Los indígenas realizaban excavaciones sin protección; otro obrero está herido
Derrumbe en una mina de ámbar en Simojovel, Chiapas, deja 2 muertos
Simojovel, Chis., 18 de marzo. Dos indígenas tzeltales murieron y uno más resultó lesionado debido al derrumbe en una mina de ámbar ubicada en la comunidad de Chapayal, informaron familiares de las víctimas.
Ricardo Cancino Coutiño, quien resultó lesionado, explicó que los hechos ocurrieron a las 15 horas del viernes, cuando, junto con otras cuatro personas excavaba en la cueva para extraer la resina, sin protección alguna como lo hacen miles de campesinos en esta zona.
Dijo que los muertos son Francisco Gutiérrez Méndez y Rubén Mendoza Luna, quienes junto con los menores Trinidad Gutiérrez Núñez y Mariano Núñez Gutiérrez, y él mismo, empezaron a excavar a las 7 de la mañana.
Cerca de las 15 horas, "de repente como que se aflojó la tierra, se escuchó un ruido y gritos de Francisco y Rubén, que me decían 'sácame', pero yo estaba prensado con la tierra, y ya no se pudo hacer nada porque murieron rápido", comentó afuera del Ministerio Público, adonde acudió a declarar esta tarde junto con familiares de las víctimas.
Manifestó que él y los dos menores salvaron la vida porque iban dos metros atrás de Francisco y Rubén. "Me cayó un poco de tierra que me causó una herida en el pie izquierdo, por lo que me tuvieron que sacar; yo mejor voy a regresar a trabajar la milpa", comentó.
Martín Guzmán Gutiérrez, habitante de la comunidad que se localiza a tres horas y media de la cabecera municipal, aseveró que los cuerpos de los dos indígenas fueron rescatados una hora después del derrumbe. "Estaban aplastados cuando los encontramos", dijo.
Cientos de familias de este municipio, ubicado en el norte de Chiapas, se dedican a la extracción de ámbar, resina fósil que de unos años a la fecha se comercializa en grandes volúmenes. En los cerros, los campesinos que se dedican a este oficio, que les deja algunos ingresos extra, van "siguiendo la veta del ámbar" con picos, cinceles y marro.
Florinda Jiménez Méndez, esposa de Rubén, comentó que su marido trabajaba casi todo el día. "Salía de la casa como a las seis de la madrugada y regresaba a la seis de la tarde, pero ayer ya no lo hizo. "Todo se perdió en la cueva: su pico, la pala y el cincel, hasta sus zapatos quedaron enterrados", dijo sollozando y en su lengua materna esta mujer que va descalza.
Vestida con su ropa tradicional, la indígena solicitó ayuda de alguna autoridad pues tiene cinco hijos y no tiene cómo sostenerlos. Los cuerpos fueron sepultados la tarde de este sábado en la comunidad de Chapayal.
En la zona norte de Chiapas se explotan unas 500 minas de ámbar, donde trabajan no más de diez personas en cada una. La mayoría pertenecen a particulares quienes las alquilan a los que deseen trabajarlas, generalmente indígenas pobres de las localidades, quienes llevan a sus hijos pequeños a ayudarles. Se calcula que al día obtienen entre 80 y 120 pesos