El próximo presidente deberá mantener la estabilidad y disciplina
Conservadores pero realistas, los criterios de política económica: CEESP
Los criterios de política económica para 2007, elaborados por la Presidencia de la República, son conservadores pero realistas, lo que significa que el próximo presidente de México tendrá que mantener la estabilidad económica y la disciplina fiscal, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En coincidencia con la Secretaría de Hacienda, destacó que ''no hay que temerle a la política'' y consideró que una política coherente y orientada a elevar el bienestar general deberá comenzar por plantear una reforma fiscal para reducir el gasto excesivo, elevar ingresos y eliminar la dependencia de las finanzas públicas del petróleo.
En su análisis económico semanal el órgano del Consejo Coordinador Empresarial destacó que los criterios de política económica propuestos por el Ejecutivo para 2007 ''son conservadores, aunque realistas, lo que significa que el próximo presidente tendrá que mantener la estabilidad económica y la disciplina fiscal que establece la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria''.
Desde el punto de vista de los inversionistas, precisó el CEESP, la propuesta de que la próxima administración mantenga la misma política económica da certidumbre a los mercados.
''Más allá de las descalificaciones, se trata de un esfuerzo del gobierno por heredar coherencia a la democracia, aunque la propuesta ya ha sido calificada por algunos como excesivamente conservadora, aprestándose, como en otros años, a manipular el dato de crecimiento, el precio del petróleo, las tasas de interés y el tipo de cambio''.
El organismo consideró ''por demás prudentes'' declaraciones de funcionarios de Hacienda en sentido de que ''no hay que temerle a la política'' ante el clima que prevalece en el país por las encuestas dadas a conocer la semana pasada, y que señalan al factor político como un riesgo.
Se sumó a la opinión de Hacienda y destacó que antes de revisar las premisas para 2007, una política coherente, con visión de Estado, estrategia de largo plazo y orientada a elevar el bienestar de todos, deberá empezar por plantear una reforma fiscal para reducir el gasto excesivo, elevar ingresos y con ello eliminar la dependencia de las finanzas públicas de los ingresos petroleros, así como dar viabilidad al creciente pago de pensiones e impulsar el crecimiento.
''Todo lo demás bordará sobre el mismo pleito de siempre por algunos millones de excedentes, o algunos otros inventados gracias a una pluma visionaria, lo que conllevaría a elevados riesgos''.
Las proyecciones para el próximo año establecen un crecimiento del PIB de 3.7 por ciento e inflación de 3 por ciento.