Arrestan a 2 presuntos miembros del grupo en Bilbao
El cese el fuego de ETA es "buena noticia", afirma el ejército español
Ampliar la imagen El presidente de Francia, Jacques Chirac (centro), da la bienvenida en París al rey Juan Carlos de España, quien realiza una visita de tres días a esa nación Foto: Ap
Madrid, 27 de marzo. El jefe del Estado Mayor español, general José Antonio García González, aseguró que el ejército "sabrá dar ejemplo a la sociedad" frente al alto el fuego permanente decretado por la organización armada vasca ETA, que entró en vigor el viernes pasado.
En declaraciones al diario ABC, el general García González manifestó que el ejército recurrirá siempre a sus valores, a la lealtad, a la obediencia y al compañerismo. La decisión de ETA, añadió, "es una buena noticia, pero vamos a seguir escuchando, esperando y observando cómo se desarrollan los acontecimientos de cara al futuro".
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, pidió "unidad" a la clase política tras el alto el fuego de ETA, y reiteró la disposición de la Iglesia católica a contribuir con el proceso de paz que se anuncia en el País Vasco.
Tras insistir en que el anuncio del grupo armado generó alegría, Blázquez indicó que las víctimas de las acciones etarras son "el testimonio doliente de la violencia padecida".
Al respecto, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco Alcaraz, afirmó que algunas víctimas de ETA se declararon "dispuestas a hacer justicia por propia mano", si etarras presos son liberados de manera anticipada.
En declaraciones al diario El Mundo, el dirigente de la AVT consideró que eso "sería un grave error, porque estaríamos cayendo en el mismo cáncer de los terroristas" de ETA, responsable de la muerte de 814 personas en 38 años de lucha por la independencia del País Vasco.
No obstante, también rechazó toda medida de clemencia en favor de los 680 miembros de ETA detenidos en España y Francia.
De acuerdo con el semanario español Cambio 16, el cese el fuego fue resultado de "varios años" de contactos entre dirigentes socialistas vascos con Batasuna, coalición ilegalizada por Madrid al considerarla brazo político de ETA.
El presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, y el ex consejero de Trabajo del gobierno vasco, Francisco Egea, fueron "los mediadores que hicieron madurar la paz", junto al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, quienes se reunieron a partir del 14 de marzo de 2004, tras la victoria socialista en las elecciones generales que llevaron a José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa.
Otras figuras claves fueron el secretario general del sindicato nacionalista vasco LAB, Rafael Diez Usabiaga, y el jefe de ETA, Josu Urrutikoetxea, quien logró poner de acuerdo al sector duro de la organización con los partidarios de iniciar el camino hacia la paz.
También los "deportados de ETA" en América Latina presionaron para que la organización armada vasca declarara un alto el fuego permanente que llevara a un eventual proceso de paz, lo que podría permitirles su vuelta a España, afirmó la radio privada Cadena Ser, que citó fuentes de la lucha antiterrorista.
Los "deportados" son miembros de ETA que tras haber cumplido una pena de cárcel, en su mayoría en Francia, se fueron a un tercer país, además de aquellos que no tienen ninguna deuda con la justicia española pero tienen voz en la organización separatista.
En este contexto, el rey Juan Carlos I sostuvo hoy un encuentro con el presidente francés Jacques Chirac, durante el cual hablaron sobre la tregua de ETA y la lucha contra el terrorismo, en el primer día de la visita de Estado de los monarcas españoles a París.
El rey exaltó la "ejemplar" colaboración policial y judicial que mantienen los dos países. "Mucho nos ha ayudado Francia en este duro y largo desafío" que representa el terrorismo, apuntó.
Además del terrorismo, Juan Carlos I y Chirac abordaron temas como las inversiones, la migración, las relaciones con América Latina y el diálogo mediterráneo, entre otros.
Dos presuntos miembros de ETA fueron detenidos en Bilbao, sospechosos de estar relacionados con un comando que hirió a dos policías en septiembre de 2003 en el País Vasco.