Michel Camdessus asegura que el sector privado no es el enemigo
Peligroso para las personas mantener gratuito el líquido, dice Ténière-Buchot
Fascista, denominar privatización a la administración del recurso, dice el CMA
Ampliar la imagen Michel Camdessus y Pierre Fréderic Ténière-Buchot presentaron el libro Agua para todos, editado por el Fondo de Cultura Económica Foto: José Carlo González
"Estoy sorprendido por la palabra 'privatización'. Al parecer está de moda en Latinoamérica usar la expresión 'privatización', lo cual no ocurre en el resto del mundo. Es una especialidad local", dice en entrevista Pierre-Fréderic Ténière-Buchot, presidente del Consejo Mundial del Agua (CMA). Y va más lejos: "Es simple propaganda. Y, como europeo, me parece una manera muy fascista de hablar de la administración del agua."
El Fondo Monetario Internacional (FMI) "nunca dijo que había que privatizar el agua", dice, por su parte, el ex director general de este organismo, Michel Camdessus. "Al menos 90 por ciento del agua es pública y está bien así".
Pero eso no significa que debería de ser gratuita.
El presidente del CMA plantea que "la privatización no es el problema real. El verdadero problema es cuánto se paga por el agua. En México se paga aproximadamente 20 pesos el metro cúbico. Es 10 veces más barato (de lo que cuesta). ¿Quién paga los pesos que faltan? ¿(Dinero) privado?, ¿público? No sé. Simplemente digo que el verdadero problema es que no se paga lo que cuesta a las autoridades traer el agua."
Ténière-Buchot afirma que se "deben aumentar las tarifas, los impuestos, lo que haga falta, porque el agua gratuita es muy peligrosa para las personas, para la salud pública, para el Estado. Si no pagas por el líquido su valor normal, te metes en muchos problemas".
Pero aclara que está "en favor de agua gratuita para los pobres y que la industria y los ricos (paguen) el doble o el triple".
Se requiere "desigualdad, no igualdad, porque el agua es un bien desigual. La responsabilidad del Estado es organizar, mediante herramientas fiscales, la desigualdad, transferir el dinero de donde hay a donde no hay".
Ambos presentaron en nuestro país el libro Agua para todos (Fondo de Cultura Económica), del cual son coautores. En esta publicación afirman que es posible, tanto en términos financieros como tecnológicos, que los millones de personas que hoy no tienen acceso al agua potable la tengan.
Respecto del foro, Camdessus opina que le parecen "muy oportunos los temas que se escogieron (ya que es importante) hacer que la gobernabilidad del agua cambie y que se dé más énfasis a lo local que a lo global o estatal; hacer que se preste más atención al saneamiento del líquido porque ahí es donde la dignidad de las personas sufre, ahí es donde la salud de la gente se afecta. Estos son cambios muy importantes: hacer que la gente, los gobernantes del mundo se den cuenta de que las Metas del Milenio son asequibles ("reducir a la mitad la cantidad de gente sin acceso sostenible a agua potable segura"), se cambien las prioridades y se preste a este problema toda la atención que requiere, ese sería un gran logro que me gustaría que se atribuyera al foro".
El enemigo no es el sector privado, aseguran ambos. En cambio, una de las "legiones de demonios" a combatir es la "corrupción y la flojera". Que, dice Camdessus, "no son monopolio mexicano, están muy bien distribuidos en el mundo".
"El agua es una prioridad tan fundamental que si el Estado no pone atención puede haber problemas. Eso está bien, es un incentivo excelente. Y es que, ¿qué es más importante que el recurso? La vida, claro. Pero el agua es vida. Nada es más importante que el líquido", concluye el presidente del CMA.
Agua para todos también tiene como coautores a Bertrand Badré, consejero diplomático de Francia para Africa, e Ivan Chéret, quien fue miembro del Comité Técnico del Global Water Partnership.