La empresa pertenece a un colombiano que ve en México "un gran mercado"

En Polanco, la primera tienda de ropa blindada en el mundo

No es que el país sea violento, sino que tiene problemas de seguridad, además de que hay muchos ricos: Miguel Caballero

Entre sus clientes, "varios de los candidatos a la Presidencia"

JUAN JOSE OLIVARES

La primera "tienda de ropa blindada en el mundo" abrirá en aproximadamente tres semanas en la colonia Polanco ("a media cuadra de la avenida Masarik").

Se trata de la empresa -en la que laboran más de 60 personas- del colombiano Miguel Caballero, quien tiene entre sus clientes al presidente de su país, Alvaro Uribe; al de Venezuela, Hugo Chávez; a Víctor González Torres, el Doctor Simi, y a "varios de los candidatos a la Presidencia de México", que por razones de seguridad, dice Caballero, no revela sus nombres.

Miguel Caballero también es proveedor "del ejército, la policía, la Armada, y de la fiscalía colombianas. El 90 por ciento de los chalecos son vendidos por nosotros, pero ese aval lo hemos ganado por la calidad de nuestros productos, por pruebas, por precio, son licitaciones públicas que hemos ganado, aunque tenemos una estrategia de vender más en el extranjero que en Colombia. Del cien por ciento de las ventas, 20 por ciento son para Colombia", asegura en entrevista con La Jornada vía telefónica.

México "es mi principal objetivo actualmente, pero no significa que sea el país más violento o el de mayor delincuencia. Lo que digo es que México es un país con problemas de seguridad, además, es de las naciones con mayor número de ricos. En ese orden de ideas hay una oportunidad de mercado como la puede llegar a tener Hugo Boss, Armani, Cartier o cualquiera que esté dirigido a un estrato alto. Es un mercado importante que sigue siendo prioritario, y por eso le prestamos toda la atención del mundo".

Agrega: "México, al igual que Brasil o países del Medio Oriente (árabes, sobre todo) pueden estar en nuestra prioridad si tenemos en cuenta que estamos dirigidos a un nivel alto".

Caballero, quien vende en Europa, Estados Unidos y América Latina, tiene información de un estudio de mercado que dice: "entre 25 y 30 por ciento de la población es rica en México. Desde hace unos años, el Aeropuerto Internacional de Toluca es el que tiene el mayor número de jets privados en el mundo; además, de las cien familias más ricas que existen en el mundo -según publica la revista Fortune- más de 20 están en México. Lo que quiere decir que es un país para un producto de gama alta como el nuestro".

-¿Se aceleró la apertura de su tienda en México por las campañas políticas?

-Si bien hemos tenido contacto con varios candidatos no se aceleró el proceso de abrir la tienda por eso. Estamos enfocados en el sector privado del estrato alto de México, en el que pueden estar tanto los políticos, como los industriales, comerciantes, o personas que por su actividad pueden tener algún riesgo ante la delincuencia.

Dice: "Hemos venido adaptando el producto para las necesidades mexicanas, más por el gusto que tienen los mexicanos, que a comparación de otros países es muy bueno".

El precio de las prendas oscila entre 500 y 2 mil 500 dólares, pero dice Caballero: "¿Cuánto vale nuestra vida? Cada persona le da un valor diferente a su vida. Hay una relación en cuanto al diseño del producto (que se hace sobre pedido) su desarrollo y hay una normatividad con base en la cual certificamos la ropa para que aguante cierto tipo de munición".

Algunas de las preguntas más frecuentes

Después de que un chaleco recibe impactos sigue sirviendo, ya que "el panel balístico está desarrollado para resistir un impacto cada cinco centímetros. La vida útil de un chaleco es de dos años, sin embargo, no depende del material del blindaje en sí, que posee una vida útil de 10 años, sino del tipo de munición, que evoluciona cada cinco años. Un chaleco blindado resiste alrededor de 300 grados centígrados y contacto directo con la humedad. El área de prenda blindada es de 80 por ciento en la parte más vulnerable, que corresponde al abdomen y la espalda, pues son las zonas de más alto riesgo en un atentado". Se utilizan tallas pequeña, mediana, grande y extra grande.

Miguel Caballero maneja varias líneas de ropa: La platinum, gold, classic, desminada y unlimited. Platinum está dirigida a "presidentes, dignatarios, empresarios, altos ejecutivos, dirigentes estatales, diplomáticos y personajes que exigen discreción, comodidad y flexibilidad". Su peso oscila entre 1.2 y dos kilos. La gold "tiene diseños casuales dirigidos a asesores de seguridad, a personas de riesgo medio. Estas prendas pesan entre dos y tres kilos".

La classic "protege a personal de instituciones gubernamentales o fuerzas militares, como ejército, fuerza aérea, armada, policía e investigadores, prima la alta duración y sus accesorios. Desminados es una línea cuya característica es la absorción de energía en cargas bajas, tales como minas antipersonales. Tiene cascos, sobrebotas y botas cómodas. Y la unlimited, que son chaquetas, pantalones y chalecos para motociclistas, además de impermeables.

El efecto que se produce en un cuerpo al recibir un impacto se llama traumática y con el chaleco no puede ser mayor a 44 milímetros.

Productos para gente VIP

Miguel Caballero asegura que su mercancía "no tiene relación con la violencia que vivimos en Colombia. Yo no vendo armas, no promuevo la guerra, simplemente inventé un producto que satisfizo la necesidad del personaje VIP (persona muy importante, por sus siglas en inglés) que hoy no quería ponerse un chaleco antibalas. Que nuestros productos hubieran nacido en Colombia o en otra parte del mundo dice mucho y no dice nada, porque hoy, casualmente, las empresas que nos quieren copiar están en Estados Unidos. Se ha estigmatizado a Colombia, donde sí hay problemas de violencia y delincuencia, pero no significa que por ello hubiéramos salido de acá. Como vivimos ese problema tuvimos el aprendizaje y queremos darle al mundo una solución".

Este negocio surgió cuando Miguel Caballero observó que uno de los guardaespaldas de una compañera de universidad, en Bogotá prefería asumir riesgos usando bellas chaquetas de cuero en vez de sus incómodos chalecos antibalas, que dejaba en los autos. Ahora incluso vende sotanas para sacerdotes "amenazados por sectas satánicas".

Sobre si es ropa incómoda dice: "quien no se la ha puesto o el que se ha puesto las prendas que no son las nuestras, o las copias viles que salen ahora en el mercado, puede decir eso."

Miguel Caballero vende chamarrras, chalecos, guayaberas, ropa interior, camisas, y ya tiene una línea de ropa femenina. Todas se hacen sobre pedido.