Evo Morales insiste en que se repare "daño histórico"
Rechaza Chile mediación de OEA en el reclamo de Bolivia de salida al mar
Santiago, 24 de marzo. Chile rechazó hoy la posibilidad de intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) para resolver el reclamo de Bolivia de una salida al mar, en respuesta al pedido hecho esta semana por el presidente Evo Morales, y puntualizó que se trata de un diferendo "estrictamente bilateral".
"No corresponde que ningún organismo multilateral (...) intervenga en un asunto que es estrictamente bilateral", advirtió el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley.
Desde La Paz, Morales respondió de inmediato que "acá no se trata de una posición de los gobiernos. Los gobiernos, los presidentes, los estados fracasaron. Ahora los pueblos, el pueblo boliviano, el pueblo chileno, piden reparar ese daño histórico", subrayó en alusión a una declaración anterior de Foxley de que "no vamos a cambiar ni un ápice lo que es la política exterior chilena" sobre el tratado de 1904, que selló la pérdida de La Paz de su acceso al mar.
Foxley se declaró abierto a discutir el tema con Morales, pero abogó por una "agenda abierta y sin exclusiones", ir avanzando poco a poco y dejar los temas más difíciles para el final, y que en esa forma se restablezcan las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Si bien afirmó que hay buen "clima" en las actuales relaciones entre el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y el boliviano de Morales, el canciller chileno advirtió en su primer encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en Santiago que "los tratados no se modifican porque una parte así lo decide".
La posición chilena de que el diferendo marítimo que mantiene con Bolivia es un tema bilateral fue compartida en Santiago por el canciller brasileño, Celso Amorín, quien se reunió con la presidenta Bachelet en el palacio presidencial de La Moneda. Pero, agregó, Brasil está dispuesto a "ayudar cuando se crea necesario facilitar el diálogo".
Por el contrario, Bolivia condicionó la reanudación de relaciones diplomáticas normales con Chile a abordar la demanda marítima, al considerar que se corre el riesgo de prolongar unas negociaciones sobre "cosas complementarias" que, pese a ser interesantes, "no son lo esencial".
Lo anterior fue expuesto por el cónsul general de Bolivia en Santiago, Roberto Finot, en una entrevista radial en que destacó que Chile incluye en la agenda temas "interesantes" con La Paz, pero que "no va al fondo del problema", que es la salida al mar, pues Bolivia, aseveró, "necesita imperativamente para su desarrollo acceder a los mercados del Pacífico para la exportación del gas".
Recordó que en "1975 nos hemos sentado a la mesa de negociaciones, con relaciones plenas efectivamente, para romperlas tres años después. Lo que no deberíamos hacer es repetir un camino que hemos visto que no da absolutamente ningún resultado". Con todo, afirmó que ahora hay buen clima y disposición entre ambos países para "empezar a avanzar".
Bolivia continuó así aumentando la presión sobre Chile para iniciar una negociación para una salida al mar, ante la callada molestia de La Moneda, que había pensado que el diálogo se haría en forma bilateral y reservada, como había dicho el propio Morales en su visita a Chile el 10 y el 11 de marzo, según han manifestado miembros del gobierno, intentando mantener un bajo perfil en el tema.
Morales tomó por sorpresa a la cancillería chilena el jueves, al llamar en un mitin público en La Paz a la intervención de la OEA para que participe de su demanda marítima y aludió al carácter de militante del Partido Socialista local del secretario general del organismo regional, el chileno José Miguel Insulza.
De aceptar la postura chilena, sería una situación equivalente a poner guindas a un pastel que aún no está listo, indicó el diplomático Roberto Finot, cuyo cargo es una virtual embajada boliviana ante la falta de relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas desde hace 28 años a raíz de este diferendo.