A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

El plebiscito de todos los días

MIENTRAS LOS SOLTADORES de nuestro sistema plural de partidos buscan un lazarillo que guíe a los tres candidatos por el laberinto de las encuestas, al otro lado del Bravo marchan nuestros migrantes y reclaman sus derechos, individuales, civiles, de ciudadanos. Las comisiones del Senado aprobaron la iniciativa bipartidista y el Macabeo abajeño festinó una victoria de sus cinco años en pos del "acuerdo migratorio". Oportunista lo llamaron los paisanos de allá de aquel lado. Y remprenden su larga marcha en espera de que vuelvan a sesionar en el Capitolio. No son los muros que levanta George W. Bush. Son los de la inequidad que fractura a nuestra nación, constituida por la voluntad de ser, por la autodeterminación. Para no lanzarles al rostro la imagen de Juárez, hablemos de la autodeterminación que, en términos de Renan, es "resultado del plebiscito de todos los días."

NUESTRO PUEBLO NOMADA decidió emigrar porque nuestras clases gobernantes no han sido capaces de cumplir, de ofrecerles salud, educación, empleo, oportunidades iguales. La despedida del priato tardío puso punto final a la disputa entre la democracia electoral y la democracia real. Hoy, hoy, hoy, se hizo eco bajo el letrero de la advertencia dantesca: Abandonad toda esperanza... No hubo portento milenario. La nuestra fue alternancia y no revolución. Los polkos bailaban al son de la apertura años antes de que el presidencialismo ilustrado expropiara la banca privada y diera paso al segundo relevo generacional con sello de garantía para la persistencia del antiguo régimen. Y para colmo, López Portillo no se dio cuenta de que acababa de escriturarle el futuro del sistema político mexicano a los del consejo de seguridad que mascullaban maldiciones en el sótano de la Casa Blanca.

LOS BANQUEROS EXPROPIADOS murmuraron, hablaron de no obedecer. Ya habría tiempo para volver sin arriesgar; para ser el Tío Carlos, para acompañar a los reformistas en la transición al libre mercado y, finalmente, al sufragio efectivo y la alternancia... en el Poder Ejecutivo. De la propuesta win-win de Carlos Salinas a dar vueltas a la noria para volver a la suma cero. Siempre bajo la bandera del miedo. Los magos de la macroeconomía, del flujo irrestricto de capitales, habían encontrado el método maravilloso para limitar el pensamiento, el valor, la libertad de hacer y de rechazar el dejar pasar a nombre de la estabilidad macroeconómica. Si un arma eficaz tuvieron los del cesarismo sexenal, fue el pregonar la estabilidad y condenar lo que llamaron "disolución social". Hoy, hoy, hoy, la estabilidad es macro y su armadura impenetrable es la disciplina fiscal, el déficit cero.

NEGAR LA GLOBALIDAD equivale a negar la ley de gravedad. Se puede volar y por eso es factor clave el miedo. Hoy Vicente Fox predica el orden y condena lo que llama populismo. Sentarse en la silla presidencial, subir la atalaya, ejercer el poder, cambió el discurso, usos y costumbres del diputado panista y admirador del Maquío que se puso orejas de burro de papel para burlarse de Carlos Salinas; del gerente de la Coca-Cola que vistieron de ranchero para hacer una formidable campaña electoral en la que enfrentó y derrotó a "la dictadura perfecta": vamos a crecer al 7 por ciento anual; voy a resolver lo de Chiapas en 15 minutos; voy a acabar con la corrupción y con eso basta para acabar con la pobreza. Todo eso, además de empuñar el estandarte guadalupano y convocar a "hacer una revolución como la cristera."

HOY CONDENA A los que creen que se puede seguir otra ruta que la trazada por los de la nueva ortodoxia, más fondistas que el fondo, más globeros que la globalidad misma. Francisco Gil es inamovible, no hay terremoto capaz de hacerlo cambiar de rumbo, aflojar el duro yugo del déficit cero. No llegó con los de cara al sol con la camisa azul abierta. Ya estaba ahí cuando vino el vuelco. Paco Gil no reclama permanecer, le basta con aconsejar al futuro presidente que se ponga de rodillas y ruegue a los que hoy integran su equipo que permanezcan en la Secretaría de Hacienda. Tampoco llegó con el vuelco José Angel Gurría, el administrador de la crisis de Ernesto Zedillo, el llamado ángel de la dependencia, quien ante los candados que les impuso el priísmo, aseguraba que la generación de tecnócratas permanecería en el poder hasta bien entrado el siglo XXI. Y ahí están.

SECRETARIO DESIGNADO DE la OCDE, Gurría asegura que la reducción por etapas de la deuda externa: "nos permitió en el año 2000 tener un cambio de gobierno sin crisis". Y, entre redobles de tambor a lo dicho por Paco Gil, que Vicente Fox dejará a su sucesor "una plataforma envidiable", el ángel de la permanencia asegura que en 2006 México podrá tener un segundo cambio de gobierno sin crisis. ¿Quién dijo que hacía falta un sistema plural de partidos? Por lo visto, el único blindaje necesario para la transición a la democracia es la uniformidad ideológica, la permanencia de los cabales de la nueva ortodoxia. Es la economía, estúpido. Tantas vueltas y revueltas, tantos sustos y disgustos, por la lectura de las encuestas y los cambios de chaqueta de los tránsfugas. Fox es converso. Pero cuando despertó, la derecha ya estaba ahí. De cómo vino y cómo se irá la ultraderecha, de eso se trata lo del 2 de julio.

PARA NO ASUSTARSE con el bimbalete de las encuestas, para que los fieles de López Obrador no se vean ante enésimo complot, deberían solicitar la urgente intervención de José María Pérez Gay en el diseño estratégico para enfrentar la terca realidad. Pérez Gay es experto en el pensamiento de Europa central; lector de Valerio Marcu, el rumano autor del Enfasis en el poder, para quien la obsesión de Maquiavelo "con la mecánica pura del poder" lo convirtió en autor admirado y genio reconocido por tirios y troyanos. Mecanismos del poder, de la razón de Estado. Y si los timoratos la confunden con la tentación totalitaria, precisemos que es la máxima conforme a la cual actúa el Estado, la norma que rige su funcionamiento; el impulso que mueve a nuestros paisanos al otro lado del Bravo; la tenacidad de quienes militan y votan, fieles a la idea de partido, a la trama de intereses que los une.

ANTE LA INCERTIDUMBRE de los augures, el subibaja de las encuestas, la insolente certidumbre de los oligarcas y sus tenedores de libros, hay que aprender de Maquiavelo para enseñar a los de arriba, a los poderosos, a los ricos, a leer historia para aprender de ella. Y reconocer la fuerza de la intuición, "esa misteriosa potencia del azar en la historia tan intensamente analizada por Goethe.

ANDRES MANUEL LOPEZ Obrador, Felipe Calderón y Roberto Madrazo corren parejos en pos del voto popular, del mandato que convertirá a uno de ellos en titular del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión. El del PRD se acostumbró a la ventaja inicial, a la soledad de quien lleva la delantera. Fue durante meses, durante años, opositor exclusivo, interlocutor del presidente Fox. Marea el debate en las alturas. El del PAN saltó a los primeros planos al vencer al fallido delfín foxiano, al dejar en la cuneta a Santiago Creel; derrotó al secretario de Gobernación y al Presidente que lo designó y removió libremente del cargo de secretario de Energía: ondear bandera de opositor desde el interior del oficialismo: reverdeció la higuera de Felipillo santo. Madrazo consolidó la presencia del aparato priísta y conservó el voto duro en una victoria tras otra, pero siempre sujeto al ancla de la mala imagen, del lugar común que lo identifica con todos los males del sistema hegemónico, sin reconocerle una sola virtud. Y sin embargo se mueve y el PRI gana elecciones.

EL INFANTILISMO DEMOCRATICO, la viruela de la transparencia, llevó al formidable sistema plural de partidos, inscritos en la Constitución como entidades de interés público, al extremo de celebrar "elecciones internas abiertas a todo ciudadano con credencial de elector." Nada de limitarlas a los militantes, a quienes tomaron partido y forman el partido mismo. Plus ultra, dijeron los navegantes y polizones de la transición: en vez de elecciones internas, resolvamos quién será nuestro candidato por medio de una encuesta. Tal cual. Y se institucionalizó el cambio y recambio de chaqueta; el imperio de los tránsfugas, diría Felipe González mientras la democracia se sentaba a la mesa de la oligarquía.

LA PROPUESTA DE Carlos Slim, la convocatoria al acuerdo de Chapultepec, no expresa desencanto prematuro con la democracia electoral parida hace apenas nueve años. Pero es heterodoxia pura en lo que hace a la democracia representativa que dicta la norma constitucional. Los eligió su propia voluntad, sus buenas intenciones, su capacidad emprendedora y creadora, la acumulación de capital y de sapiencia, si se quiere. Pero ese no es el sistema democrático representativo que nos rige. Es el voto del pueblo, de la mayoría de los ciudadanos, el que elige a sus representantes. No hay oposición alguna en esta visión crítica del notable y loable empeño de Carlos Slim y sus compañeros en el acuerdo de Chapultepec.

PERO EL 2 de julio vamos a elegir presidente de la República y a nuestros representantes en el Congreso de la Unión. Si estos obedecen lo resuelto en las alturas, tanto da que sean los buenos proyectos de los dueños del dinero, o que se trate del denso afán de la televisión por erigirse en sala del juicio y tener de hinojos ante ella a los elegidos por el voto popular, la soberanía nacional residirá en otros y no habrá autodeterminación que es el plebiscito de todos los días.

LA ELECCION PRESIDENCIAL será contienda cerrada. Un voto más que los obtenidos por los contendientes basta para ser elegido legal y legítimamente. El resto es para la anécdota, para mencionar nombres y tratar de resolver el acertijo de conversos y apóstatas, de quienes desestiman el compromiso personal y desprecian el valor de las ideas.

EL RESTO ES para cuando se disuelva la polvareda de las candidaturas de representación proporcional. Hay en juego posiciones dignas y carreras meritorias. Con el cambio, la capacidad de dictar la agenda política pasó del Poder Ejecutivo al Congreso. Quien lo olvide se convertirá en estatua de sal. Hoy decide el Consejo Nacional del PRI. De hombres y nombres de los tres partidos será mejor hablar el próximo domingo. De Resurrección, por cierto.