Nació durante la dictadura franquista
Euskadi Ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad, ETA) se fundó el 31 de julio de 1959, durante los años más duros de la dictadura fascista de Francisco Franco.
La organización separatista nació como un movmimiento cultural escindido del histórico Partido Nacionalista Vasco (PNV). El primer atentado mortal de ETA ocurrió en 1968, cuando fue asesinado el inspector jefe de la policía de San Sebastián, Melitón Manzanas.
Pero el primer atentado de ETA que dio la vuelta al mundo fue el perpetrado el 20 de diciembre de 1973, cuando hizo volar el vehículo oficial del entonces presidente del gobierno de la dictadura, Luis Carrero Blanco, quien era considerado el sucesor natural de Franco. Este atentado fue celebrado por prácticamente todas las organizaciones de oposición al régimen, tanto al interior como fuera del país.
Tras la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975, el grupo se mantuvo como movimiento político por la independencia del País Vasco. El 15 de octubre de 1977 se decretó una amnistía para los prisioneros políticos, entre ellos los de ETA.
El 28 de abril de 1978 se creó Herri Batasuna (HB), considerado brazo político de ETA. Y el 25 de octubre de 1979 se aprobó el estatuto de autonomía del País Vasco que reconoció a la región como una autonomía, que sin embargo forma parte del Estado y reino españoles.
Es en 1980 cuando se celebran primeras elecciones al Parlamento vasco, que ganó por mayoría absoluta el PNV (democristianos, opuestos a la violencia).
En febrero de 1981 ETA renuncia por primera vez a la lucha armada con el fin de negociar la autonomía del País Vasco, sin llegar a un acuerdo.
Tras años de estancamiento en la situación política de la región, el 19 de junio de 1987 el grupo armado dio un salto cualitativo en la utilización de la violencia, al perpetrar el peor atentado de su historia: 21 personas murieron y 45 resultaron heridas al estallar un coche bomba en un supermercado de Barcelona.
Dos años más tarde ETA declara una nueva tregua para comenzar negociaciones con el gobierno socialista de Felipe González.
Otro de las atentados más sangrientos de ETA fue el cometido el 11 de diciembre de 1995 en el barrio popular madrileño de Vallecas, en el que murieron seis trabajadores y 17 resultaron heridos.
Los años que siguieron, durante los mandatos conservadores del presidente José María Aznar, se caracterizaron por la persecución de la izquierda separatista vasca en general, con el cierre de periódicos en euskera, la proscripción de Batasuna por medio de la Ley de Partidos de Madrid, y juicios contra lo que dio en llamarse "el entorno de ETA", lo que dio pie a acusar por el delito de "asociación con banda armada", por ejemplo, a activistas de los derechos de los presos del grupo armado que en sus casi cuatro décadas de operaciones provocó 814 muertos.
ETA lleva más de mil días sin perpetrar atentados mortales. Durante los últimos años la policía insistió en que los principales comandos del grupo habían sido desarticulados.
Armando G. Tejeda, corresponsal.