo periódico, al revelar que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) supervisó llamadas telefónicas y correos electrónicos de miles de personas en Estados Unidos.