Usted está aquí: martes 11 de abril de 2006 Ciencias Hallazgo de fósil arroja nuevos datos sobre adaptación a la vida terrestre

Vivió hace unos 383 millones de años, cuando el clima era entre subtropical y tropical

Hallazgo de fósil arroja nuevos datos sobre adaptación a la vida terrestre

Las aletas pectorales del animal primitivo, denominado Tiktaalik roseae, poseían algunas características similares a las extremidades de organismos de suelo firme, señalan

DPA

Ampliar la imagen Esta fotografía muestra un modelo realizado por Tyler Keillor del ancestral pez que existió al norte del círculo ártico, donde se encontraron los fósiles de su especie, la Tiktaalik roseae Foto: Reuters

Londres, 10 de abril. Un nuevo hallazgo de fósiles documenta un paso decisivo en la adaptación de los animales de la vida acuática a la terrestre.

Las aletas pectorales del animal primitivo denominado Tiktaalik roseae poseían algunas características similares a las de las extremidades de organismos terrestres que aparecieron posteriormente en la evolución, indicaron Neil Shubin y colegas de la Universidad de Chicago, Illinois, en la revista científica británica Nature (volumen 440, páginas 757 y 764).

También el cráneo y partes del esqueleto recuerdan a los animales vertebrados terrestres, a pesar de que el Tiktaalik vivía principalmente en el agua y su cuerpo estaba cubierto de escamas.

La aparición de los animales vertebrados terrestres es uno de los pasos más significativos de la evolución, que ocurrió a lo largo de varios millones de años. Fueron necesarias numerosas "reformas" antes de que los primeros vertebrados pudieran sobrevivir en suelo firme.

Los hallazgos de fósiles del periodo en el que ocurrió ese paso de la vida acuática a la terrestre son raros, de manera tal que los científicos sólo tienen una idea parcial de cómo ocurrió la transformación.

Al norte del Círculo Polar Artico, en el territorio canadiense de Nunavut, el equipo de Shubin halló en 2004 varios ejemplares bien conservados de este organismo de transición. El Tiktaalik roseae vivió hace unos 383 millones de años, cuando el clima era entre subtropical y tropical. El cuerpo de este animal de rapiña era achatado y su cráneo recuerda al de un cocodrilo.

La aleta pectoral del animal estaba formada por estructuras óseas y articulaciones, que permitían movimientos de flexión y extensión.

Aletas como las de los peces

Los dedos de las patas delanteras, como los que tienen los vertebrados terrestres actuales, aún no existían. En cambio las aletas eran como las de los peces; se presume que con ellas el animal podía alzar el cuerpo.

También la nuca era móvil y toda la parte delantera del cuerpo se podía doblar hacia arriba. Las costillas estaban agrandadas, posiblemente para poder soportar mejor el peso del cuerpo fuera del agua.

Asimismo, la anatomía del aparato respiratorio y auditivo proporciona indicios sobre un desarrollo hacia los animales terrestres.

Todas estas estructuras permitían al tiktaalik vivir en aguas poco profundas, y tal vez hasta abandonar temporalmente el medio acuático.

Tiktaalik es una palabra del Inuktitut, el lenguaje tradicional en Nunavut, y significa un pez grande de aguas poco profundas.

El hallazgo de estos fósiles amplió considerablemente los conocimientos sobre la evolución de los peces a los animales vertebrados terrestres, indicaron Per Erik Ahlberg, de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y Jennifer Clarck, de la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña, en un comentario en Nature.

 
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