En Sinaloa, asistió al arranque de campaña de Francisco Labastida al Senado
Condena Madrazo a "trapecistas que cambian de circo si no salen a escena"
Niega que Emilio Chuayffet vaya a dejar el tricolor: "es un priísta calado", sostiene
Fustiga a quienes amagan cambiar de partido porque no alcanzaron una candidatura
Ampliar la imagen Roberto Madrazo Pintado, candidato a la Presidencia de la República de la Alianza por México, durante la reunión que sostuvo ayer con mujeres empresarias en Monterrey, Nuevo León Foto: Notimex / Jorge González
Ampliar la imagen Roberto Madrazo y su esposa Isabel de la Parra, durante la gira proselitista del candidato en Monterrey Foto: Notimex / Jorge González
Monterrey, NL, 6 de abril. El candidato presidencial de la Alianza por México, Roberto Madrazo Pintado, condenó a quienes han abandonado el tricolor para irse a otros partidos porque no alcanzaron una postulación al Congreso, y los calificó de "trapecistas o maromeros, que cambian de circo cuando no les toca salir a escena".
Molesto por el chantaje que pretenden hacer al tricolor quienes amagan con buscar espacios en otros partidos, advirtió: "a mí no me interesa un Partido Revolucionario Institucional del trampolín político, no me interesa un PRI de alguien que anda buscando trapecio para ver si no se coloca en una, se coloca en otra (candidatura)".
Por la tarde, el tabasqueño continuó su gira proselitista en Sinaloa, donde asistió al arranque de campaña del candidato a senador por la primera fórmula de esa entidad, Francisco Labastida Ochoa.
Ahí, al ser interrogado sobre la ventisca que levantó la renuncia de Emilio Chuayffet al cargo que le había asignado en el equipo de la campaña presidencial, Madrazo negó que el mexiquense se vaya a ir a otro partido. "Chuayffet es un priísta calado", aseguró.
En Culiacán se encontró con quien hace seis años era para él "un perfecto fracasado". Labastida, a su vez, recibió al pie del avión a quien en 2000 calificó de "Pinocho mentiroso", incapaz "de cumplir su palabra" y, hace apenas unos meses, un personaje que no le garantizaba el triunfo al PRI en las elecciones federales del 2 de julio.
"No te voy a echar mentiras, Roberto no era mi candidato, pero ganó la elección interna y vamos a apoyarlo. Al final del día lo que cuenta es que lleguemos unidos", comentó Francisco Labastida mientras esperaba el arribo de Madrazo en la cafetería del aeropuerto. El primer candidato presidencial del PRI en perder una elección estaba de buen humor, y ensayaba pasitos de baile cuando fue abordado por los reporteros.
-Se le ve contento -le dijeron.
En respuesta Labastida devolvió una sonrisa y, antes de invitar a la mesa a los comunicadores, dijo: "es que la música está a toda madre".
Cuando se le preguntó cómo piensa resolver las viejas rencillas con el actual abanderado del tricolor, a quien venció en la contienda interna hace seis años, Labastida respondió: "a esa página ya le di vuelta", y de inmediato recordó que en los estados en que ganó el tabasqueño en aquella contienda interna, él también ganó en la elección presidencial. "Roberto trabajó, me apoyó para que ganara en esos estados, eso tengo que reconocerlo", manifestó mientras perdía la sonrisa durante unos instantes.
Después salió a la pista de la terminal aérea para recibir al candidato presidencial. El saludo entre ambos fue cordial. Labastida caminó al lado de Madrazo siguiéndolo con la mirada, mientras el tabasqueño buscaba otra dirección, otro rostro.
Más tarde, en conferencia de prensa conjunta, Madrazo aseguró que Labastida hubiera sido "muchísimo" mejor presidente que Vicente Fox, y el sinaloense volvió a reconocer a Madrazo, que a pesar de haber perdido en la contienda interna hace seis años, no dejó de trabajar para que el PRI ganara la Presidencia en 2000.
Por la mañana, al presentar sus propuestas de gobierno ante unos 300 representantes del capítulo Nuevo León de la agrupación Sociedad en Movimiento, que aglutina a más de mil organizaciones empresariales, obreras y civiles del país, Madrazo fue cuestionado por uno de los asistentes sobre cómo lograría que se aprueben las llamadas "reformas estructurales", si no ha sido capaz ni de mantener unido al PRI.
Posteriormente, durante la conferencia de prensa, Madrazo expresó que Andrés Manuel López Obrador no es indestructible, y comentó que la elección del 2 de julio será de tres tercios, muy cerrada, pero él la ganará, por lo cual ya está preparándose para cuando su paisano saque la gente a las calles alegando que hubo fraude.
Acerca de la reunión que sostendrá el Consejo Político Nacional del PRI este sábado para aprobar las listas de candidatos por la vía plurinominal al Congreso, Madrazo señaló que espera que entre los consejeros y los aspirantes prevalezca el interés supremo del partido, "para ubicar que lo que nos estamos jugando el 2 de julio es el destino de México; pero hay que dejar las vanidades personales y los intereses de grupo, porque pertenecer a una organización debe ser un acto de convicción y no una ocurrencia para alcanzar un cargo público".
Agregó que son casi 5 mil los compañeros que buscaron una candidatura. "Yo les diría que no se acaba la vuelta en esta, que mientras tengan convicciones y principios se pueden tener oportunidades", y se puso como ejemplo de lealtad partidista: "Yo no estaría aquí si hace seis años no me quedo con mis principios y mis convicciones en el PRI; no gané la interna, tenía yo argumentos, (pero) no impugné porque quise que el PRI ganara; donde yo gané en el proceso interno del 99, en todos esos estados triunfó Francisco Labastida en las elecciones presidenciales".
Desmarque del neoliberalismo y oposición a la izquierda del pasado
A media tarde, Madrazo tenía previsto una reunión de género: "Mil mujeres con Roberto", en un lujoso salón del Club Industrial de San Pedro, el municipio de mayor ingreso per cápita del país. Cuando llegó, su esposa Isabel de la Parra ya había charlado con las asistentes sobre sus logros en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Tabasco, cuando el tabasqueño gobernó la entidad.
En realidad acudieron menos de 300. Muchas sillas quedaron apiladas o se desocuparon antes de que terminara su extensa exposición sobre ingresos petroleros, la Cuenca de Burgos y la profundidad de las reservas de gas natural del Golfo de México, entre otros temas.
Madrazo tuvo que virar su mensaje para centrarse en la economía doméstica y del país, los problemas sociales y el narcotráfico, y comenzó los ataques contra sus contrincantes. Se desmarcó del neoliberalismo que, aseguró, pretende seguir impulsando el candidato del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón. También dijo oponerse a la "izquierda del pasado" que, según él, representa López Obrador.
Ante las esposas de funcionarios, empresarios y acaudalados comerciantes regiomontanos, Madrazo cuestionó de López Obrador que "ahí anda este paisano, con todo y gallito (ironizó), proponiendo un proyecto de los años 70.
"Cuidado, López Obrador anda proponiendo quitarle a los ricos para darle a los pobres. ¡Quiere hacernos a todos pobres!, porque dice: 'primero los pobres', y uno dice: '¡sí lo que queremos es que no haya pobres, que no haya desigualdad'", finalizó Madrazo, provocando los aplausos de las asistentes que se quedaron hasta el final de su discurso.