Según la iniciativa, el resto tendrá que regresar al país sin garantía de volver a EU
Podrían beneficiarse 5 millones de mexicanos con el plan de legalización
Actuaremos conforme a los intereses del pueblo estadunidense, subraya el embajador Antonio O. Garza
El diplomático espera un vivo y acalorado debate en Washington
El embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, advirtió -en torno al proceso legislativo para legalizar a indocumentados- que su gobierno "actuará conforme a los intereses que más convengan al pueblo estadunidense" y en la vía de avanzar hacia una nación más segura.
Luego del consenso en el Senado estadunidense que busca aprobar la legalización de cerca de 7 millones de migrantes (alrededor de 5 millones de ellos mexicanos), el diplomático dejó en claro que aquellos que no alcancen el beneficio aprobado por los legisladores -probar una estancia mayor a los cinco años- deberán abandonar ese país "sin tener ninguna garantía de que podrían regresar" y, advierte, deberán tomar un lugar en la fila de los migrantes que buscan ingresar de manera legal a Estados Unidos.
El embajador estadunidense acreditado en México admitió que en las próximas semanas habrá un "vivo y acalorado debate" en su país respecto a la discusión entre los senadores de los partidos Republicano y Demócrata.
Como se difundió ayer, la iniciativa que buscaba regularizar a 11 millones de inmigrantes fue derrotada para llevarla a una votación final, aunque avanzó el consenso alternativo para legalizar a 7 millones.
Al respecto, Garza considera que la propuesta significaría mejorar la seguridad fronteriza, regular el flujo de futuros migrantes hacia Estados Unidos y comenzar a abordar el destino legal de cerca de 11 millones de personas a las que el gobierno de Washington denomina "ilegales".
La representación diplomática encabezada por Antonio O. Garza aclara que aun cuando el Senado apruebe esta legislación, sólo se avanzaría en una parte del largo proceso para reformar las leyes en la materia.
Es decir, cualquier enmienda aprobada por el Senado tendrá que ser "conciliada" con los cambios aprobados anteriormente por la Cámara de Representantes y, enseguida, ser firmada por el presidente George W. Bush, como el camino para que se convierta en ley.
En un comunicado, Garza precisa que aquellos que tengan menos de cinco años de vivir en Estados Unidos tendrían que regresar a su país de origen y luego reingresar como trabajadores temporales, con la "opción potencial" de buscar posteriormente la ciudadanía.
Ninguna garantía de que retornarán
En cambio, los más afectados deberán abandonar Estados Unidos sin garantía alguna de regresar por la vía legal, esto es, tras obtener una visa.
La embajada destaca que da la bienvenida a los inmigrantes, pero su gobierno actuará de manera consistente con el deseo de los ciudadanos de vivir en una nación segura.
Como se ha difundido, el gobierno de Bush pretende reforzar las medidas de seguridad en la frontera con México e incluso se ha propuesto la construcción de nuevos muros, en el contexto de la lucha contra el terrorismo.