De Villepin descarta su dimisión; dará la batalla por el CPE "hasta el final", afirma
Admite el premier francés que se precipitó al presentar la ley del contrato laboral
Ampliar la imagen Estudiantes franceses invaden la estación ferroviaria de Toulouse al protestar contra la ley de empleo para los jóvenes Foto: Ap
París, 6 de abril. El primer ministro de Francia, Dominique de Villepin, dijo hoy que dará la batalla "hasta el final", rechazando especulaciones de su dimisión a raíz de la crisis provocada por la ley de empleo juvenil que él impulsó y contra la que han protestado millones de franceses en las calles.
De Villepin admitió que hubo "malentendidos" derivados de su "actuación rápida" el presentar la ley, pero justificó que su intención era "lograr resultados" para solucionar el desempleo entre los menores de 26 años, que alcanza 25 por ciento.
La popularidad de De Villepin ha caído durante las semanas de protestas contra su Contrato de Primer Empleo (CPE), y el primer ministro también se ha debilitado al interior de la derecha en el gobierno, después que el presidente Jacques Chirac prometió cambios al CPE el viernes pasado.
Según el último sondeo de opinión, 72 por ciento de los franceses desaprueba la gestión de De Villepin.
El primer ministro declaró: "El presidente ha confiado en mí una misión. Liderar la batalla por los empleos, para responder a preocupaciones de nuestros compatriotas. Esta batalla la lideraré hasta el final".
Analistas han dicho que De Villepin fue hecho a un lado del CPE ya que legisladores de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), de Chirac, encabezan ahora las negociaciones con los sindicatos sobre posibles modificaciones, y se reunirían con líderes estudiantiles este jueves.
Entre ellos se encuentra el ministro del interior francés, Nicolas Sarkozy, principal rival de De Villepin en las elecciones presidenciales de 2007.
De Villepin dijo estar dispuesto a escuchar "sin tabúes ni condiciones" las propuestas que surgieran de las negociaciones, pero habló de la posibilidad de suspender el CPE como exigen los sindicatos.
El CPE, como lo planteó De Villepin, prevé un periodo de prueba de dos años durante el cual los patrones contratarían a menores de 26 años, y podrían despedirlos sin dar explicación. Chirac exigió que el periodo de prueba fuera de sólo un año, y que se obligue a los patrones a dar explicaciones en caso de despido.
El contrato se convirtió en ley el domingo, pero no puede aplicarse sin estas modificaciones. Los sindicatos, convencidos de que el CPE solamente hará más precario el empleo, exigen que la legislación sea derogada antes del día 15 de abril.
Ayer, agencias informativas consignaron el 17 de abril como fecha límite para derogar el CPE, y hoy se informó que el ultimátum vence el día 15, fecha que coincide con el comienzo de las vacaciones de Semana Santa. Esto refleja la preocupación de que las protestas pierdan fuerza.
"El primer ministro ha justificado nuevamente el CPE, pese a que nada es posible sin que se le dé un golpe definitivo", sostuvo el sindicato Fuerza Obrera, luego de las declaraciones de De Villepin.
Unas 50 universidades permanecen sin normalizar sus actividades en toda Francia, mientras los estudiantes continúan con las protestas. En París, jueves medio centenar de jóvenes invadió este las vías de la Estación del Este y el tráfico quedó paralizado por la mañana.