Ataques de la insurgencia dejan en Irak más de una treintena de muertos
Liberan a tres activistas occidentales en operativo multinacional en Bagdad
Ampliar la imagen Un iraquí lanza agua contra las llamas provocadas por el estallido de un coche bomba en una mezquita chiíta, atacada ayer en un barrio de Bagdad Foto: Ap
Bagdad, 23 de marzo. Tres activistas occidentales secuestrados en Irak hace cuatro meses fueron liberados este jueves en una operación conjunta de fuerzas británicas, canadienses, estadunidenses e iraquíes, en medio de otra violenta jornada de la insurgencia en la que por lo menos 32 personas perdieron la vida.
Los liberados son el británico Norman Kember, de 74 años, y los canadienses James Loney, de 41, y Harmeet Singh Sooden, de 32, miembros de la organización Equipos de Paz Cristianos.
Todos fueron secuestrados el 26 de noviembre de 2005, junto con otro colega, el estadunidense Tom Fox, cuyo cuerpo acribillado a balazos fue encontrado el 10 de marzo en Bagdad.
Desde la caída de Saddam Hussein, en abril de 2003, esta organización ayuda a los iraquíes a detectar el paradero de familiares que han sido capturados por las tropas estadunidenses y que se encuentran en prisiones militares del ejército de ese país.
La operación para la liberación de los extranjeros fue puesta en marcha tras la detención, el miércoles por la noche, de dos personas, una de ellas conocedora del paradero de los secuestrados, indicó en Bagdad el general del ejército estadunidense, Rick Lynch.
Después de haber localizado el inmueble donde se hallaban los tres pacifistas, en el oeste de Bagdad, la fuerza multinacional inició el asalto. Los extranjeros estaban juntos en una habitación, pero los secuestradores no se encontraban en el edificio, explicó Lynch, quien calificó el operativo de "exitoso".
Los liberados se encuentran en buen estado de salud pero fueron trasladados a un hospital para se examinados, y después de tomar alimentos, Lynch habló con ellos sobre su secuestro. Las informaciones recabadas durante la investigación "serán útiles para las próximas operaciones de la fuerza multinacional", subrayó.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, explicó desde Londres que la liberación de los rehenes se desarrolló sin un solo disparo y fue preparada durante varias semanas.
El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, se declaró satisfecho con la liberación del británico, mientras que su par de Canadá, Stephen Harper, destacó el papel notable de las autoridades de los países que intervinieron en la operación.
El secuestro en Bagdad de los tres humanitarios fue reivindicado por el desconocido grupo Brigadas de las Espadas del Derecho, que de acuerdo con la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, pidió la liberación de todos los detenidos iraquíes.
Más de 200 extranjeros y miles de iraquíes han sido secuestrados desde la invasión de Estados Unidos a Irak, en marzo de 2003, y de los primeros, por los menos 55 han muerto y otros 12 siguen como rehenes, entre ellos la periodista estadunidense Jill Carroll, así como dos alemanes y dos kenianos, de acuerdo con medios de prensa.
Paralelamente, los ataques de la resistencia provocaron la muerte de 32 personas, 15 de ellas policías. El atentado más mortífero tuvo lugar en el centro de Bagdad con coche bomba contra la sede de una unidad encargada de la lucha antiterrorista, con un saldo de 23 muertos, de ellos diez uniformados, además de 35 heridos.
En Baquba, fuerzas de seguridad iraquíes detuvieron a un ayudante de Abu Mussab Zarqawi, cuya organización es considerada el brazo iraquí de la red Al Qaeda.