Censura el maridaje político de Fox con Carlos Salinas
AMLO llama a lograr mayoría en el Congreso
Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador durante su visita de ayer a Catemaco Foto: Carlos Ramos Mamahua
Santiago Tuxtla, Ver., 18 de marzo. La envidia y las malas vibras por las descalificaciones y ataques de Vicente Fox, Carlos Salinas, Roberto Madrazo y Felipe Calderón contra Andrés Manuel López Obrador fueron exorcizadas en la plaza principal de Catemaco, donde el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos dijo a sus seguidores que no habrá de pasar nada, "porque el bien siempre triunfa sobre el mal".
Al recorrer el sur de Veracruz -desde el poblado de Díaz Covarrubias hasta Boca del Río-, el mensaje de López Obrador se centró en la urgencia de modificar la política económica del país y responsabilizó de la ruina en que se encuentran las actividades productivas a los tecnócratas, cuyas decisiones dejaron en el más completo abandono a la mayoría.
Como ha sucedido desde el miércoles pasado, los señalamientos del candidato presidencial se han dirigido a Vicente Fox. Este domingo no fue la excepción, pues acusó al Ejecutivo federal de mantener un vínculo estrecho con Carlos Salinas de Gortari:
"Es una vergüenza, una más de las traiciones de Vicente Fox. En su campaña decía que con 'Salinillas ni al pan', y decía más cosas: que al llegar a la Presidencia iba a investigar a Salinas y a su familia, porque sugería que estaba metido en negocios turbios, y miren lo que son las cosas: terminó empatado con Carlos Salinas, es su asesor. Por eso, ¡qué vergüenza, ciudadano Presidente!"
Al iniciar su trayecto rumbo al puerto de Veracruz, la caravana del candidato presidencial se enfiló de Coatzacoalcos al poblado de Díaz Covarrubias, enclavado en la región cañera, donde sus simpatizantes le gritaban: "¡Existe una burda guerra contra usted, mi Peje!"
Dada la campaña mediática que se ha multiplicado contra el abanderado de la coalición PRD-PT-Convergencia, López Obrador escuchó a Benjamín Fuentes, un campesino que se sumó al respaldo del aspirante presidencial, "porque ahora los privilegiados nos tratan de engañar diciendo que lo que usted representa es un riesgo para el país, pero ya no nos vamos a dejar engañar, vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo y esmero para apoyarlo a usted".
En respuesta, López Obrador dijo que "de corazón" se puede cambiar la política económica, porque el futuro para millones de mexicanos se ha cancelado al favorecerse a unos cuantos privilegiados del poder. Subrayó que para emprender los cambios que propone no basta con ganar la Presidencia de la República, sino que se requiere avanzar con una mayoría en el Congreso federal.
"Necesitamos tener mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado. Se requieren reformas a la Constitución, porque si yo envío una iniciativa no va a ser fácil hacer cambios, y si tenemos mayoría va a ser más sencillo, eso es de sentido común. Van a alegar los abogados, no todos, que no se puede reformar la Constitución para bajar sueldos, pero yo les voy a responder, ya tengo el argumento: cómo, si se fijan los salarios mínimos, ¿por qué no se va a poder poner límite a los sueldos de los altos funcionarios públicos?"
De esa población se dirigió a Catemaco. En esa región de curanderos y brujos, una multitud congregada en la plaza pública dio la bienvenida. Mientras saludaba a sus seguidores, rumbo al templete se topó con el brujo Lucio Chontal, conocido como Lobo Negro, quien lo "rameó" con hojas de romero, sauco, ruda y albahaca para limpiarlo de las malas vibras.
El Lobo Negro le dijo a López Obrador: "es para protegerlo de Carlos Salinas de Gortari, para que usted sea presidente y Carlos Salinas se las vea..." no terminó de pronunciar la frase, porque de inmediato una reportera la preguntó al abanderado de la coalición Por el Bien de Todos:
-¿Qué le pareció esta limpia?
-Yo tengo mi conciencia tranquila, estoy bien con el prójimo, es una protección contra las chachalacas.
Al retirarse rumbo al templete, Lucio Chontal comentó su encuentro con el candidato: "Traía malas vibras y envidias de Carlos Salinas, pero la ruda y la albahaca lo van a sanar".
Ya en el templete, López Obrador se embadurnó el pecho con una loción que elaboró la señora Isabel Aguirre, curandera que lo conoce desde el Exodo por la Democracia de 1993 porque López Obrador pernoctó en su casa. La poción también tiene por objeto limpiarlo de las envidias, "y para que no deje de ser como ha sido".
A pleno sol, mientras dirigía sus mensajes a los pobladores, cerca de él, el doctor Aldo Sánchez Aguirre, hijo de la señora Isabel, refirió que el municipio es gobernado por Sergio Cadena Martínez, quien se "transformó" en perredista después de haber sido miembro del PVEM, haberse convertido al priísmo -en ese partido ganó la alcaldía- y después fue encarcelado por malversación de fondos públicos, "y ahora se vino al PRD, que lo hizo presidente municipal, pero sigue haciendo de las suyas robando dinero de los habitantes del pueblo y aprovechando su posición para impulsar a los candidatos del PRI".
El tercer punto de la gira fue Santiago Tuxtla, donde la crítica se centró en Vicente Fox y su relación con Carlos Salinas de Gortari. Más adelante, en el municipio de Angel R. Cabada, también de la región cañera veracruzana, López Obrador prometió que no se van a cerrar los ingenios azucareros; al contrario, ofreció, se impulsará su producción con objeto de propiciar el consumo del dulce en la elaboración de bebidas y alimentos.
Los niveles de desempleo y el fenómeno de la migración se han incrementado dramáticamente en la entidad, al grado de que, sostuvo, "se ha dado un proceso de degradación progresiva y la falta de empleo se manifiesta en gritos de desesperación y desesperanza no sólo en Veracruz, sino en todo el país".
Otra vez entre los pobres, con los que se reúne y son mayoría entre los que asisten a sus actos, recibió la mayor ovación por su propuesta de bajar las tarifas de energía eléctrica y los precios del gas y las gasolinas.
Antes de llegar a Boca del Río, población donde el perredismo veracruzano tiene escasa presencia, el candidato presidencial reconoció la dificultad de convencer a los habitantes de ese municipio, dado el descrédito de la política y de aquellos que la han ejercido hasta la fecha en la entidad.
Y, efectivamente, ese fenómeno se ha extendido en Alvarado, donde la población desconfía de sus gobernantes. Eusebio Jiménez, un taxista cincuentenario, le reclamó: "ya no queremos mentiras, Peje, te daremos nuestro respaldo, pero no queremos más mentiras como las que nos vino a decir Vicente Fox, porque ese señor nunca nos cumplió".
El candidato se ganó la simpatía de quienes escuchaban, algo así como 2 mil personas, cuando sostuvo que "ahora dicen que soy muy grosero porque les digo que son chachalacas y gritan como chachalacas. Y ya tienen hasta un mensaje donde están dale, dale y dale, comparándome con (Hugo) Chávez (el presidente venezolano), pero nunca van a poder decir que soy inconsecuente y ratero, eso nunca lo van a poder decir".
Antes de viajar a Boca del Río refirió que el gobierno y sus adversarios están desesperados y por eso "hay que ganar por un amplio margen la elección, no vaya a ser que nos quieran hacer de chivo los tamales".