La causa es el desorden en el manejo de los recursos hídricos, dice
En riesgo, crecimiento en el norte y centro de México, advierte el BM
Ampliar la imagen Ceremonia mazahua realizada en el Encuentro de Pueblos y Organizaciones Indígenas en Defensa del Agua. El ritual se realizó para pedir que se protejan los recursos hidráulicos Foto: Guillermo Sologuren
En el caso de México, el Banco Mundial (BM) advirtió ayer que, si bien nuestro país presenta "un sólido" historial de ordenación de recursos hídricos e instituciones conexas, así como una legislación moderna sobre el tema, el rápido crecimiento de la población, el agotamiento de los acuíferos subterráneos, los deficientes sistemas de riego y la contaminación del agua ponen en riesgo el crecimiento en las regiones más dinámicas del norte y centro de México.
Agregó que, en términos generales, se requiere una "plataforma mínima" de inversiones para contribuir a la seguridad del agua, para garantizar que el líquido afiance, y no socave, el crecimiento económico. Esta plataforma consiste en una combinación de inversiones en infraestructura, administración eficiente y un sólido gobierno institucional.
Kathy Sierra, vicepresidenta de Infraestructura del BM, sostuvo que esta "plataforma mínima" resulta esencial para los países pobres, si es que buscan utilizar sus recursos hídricos de una manera efectiva y alcanzar rápidamente el crecimiento económico, con el propósito de favorecer a un amplio sector de su población.
Exhortó a los países ricos, que en su mayoría otorgan financiamiento para ese tipo de inversiones, a ser cuidadosos en no imponer sus propias políticas "de una manera inapropiada", mientras que los países pobres deben reconocer que la infraestructura, por sí misma, no es la solución, sino que debe imponerse una administración eficiente.
Todos los países ricos han alcanzado la seguridad básica del agua mediante el suministro público, y lo han hecho fundamentalmente con recursos públicos y una equilibrada participación privada en el financiamiento, recordó. Por ello, insistió en que los fondos públicos destinados a asegurar el recurso a la población seguirán siendo esenciales, pero no bastarán para cubrir la escala de inversiones que se necesitan, por eso el sector privado tiene un importante papel complementario.
El tema de la combinación del financiamiento, tarifas y subsidios también fue abordado en la mesa Debate entre la administración pública y privada de los servicios de agua potable. José Angel Gurría, director designado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), explicó que en su pasada reunión, el Grupo de los Ocho (los países más ricos del mundo) dijo que iba a ayudar a los países en los asuntos hídricos, pero "no hay nada, ninguna oferta", y por eso la pretensión del cuarto Foro Mundial del Agua es lograr que los líderes del mundo pongan en sus agendas el tema del recurso y se centren en su problemática.
Ante delegados de Africa, Asia y Europa insistió en que los gobiernos deben desarrollar políticas sólidas para abordar el asunto del agua y desarrollar instrumentos financieros y mercados de capital más adecuados, en los que participen operadores pequeños para financiar algunos proyectos, de esa manera se logrará que el recurso llegue a los más pobres.
Eso implica también que establezcan una combinación adecuada de las tarifas, subsidios y financiamientos externos. Hablar de las tarifas es como si se tocara al demonio, pero no se ha considerado que forman parte del financiamiento necesario para garantizar el agua a la población, sobre todo a la que paga muy alto por ella por no tener acceso al líquido.
Michel Camdessus, ex presidente del Banco Mundial, comentó que se ha estimado que para cubrir la demanda del líquido en la agricultura se requieren 40 mil millones de dólares anuales. Además hay que esforzarse más para modernizar los esquemas de irrigación ya existentes y desarrollar complejos sistemas para captar el agua de lluvia.
Advirtió que la agricultura peleará cada vez más con los asentamientos urbanos por el agua, por ello es necesario buscar una readaptación de las fuentes de financiamiento ya existentes e involucrar a los campesinos para enfrentar esa situación, así como el asunto de la escasez del líquido por el cambio climático.
También el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, asentó que hay grandes necesidades de inversión para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio en agua potable y saneamiento; sin embargo, también se requiere contar con las políticas e instituciones adecuadas que permitan una gestión integral del recurso.
En el panel Implementación de la gestión integrada de recursos hídricos, Moreno destacó que el acceso universal al líquido no debe estar en conflicto con su uso eficiente, con el cobro del servicio de acuerdo a la capacidad de pago del usuario y al uso que se da al recurso. Recomendó a los gobiernos mejorar la eficiencia financiera y operativa mediante de la creación de incentivos; atraer nuevas fuentes de financiamiento, y hacer un uso eficiente de los recursos financieros de los donantes y fuentes multilaterales.
Aclaró que el BID sólo puede destinar hasta millón y medio de dólares para financiar un proyecto que no se limita a la infraestructura hidráulica, pero también está trabajando en crear un fondo para atender los desastres naturales en América Latina y el Caribe, ligado con temas como "códigos de construcción, porque muchas veces hay que movilizar familias que están en zonas de peligro a otras regiones, para que tengan menor riesgo", por ejemplo.
Ayer también se presentaron los gobernadores de Baja California, Guanajuato, Quintana Roo, Durango, Veracruz, Tabasco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guerrero, Chihuahua, Nuevo León, Nayarit, Oaxaca, Zacatecas y el jefe del gobierno capitalino, quienes expusieron la problemática de falta de infraestructura hidráulica y los diversos problemas del recurso.
El gobernador de Baja California, Eugenio Elorduy, al hablar del caso del revestimiento del canal Todo Americano, que significaría "la muerte" del valle de Mexicali, dijo que será la "primera guerra de agua entre México y Estados Unidos".
Mencionó que el gobierno de George W. Bush pretende iniciar la obra de revestimiento en junio de este año, lo que provocaría que no se filtrara el agua para la agricultura en el lado mexicano, y ello implicaría dejar sin actividad productiva a 55 mil agricultores, más los efectos económicos en la región.