Aún no identifican cuerpos hallados en narcofosas
Arraiga la PGR a policía implicado con el cártel del Golfo en Jalisco
Juan José Ballesteros Soto, policía ministerial del municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, fue identificado por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) como uno de los encargados de reclutar elementos para brindar seguridad a integrantes del cártel del Golfo que operaban en esa zona.
Ballesteros Soto quedó sujeto a un arraigo durante 82 días por la Procuraduría General de la República (PGR), luego de que el juzgado octavo de distrito, con sede en la ciudad de México, concediera al Ministerio Público la medida cautelar, a fin de que concluya sus investigaciones en torno a las llamadas narcofosas, localizadas en una finca de Tlajomulco de Zúñiga.
El agente policiaco fue detenido en Jalisco el pasado 22 de marzo, al ser identificado por la PGR como el encargado de brindar protección a José Alfredo Torres Contreras, El Lince, presunto líder de una célula de productores de drogas sintéticas que operaba para el brazo armado del cártel del Golfo, conocidos como Los Zetas.
Según un comunicado de prensa de la PGR, "Ballesteros Soto brindaba protección a Torres Contreras y se encargaba de reclutar nuevos elementos para brindar seguridad al grupo delictivo".
Como se recordará, el pasado 16 de marzo, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, fueron detenidos José Alfredo Torres Contreras y cuatro personas más, las cuales se encuentran arraigadas tras ser identificadas como narcotraficantes al servicio del cártel del Golfo y vinculadas con el asesinato de al menos cinco personas que fueron inhumadas de manera clandestina.
Entre las ejecuciones que se les atribuye está la de Alejandro Ramos Ortiz, "cocinero" (como se denomina en el argot del narcotráfico a quien produce drogas sintéticas), y que operaba para el cártel de Joaquín El Chapo Guzmán en esa zona de Jalisco.
Por otra parte, tras la localización de los cinco cuerpos en una finca situada en la calle Fresno, sin número, colonia Los Laureles, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, y a pesar del desahogo de pruebas periciales, la PGR no ha podido conocer la identidad de los ejecutados debido a que nadie se ha presentado a reclamar los restos.