Lidia Guerberof coordinó el catálogo
Libro con el acervo de partituras de la Basílica
Aunque el de la Basílica de Guadalupe es uno de los acervos musicales e históricos más grandes e importantes del continente americano, hasta hace no muchos años permanecía prácticamente en el olvido, lo que facilitó, en parte, la pérdida si no el saqueo de ciertos materiales, entre ellos unas misas escritas en náhuatl del siglo XVII.
Fue por ello que la organista y musicóloga Lidia Guerberof Hahn emprendió la tarea de ordenarlo, clasificarlo e inventariarlo, trabajo que requirió de una década y hoy rinde frutos con la edición y publicación del mismo en forma de catálogo, bajo el título Acervo musical: insigne y nacional Basílica de Santa María de Guadalupe.
En ese libro, que será presentado hoy a las 19 horas en la antigua Basílica de Guadalupe, se compendian partituras manuscritas e impresas, algunas ilustradas y otras con anotaciones, cuya antigüedad va desde el siglo XVIII hasta el XX.
Son cerca de 5 mil obras, en las que predomina la música sacra, pero también hay de origen profano, entre ellas el manuscrito de una pieza de Haydn que inclusive podría ser un original, aventura Guerberof.
Además del factor histórico, la riqueza de ese acervo consiste en que puede advertirse el desarrollo de la música en México, pues prácticamente incluye obra de los más importantes compositores nacionales, sobre todo de los siglos XVIII y XIX; en total suman 128, explica en entrevista la investigadora.
También pueden encontrarse no sólo originales, sino algunos incunables de los más importantes autores españoles del siglo XVIII, entre ellos José de Nebra y José de Torres.
Entre los aspectos anecdóticos del trabajo, que incluyó la digitalización de los documentos, Guerberof cuenta que una selección de las partituras más importantes se encontraba dentro de una caja de cartón en la bodega de la Basílica nueva, como ''preparada para salir".