Profundizará el deterioro económico y el desempleo, afirma el PRD
Propone el gobierno foxista restringir las finanzas públicas para 2007
El proyecto de Hacienda compromete la renta petrolera a pago de deuda y gasto público
El gobierno de Vicente Fox entregó ayer a la Cámara de Diputados los criterios generales de política económica para 2007, mediante los cuales pretende imponer un entorno macroeconómico restrictivo de las finanzas públicas, acotar el margen de maniobra del próximo presidente de la República y comprometer la renta petrolera al pago de deuda y gasto corriente, por lo que sería imposible la aplicación de programas sociales, de inversión y de generación de empleo.
El documento enviado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a la Cámara señala que "la fortaleza y estabilidad del entorno macroeconómico, así como la aplicación prudente de la política económica instrumentada en los últimos años, garantizarán que la contienda política asociada a las elecciones federales del próximo 2 de julio no contamine el devenir económico".
Al conocer la propuesta foxista, el coordinador del área económica del PRD, Alfonso Ramírez Cuéllar, señaló que "se quiere imponer al eventual gobierno de Andrés Manuel López Obrador una política restrictiva, que profundizará el deterioro económico y el desempleo. Se regatea la posibilidad de romper la inercia causada por el gobierno del PAN".
Como está planteada, dijo, la perspectiva económica foxista frenará el margen de maniobra del próximo gobierno, al comprometer recursos para deuda y gasto corriente. En cambio, agregó, el proyecto de López Obrador es romper las inercias y conciliar un programa de crecimiento económico, de generación de empleo, de austeridad y eficiencia de las principales empresas del país, con un manejo responsable y escrupuloso de las finanzas públicas para no caer en desviaciones financieras.
La entrega de los principales propósitos de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2007 se realizó conforme a las disposiciones de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, aprobadas por PRI y PAN, que permite al presidente Fox marcar, desde el segundo trimestre del año, las líneas económicas del primer año del próximo gobierno.
Los mismos partidos aprobaron en el Senado una reforma al artículo 74 constitucional para que sea el propio Fox quien envíe en septiembre próximo las iniciativas de Ley de Ingresos y del decreto de presupuesto, en una clara intervención transexenal. El proyecto fue turnado a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados y, en caso de que sea aprobada -necesita el voto de las dos terceras partes de los diputados-, cancelaría al próximo presidente la facultad de enviar, a más tardar el 15 de diciembre próximo, el paquete económico que debería ser aprobado por la 60 Legislatura a más tardar el 31 de ese mes.
La propuesta de Hacienda plantea crecimiento de 3.6 por ciento del PIB en 2007; inflación de 3 por ciento; déficit de 17 mil 275 millones de dólares en la cuenta corriente de la balanza de pagos, equivalente a 2 por ciento del PIB; déficit cero en las finanzas del sector público; un tipo de cambio de 11.18 pesos por dólar y, a diferencia de lo estimado para 2006, un precio de 37.5 dólares por barril de petróleo, 5.5 dólares menor a lo aprobado por los diputados.
Hacienda presentó un escenario de ingresos restrictivo, a partir de que no se prevé ningún cambio en el régimen fiscal, y calculó un monto de apenas 8 mil 700 millones de pesos adicionales a los previstos para 2006, debido a tres factores:
Aunque se anticipan mayores ingresos tributarios no petroleros, por 27 mil 800 millones de pesos, derivados de la mayor actividad económica, se calcula una caída de los ingresos petroleros de 12 mil 700 millones de pesos, debido a la reducción en la producción de hidrocarburos y el tipo de cambio real promedio; una caída en los ingresos propios de las entidades de control directo distintas de Pemex, de 4 mil 700 millones de pesos, y la disminución de ingresos no tributarios por mil 700 millones de pesos, que se explica porque no se consideraron recursos no recurrentes.
De esta forma, explicó la dependencia, para cumplir con el equilibrio presupuestario y las metas de cero déficit, "el gasto neto presupuestario será superior en 8 mil 700 millones de pesos con respecto al monto aprobado" en el PEF 2006.
Esta restricción presupuestaria obligaría al próximo presidente a financiar los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo con la contratación de deuda, mediante la figura de Proyectos de Inversión Diferida en el Registro del Gasto (Pidiregas), que en la actualidad ahogan no sólo a Pemex sino a la Comisión Federal de Electricidad.
Hacienda estimó que sólo si el precio del barril de petróleo supera los 37.5 dólares sugeridos en los criterios de política económica, el gobierno podrá "sustituir inversión a través de Pidiregas que realiza Pemex por inversión presupuestaria para desacelerar el proceso de endeudamiento en que se incurre a través de dichos esquemas".
En los anexos del documento, Hacienda incluyó una lista de "programas prioritarios", es decir, de recursos comprometidos desde ahora; entre ellos se consideran pagos de deuda por 57 mil 631 millones de pesos por amortización y pagos relativos a Pidiregas de Pemex, y de 64 mil 660.4 millones de pesos, por los mismos compromisos, en CFE.
Hacienda alertó que el escenario macroeconómico "no está exento de riesgos" que "alterarían las trayectorias macroeconómicas previstas", y resaltó tres factores que reducirían el crecimiento estimado: una mayor presión inflacionaria en la economía de Estados Unidos; una "disminución abrupta" en los precios internacionales del petróleo, y la caída de las participaciones manufactureras mexicanas en el mercado estadunidense.