Los resultados preliminares, en seis meses, afirma director del Cenica
Concluye trabajo de campo del Proyecto Milagro de investigación ambiental
Caracterizar los efectos de la contaminación en la atmósfera y medir los gases, el objetivo
Participaron 400 investigadores de ocho países; la inversión fue de 25 millones de dólares
Ampliar la imagen Investigadores extranjeros y mexicanos realizaron estudios referentes a la contaminación del aire en cuatro puntos: ciudad de México, estado de México, Hidalgo y Veracruz Foto: Horacio Zamora
Este jueves concluyó el trabajo de campo del Proyecto Milagro, cuyo objetivo fue caracterizar los efectos de la contaminación en la atmósfera y medir los gases. Participaron 400 investigadores de ocho países, se utilizaron seis aeronaves, se realizaron 70 vuelos en los 30 días de actividad y se invertirán en total 25 millones de dólares.
Víctor Gutiérrez Avedoy, director del Centro Nacional de Investigación en Ciencias de la Atmósfera (Cenica) de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que entre los aspectos que se estudiaron están los procesos de transporte de contaminantes en el territorio nacional, el impacto de los aerosoles y de los gases, que afectan la calidad del aire y tienen incidencia en el cambio climático. Precisó que los resultados preliminares del proyecto se podrán tener en seis meses, pero todo el estudio se llevará varios años.
La coordinadora del programa, Luisa Molina, explicó que es la primera investigación de este tipo que se realiza en el mundo, y participaron en total 120 instituciones, entre ellas la NASA, el Cenica, el Centro Mario Molina, el Instituto Nacional de Ecología, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y Petróleos Mexicanos.
Las cuatro acciones de medición que se hicieron fueron la MCMA-2006, cuyo objetivo fue evaluar los procesos de generación de contaminantes en la ciudad de México, su dispersión, transporte y transformación en la atmósfera, los patrones de exposición y los efectos en la salud humana.
La segunda, Mirage, cuyo objetivo fue entender las transformaciones químicas y físicas de los contaminantes gaseosos y particulados; la tercera, Intex-B, se enfocó en el transporte de los contaminantes a largas distancias; y Max-mex, que examinó y caracterizó los aerosoles, lo cual se evaluó con las 70 operaciones aéreas que se realizaron de Veracruz y Houston a la ciudad de México.
Gutiérrez Avedoy precisó que con los resultados del proyecto se podrá tener más información para diseñar nuevas políticas para reducir las emisiones en el valle de México, y se verá hacia dónde se deben orientar los recursos y no gastar dinero en medidas que no sean tan precisas. Además, los estudios de la megaciudad servirán para otras urbes de este tipo, señaló.
Luisa Molina señaló que este proyecto aportará a la comunidad científica mundial una importante base de datos para la evaluación de los procesos atmosféricos de relevancia en megaciudades del planeta.