Países en desarrollo buscan detener ritmo de destrucción
Poco avance en regulación para uso de bienes genéticos
Anuncian en convención en Brasil creación de "zonas marinas protegidas" en el océano Pacífico y en el Caribe
Curitiba, Brasil, 29 de marzo. Los países en desarrollo expresaron hoy en Brasil preocupación ante los escasos avances en las negociaciones sobre el régimen internacional sobre acceso a recursos genéticos y la repartición de sus beneficios.
En rueda de prensa en esta ciudad, donde se realiza la octava conferencia de las partes de la Convención sobre Diversidad Biológica de la ONU (COP-8), varios ministros expresaron temor a que no sea aprobada la propuesta elaborada por el grupo de trabajo permanente sobre el tema.
"Este ha sido el objetivo de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) que menos avanzó", lamentó el ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica, Marthinus Van Schalkwyk, al hablar en nombre del grupo de países en desarrollo.
En declaraciones a la agencia oficial brasileña ABR, su homólogo de Botswana, Vida Mokaila, expresó que los países que albergan grandes reservas de biodiversidad están "decepcionados" del escaso progreso alcanzado por la COP-8 en ese campo.
La demanda de las naciones en desarrollo ha sido apoyada por algunos representantes de países industrializados, en especial por el secretario general austriaco de Agricultura, Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear, Werner Wutscher, quien declaró públicamente el respaldo de Austria a la urgente creación de un régimen sobre el uso de recursos genéticos.
Los debates en torno al borrador, empezados este lunes, revelaron la polarización de los defensores y los detractores de la propuesta de aprobar el texto elaborado por el grupo de trabajo permanente en la reunión realizada en febrero en Granada, España.
Los opositores del texto, comandados por Australia, desean aplazar la aprobación del proyecto; advierten que deben realizarse estudios para verificar si las legislaciones nacionales sobre el tema serían suficientes para remplazar a un código mundial sobre el acceso a los recursos genéticos.
"Estaríamos volviendo atrás si se acepta la propuesta de Australia", afirmó el representante de Malasia en el grupo negociador, Guido Nijar, quien aboga por la aprobación del texto de Granada.
Esa polarización confirma la expectativa de que el régimen de acceso a los recursos genéticos sería el tema más polémico de la conferencia, que desde el 20 de marzo reúne en Curitiba a unos 3 mil 600 representantes de 173 de los 188 países y bloques firmantes de la CDB, entre ellos medio centenar de ministros.
Si los participantes logran alcanzar un acuerdo en torno al tema y aprobar una resolución el viernes, cuando termina la reunión, se habrá dado un paso importante para avanzar en la puesta en marcha de las resoluciones de la CDB, que buscan reducir drásticamente el ritmo de destrucción de los recursos genéticos del planeta hasta 2010.
Sin embargo, parece estar lejos el consenso necesario para que sean aprobadas las directrices básicas del sistema de compensaciones, defendido por los países que albergan las más grandes reservas de diversidad biológica y que están, en su mayoría, entre los más pobres del mundo.
En tanto, el anuncio de la creación de varias zonas marinas protegidas en el océano Pacífico y en el Caribe fue considerado como el éxito más importante alcanzado en la reunión de Curitiba.
Según informó la conferencia, el país insular de Kiribati, en la región de las islas Fénix, creará la mayor área protegida en el Pacífico, cuya superficie será el doble de la de Portugal.
En tanto, Grenada, en el Caribe, ampliará nueve veces la superficie de sus zonas marinas protegidas.
Palau, Micronesia y las islas Marshall se comprometieron a crear una red de protección marina de un total de 6.7 millones de kilómetros cuadrados. También las islas Fiji manifestaron su disposición a declarar nuevas zonas protegidas.
Estos son "pasos importantes en la lucha por la diversidad biológica del mundo", declaró el secretario ejecutivo de la Convención, Ahmed Djodhlaf.
En tanto, grupos de ambientalistas hablaron del hasta ahora "mayor esfuerzo" por la protección de la diversidad biológica marina.
"La creación de zonas protegidas terrestres fue una de las grandes historias de éxito del medio ambiente", pero en cambio el desarrollo de zonas protegidas marinas se demoró, dijo Djoghlaf.
Mientras que desde la creación del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, hace más de 100 años, más de 11 por ciento de la superficie de tierra en el mundo está protegida, sólo uno por ciento de los mares y lagos gozan de este estatus.