Abrieron exposición con caricaturas del Benemérito de la colección de El Fisgón
Juárez fue ajeno a la actitud fatua y a la superficialidad del poder: Raquel Sosa
Presentaron el cd sobre documentos, discursos y correspondencia del ex presidente
Pese a los infundios de los enemigos de Benito Juárez, su memoria sigue viva entre quienes sí lo queremos, pues fue un hombre con principios y valores profundos, dijo ayer la secretaria de Cultura del gobierno capitalino, Raquel Sosa, al término de una larga jornada juarista en diversos puntos de la ciudad para conmemorar el bicentenario de su natalicio.
Ya en la noche, en el Museo de la Ciudad de México, Sosa inauguró la exposición La caricatura política en tiempos de Juárez, de la colección de Rafael Barajas, El Fisgón, que no pudo asistir pero a quien la funcionaria calificó como uno de los mayores promotores de la libertad de prensa y apasionado de la época juarista.
''Entre los enemigos de Juárez están aquellos que se han empeñado en tergiversar su obra, en mentir sobre presuntas propiedades suyas, sobre el origen de sus frases y, ahora, en tratar de borrar la fecha del 21 de marzo porque resulta inconveniente para los fines del turismo", comentó.
Sosa habló durante la presentación en disco compacto (cd) de la obra Benito Juárez, documentos, discursos y correspondencia (Universidad Autónoma Metropolitana, UAM), de Jorge L. Tamayo, y poco antes de la inauguración de la exposición de caricaturas publicadas durante el gobierno juarista.
Dijo que ese cd, compilado por Cuauhtémoc Hérnandez y otros investigadores de la UAM y que se distribuirá en bibliotecas públicas y escuelas, permitirá tener un acceso directo a la obra del Benemérito de las Américas y comprobar que ''no sólo es una gran obra pública, política, de un hombre que fue funcionario muchos años, que además dejó la memoria de todos sus actos para las siguientes generaciones".
Respeto del prócer a la libertad de imprenta
Benito Juárez se observa así, continuó Sosa, como alguien ''con valores profundos, con un patriotismo sin tacha, de principios, pero sobre todo apegado a la ley y ajeno, contrario, a todo privilegio, actitud fatua y superficialidad, ornamentos del poder que hemos conocido desgraciadamente en este siglo y el pasado.
''En toda su obra escrita se observa la lealtad a la República, las convicciones por delante, la entrega a la patria, la defensa de la soberanía."
Luego de recordar que sin valores, principios ni identidad los mexicanos nos degradaríamos, agregó que la responsabilidad del gobierno de la ciudad y de la sociedad es ''que Juárez viva en la República, que recuperemos la dignidad de la vida pública, el decoro del gobierno y de para qué sirve el gobierno y deben servir los gobernantes".
Y planteó: ''Exijamos que nuestra vida pública deje de ser un asunto de ornato, de fiestas, de viajes, de gastos onerosos y se dedique, efectivamente, a ver en todo y por todos, por el bien de la patria, tal como lo hizo Benito Juárez".
Luego, Sosa y Marilina Barona del Valle, directora del Museo de la Ciudad de México, inauguraron la exposición con las imágenes prestadas por El Fisgón, caricaturista de La Jornada.
''En las primeras décadas del siglo XIX, cada vez que llegaban los liberales al poder se abre la prensa; y cada vez que llegan los conservadores, cierran periódicos y establecen la censura", dijo Barona del Valle, y agregó:
''Con la llegada de Benito Juárez al poder se da por primera vez un largo periodo de libertad de imprenta y proliferan los periódicos, muchos de ellos con caricaturas; el más notable es la Orquesta.
''Juárez lo toleró todo, nunca cerró ningún periódico ni censuró caricaturas", pese a fuertes críticas en su contra, que tras su muerte se convirtieron en reconocimiento, concluyó la directora del Museo de la Ciudad.