Debe ser juzgado por el fuero federal, sostiene la periodista cancunense
La extradición de Succar Kuri a México no garantiza justicia: Cacho
La extradición del presunto pederasta Jean Succar Kuri a México, desde su actual lugar de detención, en Chandler, Arizona, no parece ser inminente ni puede ser entendida como garantía de que habrá justicia en el caso de las niñas y niños de Cancún que fueron explotados sexualmente entre 1998 y 2003, advirtió la periodista Lydia Cacho, autora del libro Los demonios del Edén.
"Mucho me temo que si Succar es trasladado a Quintana Roo para ser juzgado por el fuero común estatal, sus delitos queden impunes. En este estado hay muchos intereses que se verían afectados si se llega a ventilar todo lo que hay detrás de la red de pornografía infantil que él explotaba. Mucha gente con poder lo está protegiendo. Y el actual procurador general de justicia estatal, Melchor Bello, no ha sido transparente en su política hacia este caso", señaló Cacho en entrevista con La Jornada.
Opinó que la Procuraduría General de la República (PGR) tendría que atraer el caso Kuri para que las denuncias de las víctimas -que ella documentó con detalle en su libro- sean procesadas a fondo. "Hay muchos elementos para que se ejerza esta atracción. El problema parece radicar en la falta de voluntad política para hacerlo. Y esto se refleja claramente en el silencio que han guardado el presidente Vicente Fox; su esposa Marta Sahagún, que siempre dice defender a los más vulnerables, y el propio secretario de Gobernación, Carlos Abascal. Desde que estalló el escándalo no han hecho una sola declaración en defensa de estos niños abusados, a pesar de que una de ellas, Emma (Edith Encalada, hoy de 21 años) envió una carta a la señora de Fox pidiendo su apoyo".
Entre los elementos que existen para que Kuri sea juzgado en el fuero federal citó las imputaciones presentadas por la Interpol, que lo relacionan con varios casos documentados, inclusive en Estados Unidos, de pornografía infantil y lavado de dinero.
Cacho señaló que los equipos de defensores de Kuri y del empresario poblano Kamel Nacif, que ordenó que la encarcelaran y la demandó por "difamación", porque ella lo menciona en su libro como amigo del pederasta, parecen tener la misma estrategia: alargar el proceso de extradición del detenido en Arizona, que aún cuenta con dos instancias para apelar de las decisiones del juez Duncan, y acelerar el juicio de difamación en su contra en tribunales de Cancún.
Explicó que el juez que lleva su caso en Cancún ha mostrado parcialidad en favor del industrial conocido como rey de la mezclilla, ya que mientras a ella le niega la presentación de pruebas, testigos y peritajes, a Nacif le ha aceptado todos los recursos que ha aportado.
Peor aún, el magistrado fijó la fecha para la declaración ministerial de Cacho para principios de mayo, y citó a Nacif 15 días antes. "¿Qué administración de justicia es ésta, en la que primero declara el acusador y después la acusada?", preguntó.
Afirmó que los dos casos, el de la demanda de Kuri por pederastia y pornografía infantil, y el de la demanda de Nacif contra ella por difamación, están "estrechamente relacionados". Indicó que la defensa del pederasta, que encabeza en Cancún la ex presidenta estatal del PRI Ena Rosa Valencia, pretende utilizar el proceso de difamación contra Cacho para reforzar la causa de su cliente. "Por eso han tratado de desacreditar en la prensa y ante el juez todos los peritajes que el Centro Integral de Apoyo a la Mujer, que yo dirijo, ha presentado: exámenes ginecológicos y sicológicos de los niños explotados sexualmente. Además, en mi caso, pretenden legitimar, ante la ley mexicana, las retractaciones bajo presión que hicieron en San Diego las niñas víctimas. Si la procuraduría estatal permite esto, las madres de las niñas y la propia Edith Escalada podrían ser encarceladas. Y así diluyen la acusación contra Kuri".
Finalmente, Lydia Cacho aseguró que el procurador Melchor Bello demostró "ambigüedad y desconocimiento" del caso Succar Kuri en una comparecencia reciente ante el Congreso local, donde, interpelado por la diputada perredista Marisol Villegas incurrió en contradicciones.