Usted está aquí: miércoles 5 de abril de 2006 Política Hay suficientes indicios para juzgarlo: tribunal de Cancún

Testimonios de víctimas y pruebas periciales entre ellos

Hay suficientes indicios para juzgarlo: tribunal de Cancún

ALFREDO MENDEZ Y GUSTAVO CASTILLO

Un tribunal federal con sede en Cancún determinó que existen suficientes indicios -entre testimonios de víctimas y pruebas periciales y documentales sólidas- para que Jean Succar Kuri, El Johny, responda a la justicia de esa entidad por su presunta responsabilidad en el delito de violación equiparada, que le imputó en octubre de 2003 la Procuraduría General de Justicia quintanarroense.

Según fuentes jurídicas, el tribunal colegiado del 27 circuito negó el amparo y protección de la justicia federal al presunto pederasta, quien buscaba combatir por esa vía una de las cuatro órdenes de aprehensión que enfrenta desde hace dos años. Las otras tres órdenes de captura que tiene pendientes en esa entidad son por corrupción de menores, abusos deshonestos y pornografía infantil.

Con la determinación de los magistrados federales Gonzalo Eolo Durán, José Rodríguez Puerto y Adán Villarreal Castro, quedó firme la orden de captura librada en octubre de 2003 por el juez Víctor Manuel Echeverría Tun, titular del juzgado 3 de lo penal del fuero común, por la presunta violación de Edith Lorena Encalada Cetina, que en la actualidad tiene 21 años, y quien en su momento denunció que desde los 13 años fue víctima sexual del empresario libanés.

Las fuentes indicaron que los abogados de Kuri en México están a la espera de que el juzgado segundo de distrito de Cancún estudie una demanda de amparo que solicitó contra el cargo que le fincó la PGR por el delito de pornografía infantil. También están vigentes otras dos órdenes de aprehensión que libró el juez Echeverría por corrupción de menores y abusos deshonestos.

Jean Succar Kuri, de 61 años de edad, era conocido en Cancún por sus negocios comerciales en la terminal aérea de ese puerto. Jean Thouma Hannah Succar Kuri (su nombre completo) nació en Becharré, Líbano, el 19 de septiembre de 1944, llegó a México a mediados de la década de los 70 y se estableció con familiares que vivían en Guanajuato; después se instaló en Cancún.

De acuerdo con la investigación, Kuri se casó el 15 de agosto de 1975 con Maricela Aguilar y después se divorció para contraer matrimonio con Gloria Pita Rodríguez, La Ochi. Esta mujer, originaria de Acapulco, según la PGR, tuvo conocimiento de todas las orgías de su marido con menores y se presume que guarda en un domicilio de Los Angeles sus archivos de pornografía infantil.

Succar Kuri estableció como sus primeros negocios en el aeropuerto de Cancún una fuente de sodas y un par de tiendas de playeras. Sin embargo, de manera aparentemente discreta su fortuna comenzó a crecer y llegó a adquirir más de 40 villas turísticas, se convirtió en operador de un hotel y dueño del principal restaurante de la terminal aérea, hasta amasar una fortuna calculada en más de 30 millones de dólares. Lo anterior se desprende de la averiguación previa SIEDO/UEIOFM/046/04, relacionada con cuentas bancarias de la empresa Kanan Banana, propiedad de Kuri, cuyos depósitos fueron congelados en junio de 2004.

Las cuentas están distribuidas de la siguiente manera: seis en Bancomer, dos en Banamex y dos en HSBC, que suman más de 20 millones de dólares; pero los recursos detectados, de los cuales ya se solicitó información a organismos financieros de México, también abarcan diversas cuentas en fondos de inversión.

De acuerdo con las investigaciones, Succar Kuri realizó al menos 140 movimientos considerados ''inusuales'' por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y no se descarta fincarle el cargo de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) y delincuencia organizada.

Sin embargo, en el ámbito de la justicia del fuero común, las constancias judiciales de la procuraduría de Quintana Roo dan diversos testimonios en que señalan que el acusado abusaba sexualmente de menores y en varios casos los infantes eran reclutados con el consentimiento de sus padres.

La investigación, iniciada a partir de la acusación formulada por Edith Lorena Encalada Cetina, refiere que cuando Succar Kuri ya no quería seguir con una menor la devolvía a sus padres, a los que gratificaba con sumas que iban de los 500 a mil 500 pesos para que guardaran silencio.

Según las constancias ministeriales, a los infantes los prefería de entre 8 y 14 años de edad. También se le acusa de obligar a las niñas a sostener actos de lesbianismo y relaciones incestuosas. Además, existen indicios de que su esposa, de nombre Gloria, estaría traficando con fotos y videos de las menores en Estados Unidos.

En 2003, el entonces subprocurador de la zona norte de Quintana Roo, Miguel Angel Pech Cen, y la ex subdirectora de Averiguaciones Previas, Leydi Campos Vera, señalaron que Succar Kuri habría abusado de por lo menos unas 20 menores, de 8 a 14 años de edad, en su mayoría de escasos recursos, que reclutaba en las colonias populares y en comunidades rurales.

El 2 de noviembre de 2003 su lado oscuro empezó a ser develado, cuando una de sus víctimas tomó la decisión de denunciarlo y con ello se inició la averiguación previa 447/2003-IV. Las pruebas no faltaron desde el principio. Kuri le regaló una computadora a una de las menores que violó para que ambos mantuvieran comunicación. El ordenador le fue entregado a la PGR en Quintana Roo, por una persona que la envió desde Mérida. Al ser abierta, en la misma se encontraron fotografías en formatos JPG de las niñas de las que abusaba sexualmente, así como mensajes por correo electrónico.

 
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