Inexcusablemente los políticos se lavan las manos con relación a la fiesta de toros

Punto de acuerdo de diputados evitará privilegiar a matadores extranjeros

Si no quedamos callados menos cambiarán las cosas: legisladora perredista Jazmín Zepeda

LEONARDO PAEZ

No todo es obediencia en la Cámara de Diputados. Recientemente los 30 miembros de la Comisión de Juventud y Deporte, pertenecientes a la 59 Legislatura, a través de la diputada del PRD Jazmín Zepeda Burgos, sometieron a consideración del pleno una importante propuesta con punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, en defensa de los matadores mexicanos.

Dicho punto de acuerdo, en el que por cierto no hubo una discusión y ningún partido estuvo en contra, expone:

"La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión exhorta a los estados así como los H. ayuntamientos de los estados de la Federación y al Gobierno del Distrito Federal a adecuar las leyes y reglamentaciones que sean materia de regulación de los festejos taurinos, a fin de se incluya una disposición jurídica en la que se obligue a los empresarios a que en cada festejo taurino los matadores extranjeros en las distintas especialidades como son los matadores de toros de a pie y los matadores de toros de a caballo no excedan el 50 por ciento de los participantes programados respetando su especialidad y en igualdad de circunstancias. Palacio Legislativo, a 16 de febrero de 2006."

No obstante que en otros tiempos tuvimos políticos destacados que apoyaron abiertamente la fiesta brava, observa Jazmín Zepeda, en los años recientes los partidos han evitado cualquier pronunciamiento con relación al espectáculo taurino, no obstante que éste es una tradición que data de la época de la Colonia y tiene vigencia desde Tijuana hasta Yucatán.

La legisladora atribuye esta injustificada postura de los representantes a su temor a grupos proteccionistas, a la posible reacción de los medios o incluso a perjudicar su carrera si se pronuncian en torno a una inocultable realidad mexicana como lo es la tradición taurina de México. Pero si nos seguimos quedando callados menos van a cambiar las cosas, subraya.

En su exposición de motivos la citada propuesta señala, entre otras cosas: "...En nuestro país existe un importante número de profesionales que se dedican ha desempeñar un papel en esta actividad, tales como matadores de toros a pie, matadores de toros a caballo, matadores de novillos a pie, matadores de novillos a caballo, banderilleros, picadores, puntilleros, forcados y monosabios...

"Existen en la actualidad múltiples reglamentos taurinos, en los cuales no se prevé el principio constitucional de preferencia de mexicanos sobre extranjeros, motivo por el cual los empresarios taurinos seleccionan libremente una cantidad desmesurada de extranjeros, coartando así la igualdad de oportunidades para nuestros nacionales".

Lo que se pretende implantar, añade Jazmín, es una disposición jurídica en la cual se establezca que por cada matador a pie o a caballo extranjero participe un mexicano. Es importante señalar que los diputados que presentamos esta propuesta no estamos en contra de la participación de foráneos en los festejos taurinos, pero creemos que es necesario impulsar a nuestros profesionales mediante la inclusión de disposiciones que protejan los intereses de los mexicanos.

A la pregunta de si no es facultad exclusiva de las empresas decidir a quiénes y a cuántos toreros incluyen en un cartel, la perredista aclara:

La Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos para el Distrito Federal en su artículo 47 dice que "Tratándose de actuantes extranjeros en cualquiera de las categorías de festejos que se ofrezcan al público, consideradas 'aisladamente' cada una de ellas, aquellos no podrán exceder del 50 por ciento de los participantes programados". Protege, pues, la preferencia a los mexicanos, pero el precepto esconde una laguna, la cual no especifica las especialidad de los actores, pues en repetidas ocasiones se ha programado en los carteles a un solo rejoneador -especialidad de matador de toros a caballo- lidiando un burel y a los matadores de a pie asignándoles dos astados, constituyendo una inequidad en los festejos en lo que ha oportunidades se refiere. Así también encontramos los casos cuando se programa a un rejoneador extranjero y a ninguno mexicano, por lo cual no se cumple lo ordenado por la citada ley.

"Sin afán de perjudicar a nadie estamos abriendo camino para que la siguiente legislatura continúe esta tarea sin dejarse intimidar", concluyó la diputada mexiquense.