Usted está aquí: sábado 15 de abril de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Presencia internacional de grandes empresas mexicanas

Brillan por su ausencia la inversión interna y la generación de empleos

Poco candidato

Las rebanadas del pastel:

Ampliar la imagen Carlos Slim, dueño de Telmex y América Móvil Foto: Marco Peláez

AMOS Y SEÑORES de buena parte de la actividad económica de México, los barones autóctonos más renombrados de la industria, los servicios y el dinero -trilogía que en no pocos casos consolidan en un solo grupo- le han agarrado cariño al shoping latinoamericano, para lo cual han dedicado tiempo y recursos -la rebanada gruesa obtenida internamente- para ampliar sus negocios e influencia regionales.

MUCHOS DE ELLOS promotores y firmantes del llamado Pacto de Chapultepec (uno de sus objetivos es la inversión interna y la generación de empleo en el país), tales barones no dejan de escuchar el grato tintineo de sus cajas registradoras, producto de sus cada vez más elevadas ventas en los distintos países latinoamericanos en los que se han instalado.

EL SHOPING DE los barones, idéntico al de las trasnacionales estadunidenses y españolas que hoy dominan la otra parte del escenario económico mexicano, les ha funcionado de maravilla, a grado tal que 18 empresas mexicanas han ido ampliando su red de negocios e intereses -económicos y políticos- en la región hasta alcanzar, en 2005, ventas -el referido tintineo- por poco más de 74 mil millones de dólares, algo así como 10 por ciento del producto interno bruto de su país de origen, de acuerdo con las cifras presentadas en el más reciente reporte de la Cepal sobre inversión extranjera en América Latina a lo largo del año citado.

SE TRATA DE las llamadas translatinas, una suerte de trasnacionales regionales con elevado y creciente peso e influencia política y económica. En 2004 la Cepal enlistó a 12 grandes consorcios mexicanos como parte de las 25 translatinas más importantes. Un años después, el registro creció a 18, aunque es notoria la ausencia de Televisa y Grupo Modelo. A cambio, lograron colarse corporativos como DESC, Grupo México (que todavía no puede desenterrar los cuerpos de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos casi dos meses atrás), IMSA y Grupo Posadas, entre otros.

ESAS 18 TRANSLATINAS de origen mexicano reportaron ventas por poco más de 74 mil millones de dólares, pero como sucede en casa, la mayor tajada de ese monto se queda en una sola chequera, la de Carlos Slim, cuyas empresas -Telmex y América Móvil- acapararon una tercera parte del pastel, equivalente a 24 mil 529 millones de dólares. Las rebanadas de Femsa y Cemex superaron los 8 mil millones de billetes verdes, cada una, y la de Alfa -quinta posición- 5 mil 275 millones.

LA MAYORIA DE las 18 translatinas mexicanas concentran sus operaciones internacionales en América Latina y América del Norte. Ocho tienen operaciones en la Unión Europea. Solamente una (Cemex) tiene operaciones en Asia, aunque Gruma está en proceso de iniciar actividades en esa región.

LA CEPAL LO explica así: las renovadas condiciones económicas y la nueva competencia de empresas trasnacionales en el mercado interno obligaron a las firmas mexicanas a redefinir sus estrategias corporativas, sobre todo cuando entró en vigor el TLCAN. Con la crisis financiera de 1994 las urgencias aumentaron. De este modo, las empresas mexicanas debieron modificar sus posturas defensivas y repensar seriamente sus estrategias corporativas para adaptarse a las nuevas condiciones.

ASI, PRACTICAMENTE DE una presencia inexistente, las empresas mexicanas comenzaron a invertir fuera del país, primero de forma tímida y luego "con gran entusiasmo". Para ello contaron con gran cantidad de financiamiento, tanto de fuentes locales como internacionales. Este impulso de las inversiones en el exterior se concentró en Estados Unidos y Centroamérica y, en algunos casos, se extendió a América del Sur y otras regiones más alejadas como Europa y Asia.

DADO QUE SEGUN los procedimientos de la balanza de pagos de México no es obligatorio registrar las inversiones directas en el exterior, las estadísticas no parecen reflejar adecuadamente la dimensión y trayectoria de estos flujos de capital. Sin embargo, incluso con la información disponible, México registra un acervo significativo de inversión directa en el exterior y un auge muy importante ocurrido en los primeros años del siglo XXI.

EN LO QUE respecta a su proceso de internacionalización, estas compañías pueden clasificarse en cuatro grupos: Cemex es la única empresa trasnacional con sede en México que puede considerarse importante en el ámbito global, dados el porcentaje de sus ventas generadas fuera del país y el grado de cobertura geográfica que han logrado sus operaciones; las empresas con internacionalización avanzada son aquellas con más de 50 por ciento de las ventas o el empleo fuera de México), por ejemplo América Móvil, Gruma y el Grupo Alfa; aquellas con más de 25 pero menos de 50 por ciento, como Coca Cola FEMSA, IMSA, Bimbo, Telmex y Mabe; y compañías con internacionalización limitada (menos de 25 por ciento), que incluye a otras nueve compañías, entre ellas Posadas, ICA, Vitro y Elektra.

CASI LA MITAD de estas empresas producen manufacturas basadas en recursos naturales, por ejemplo cemento, vidrio, alimentos y bebidas, petroquímica, etcétera. En general, la extensión internacional de estas translatinas se ha concretado mediante la compra de activos existentes y no con inversiones nuevas. Estas empresas mexicanas internacionalizadas claramente han superado las estrategias defensivas que emplearon para sobrevivir los primeros años después del cambio de modelo económico. Actualmente han adoptado agresivas estrategias de internacionalización (América Móvil, Cemex, Bimbo) y, por consiguiente, un grupo pequeño de compañías mexicanas grandes ha consolidado su presencia en los mercados internacionales.

¿Y LA INVERSION interna, con generación de empleo? Bien, gracias.

EL ENCARGADO DE negocios de la embajada venezolana en México, Néstor González, sostiene que Felipe Calderón "es un mentiroso y parece más candidato a la Presidencia de Venezuela que a la de México", pues en esta semana descalificó en tres ocasiones al gobierno de Hugo Chávez. Totalmente de acuerdo: el Jelipollas es embustero, aunque en realidad parece "candidato" al gobierno del Distrito Federal.

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