La información será crucial para conocer las consecuencias del calentamiento del clima
Cryosat 2 determinará el ritmo al que se derrite el hielo de los polos
El satélite meteorológico europeo será lanzado en 2009 para una misión que durará tres años
Con avanzada tecnología, obtendrá imágenes milimétricas y mediciones más precisas a las actuales
Ampliar la imagen Momento en que se rompió una de las orillas del glaciar de Perito Moreno, en Patagonia, Argentina. Especialistas aseguran que si la tendencia hacia el calentamiento global continúa el nivel del mar aumentaría 6 metros Foto: Reuters
París, 4 de abril. El satélite europeo Cryosat 2, que saldrá al espacio en marzo de 2009, determinará por primera vez a qué ritmo se derrite el hielo de los polos, lo cual es vital para el conocimiento de las alteraciones que sufre el clima del planeta, dijo el director de la misión, Volker Liebig.
El fracaso del lanzamiento del primer Cryosat, en octubre de 2005, fue un gran tropiezo para la comunidad científica mundial interesada en estudiar el impacto del efecto invernadero en las masas de hielo de los polos.
Pero la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), que en el marco de su programa de observación de la Tierra había organizado su lanzamiento, no renunció a la misión y la relanzará con una nueva tecnología de puesta en órbita, para garantizar su éxito.
"La misión del Cryosat 2 de medir las tasas de cambio de volumen de las masas de hielo de los polos durante tres años, es crucial para comprender las consecuencias del calentamiento atmosférico", dijo Liebig, director del programa de Observación de la Tierra de la ESA.
Hasta ahora, las estimaciones sobre el volumen del hielo en los polos están basadas en mediciones aisladas y ofrecen resultados contradictorios. Por ejemplo, algunas indican que mientras la superficie del Artico en el Polo Norte se redujo nueve por ciento en 30 años, aumentó de manera prácticamente equivalente en el mismo periodo en la Antártida.
"Cryosat 2 medirá el espesor del hielo, tanto en las masas de los polos como en los mares, para analizar el vínculo entre el derretimiento de esas masas glaciares y el aumento del nivel del mar, y cómo contribuye al cambio climático", apuntó Liebig.
El científico indicó que para la ESA es importante examinar cómo estos fenómenos modifican la naturaleza de la Corriente del Golfo, que determina el clima en Europa septentrional.
Distintas instancias científicas establecieron que el deshielo polar es constante desde hace varios años.
En septiembre, el Centro Nacional de Información sobre la Nieve y el Hielo de Estados Unidos (NSIDC, por sus siglas en inglés) estimó que el hielo en el Polo Norte se derrite a un ritmo de ocho por ciento cada 10 años y que, de mantenerse esta tendencia, hacia finales del siglo XXI el hielo podría desaparecer del Artico durante el verano boreal.
Según mediciones del NSIDC, la superficie helada del Polo Norte abarcaba 5.32 millones de kilómetros cuadrados, el menor registro desde el inicio de las mediciones vía satélite, en 1978.
Para confirmar y precisar esas mediciones, a partir de marzo de 2009 y durante tres años, Cryosat 2 girará alrededor de la Tierra con una inclinación muy alta e inusual para satélites meteorológicos.
"Para los satélites meteorológicos normales existe un ángulo ciego, que les impide observar determinados puntos de la Tierra", dijo Liebig.
Además, un radar especial (Siral, por sus siglas en inglés), que es el principal instrumento del satélite y es operable bajo todas las condiciones climáticas, tendrá la tecnología más avanzada para obtener medidas exactas del espesor de las masas polares de hielo.
Visión tridimensional
El Siral tiene dos antenas que emiten señales de radar y reciben sus ecos reflejados por la superficie helada de los polos; funcionan como los ojos humanos, permitiendo una visión tridimensional de las masas polares.
El Siral opera en coordinación con el programa del Cryosat 2, de medición de órbitas y posicionamiento por radio de alta precisión llamado Doris, complementado por un sistema alimentado por rayos láser de retroflexión.
Este sistema permitirá al Cryosat 2 obtener imágenes milimétricas de las superficies inclinadas irregulares de las masas de hielo polar, así como del que flota en los mares. También será posible medir exactamente la velocidad de fluidez del hielo, que facilitará obtener conclusiones sobre la gravedad del cambio climático.