Países desarrollados guían la recomendación de incrementar inversiones en cada nación
Desdeñan en la cumbre propuestas populares y de ambientalistas
El documento tampoco se refiere al derecho al agua que demandan organizaciones sociales
Para que los países en desarrollo alcancen las metas y objetivos acordados internacionalmente respecto del agua, se requiere un incremento "sustancial" del financiamiento por parte de todas las fuentes, sobre todo a escala nacional, sostiene la declaración ministerial del cuarto Foro Mundial del Agua, que hasta el momento ha contado con el visto bueno de los representantes de 120 países.
Dicha declaración, que se dará a conocer al final de este foro, el próximo miércoles 22, apuesta por el continuismo de los objetivos fijados hace tres años, en el tercer Foro Mundial del Agua realizado en Japón, y no da lugar a las exigencias, propuestas y análisis de los pueblos, grupos ambientalistas y organizaciones sociales. Tampoco hace referencia al derecho al recurso, que ha sido una de las banderas principales de las organizaciones no gubernamentales. Eso sí, llama a los gobiernos a adoptar una postura "en favor de los pobres", y subraya la necesidad de incluir el agua y el drenaje como prioridades en los procesos nacionales, particularmente "en las estrategias de reducción de la pobreza".
Aprobación unánime
Fuentes diplomáticas confirmaron a La Jornada que, como es costumbre en los encuentros diplomáticos, la declaración fue consensuada de antemano, en este caso por parte del gobierno mexicano, y que hasta ahora ha contado con la aprobación de prácticamente todos los países asistentes. Además, señalaron la influencia directa de los organismos financieros internacionales en la redacción del documento.
Por ejemplo, los ministros reafirman su compromiso para alcanzar las metas acordadas a escala internacional sobre la administración integral de recursos acuíferos; el acceso al agua potable y a la sanidad básica, incluidas en la Declaración del Milenio y el Plan de Implementación de Johannesburgo, diseñado hace seis años, y reiteraron la urgente y continua necesidad de alcanzar esas metas y mantener un registro de los progresos en su aplicación, incluyendo el objetivo de reducir a la mitad, para 2015, la cifra de personas sin posibilidad de obtener agua potable. También reafirman su respaldo a las decisiones de la comisión de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas, y la necesidad de fortalecer la acción del organismo internacional respecto del recurso en todos los frentes.
Por otra parte, reiteran su compromiso de que los gobiernos juegan el papel principal en la promoción de un mejor acceso al agua potable y el saneamiento básico, por medio de mejoras en el gobierno y administración a todos los niveles, entornos apropiados y entramados normativos, adoptando una postura "en favor de los pobres y la participación activa de todos los involucrados".
Por supuesto, reconocen la importancia de las políticas nacionales e internacionales que apoyan y fortalecen la construcción de la cooperación y la capacitación a todos los niveles para aliviar los desastres ocasionados por el agua, incluyendo la prevención, evaluación de riesgos, concientización de las comunidades, estrategias y respuestas.
También el "importante papel" que juegan los legisladores y las autoridades locales en varios países para incrementar el acceso sustentable al agua y servicios de saneamiento, así como su respaldo a la administración integrada de los recursos acuíferos.