Posiciones conservadoras y creencias personales motivaron la salida de Elena Zúñiga
Diferencias con Abascal, causa de la renuncia de la directora del Conapo
Enfrentó reticencias a la distribución de la píldora del día siguiente
El secretario de Gobernación decidió que el consejo ya no participe en importantes reuniones de la CEPAL
Ampliar la imagen Elena Zúñiga, en imagen captada el 21 de julio de 2004 Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen El secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, en sus oficinas de Bucareli, el pasado 9 de febrero Foto: José Carlo González
Elena Zúñiga Herrera, titular del Consejo Nacional de Población (Conapo), renunció al cargo debido a diferencias con el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, en torno a la forma de conducir la política en esa materia.
''Existen tensiones entre la conducción de una política eminentemente progresista, como la de población (que México aplica por ley desde 1974), y las posiciones conservadoras y creencias personales de funcionarios que ocupan actualmente cargos estratégicos'', advirtió.
En entrevista con este diario, relató los intentos por superar esas posiciones conservadoras, incluido el rechazo de funcionarios a la distribución de la píldora del día siguiente, producto incluido en el cuadro básico de salud, visto por algunos sectores como método abortivo. Al final -lamenta- el Conapo fue relegado, con cierta intencionalidad, a niveles sin precedente. La Secretaría de Gobernación informó de la separación del cargo a través de un breve comunicado en el que no se precisó la causa de la renuncia.
Vaso derramado
En realidad, la ''gota que derramó el vaso'' -como ella misma define- fue la decisión de Abascal de que Conapo no asista a importantes reuniones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de la Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, aun cuando la vicepresidencia del encuentro global recae en Zúñiga.
En esas cumbres se evaluarán los alcances y retos del plan de acción delineado en El Cairo en 1994, en los cuales el Consejo Nacional de Población siempre ha mantenido posiciones de avanzada, con estricto apego a las leyes mexicanas, afirmó.
De igual forma se promoverá que los Estados garanticen condiciones adecuadas de salud cuando ocurra un aborto, y se asegure a los jóvenes acceso a la información sobre salud reproductiva y métodos de planificación familiar.
Desde el punto de vista de Zúñiga, aceptar la exclusión del Conapo en los foros en los que este órgano ha sido rector ''es aceptar su debilitamiento institucional, cuando, por el contrario, las tareas que enfrenta demandan su fortalecimiento''. De ahí la decisión de Zúñiga Herrera, quien es especialista en demografía con 25 años de trabajo en este ámbito, y totalmente convencida de que la política de población es un instrumento de Estado que realiza contribuciones fundamentales al bienestar de las personas, las familias y de la sociedad en su conjunto: mayor participación social de las mujeres, fortalecimiento de una paternidad responsable e impulsora del ejercicio de derechos humanos tan elementales como decidir el número y espaciamiento de los nacimientos.
En ese importante tema, explica la ex funcionaria, no se trata de caer en confrontaciones personales, sino dejar en claro que la política de población de México está sustentada, desde hace muchos años, en el binomio libertad-responsabilidad.
''Ese eje rector -agrega- pone énfasis en las mujeres para que sean las que decidan sobre su sexualidad o el número de hijos que desean tener, más allá de concepciones conservadoras o patriarcales sobre la reproducción.''
En México, comenta, los beneficios de la planificación de la natalidad son más que evidentes. Más allá de las ideologías, la realidad se impone: 74 por ciento de las mujeres en edad fértil utilizan métodos anticonceptivos. Sin embargo, en áreas rurales los rezagos continúan y las mujeres siguen muriendo o ven morir a sus hijos recién nacidos por falta de acceso a esquemas de salud reproductiva. Además, siguen aumentando los embarazos no deseados en adolescentes.
''Estamos frente a un problema de equidad, no de objetivos demográficos. Por eso el Estado mexicano tiene la obligación de brindar información y atención para la salud reproductiva'', dijo.
Sustento constitucional
Cabe señalar que los principios básicos en los que se inspira la política de población mexicana emanan del artículo cuarto constitucional, el cual a la letra dice: ''(...) Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. Toda persona tiene derecho a la protección de la salud''.
Con sustento en la Carta Magna, en 1974 se reformó y adicionó la Ley General de Población, cuya disposición crea el Conapo. Este organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación tiene entre sus tareas fundamentales asegurar que la población cuente con información y acceso a los métodos de planificación familiar, como condición para avanzar en la equidad y la justicia social. Todo ello con base en el Programa Nacional de Población, delineado en el primer año del sexenio foxista.
Pese a los múltiples objetivos y tareas del Conapo, que lo mismo incluye proyecciones de la población y manejo de indicadores demográficos (migración, marginación, desarrollo humano, entre otros) que servicios de información como Planificatel, no participó en las decisiones estratégicas.
"En estos ocho meses (de la gestión de Abascal Carranza) la participación del Consejo Nacional de Población en ese ámbito fue sumamente marginal. Se han dado algunas señales que sugieren cierta intencionalidad de debilitar el quehacer del Conapo, como es la insuficiente difusión de los avances del Programa Nacional de Población, la poca presencia en medios masivos de comunicación de los mensajes educativos que produce la institución, la ausencia de la secretaria general de Conapo en los grupos de discusión sobre la anticoncepción de emergencia que realizó la SG, y ahora, eliminar su participación en los foros internaciones sobre temas de población.