Defenderla, tarea de pobres y ricos: Danielle Mitterrand

Agua para todos, sólo con justicia y equidad

La concesión al sector privado, un fracaso, afirma

LAURA POY SOLANO

Sólo con principios de justicia y equidad, que permitan que el agua sea para todos y no sólo para quienes pueden pagar por ella, podremos enfrentar la "grave" situación que vivimos, que involucra a todos los ciudadanos, "porque pobres o ricos, la defensa del recurso es una tarea que nos concierne a todos", afirmó Danielle Mitterrand, ambientalista y fundadora de la organización France Liberté.

Es urgente, indicó, que ante los proyectos de privatización reaccionemos y presentemos propuestas para que el agua sea accesible a todos en el mundo. "Proponemos la gratuidad para los primeros 40 litros diarios de consumo por persona, y el costo de un consumo superior tendrá que ser repartido entre todos los usuarios, no sólo domésticos, sino de los sectores industrial y agropecuario, que deben pagar mucho más".

En entrevista con La Jornada, Mitterrand señaló que después de realizar un análisis del modelo privatizador impulsado por el Banco Mundial y el Consejo Mundial del Agua, "podemos concluir que la concesión al sector privado de los recursos hídricos fue un fracaso.

"En Francia, donde creció el modelo privado, es rechazado por la sociedad y tenemos que hacer saber esto a la gente que podría tener la idea de privatizar el sector, porque podemos presentar argumentos muy fuertes sobre este fracaso."

Destacó que la solidaridad internacional es "esencial para cambiar la política mundial actual, que margina a gran parte de la población en América Latina y el mundo. Sin ella no habrá solución, por lo que los pueblos deben consolidarla por el bien de todos".

Participación ciudadana

Al participar en el simposio sobre Mejoras en el suministro público del agua, convocado por la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (Comda), Trasnational Institute y Corporate Europe Observatory, entre otras instancias, ambientalistas, organizaciones civiles y sindicalistas de América Latina, Europa y Asia se pronunciaron por modelos alternativos de gestión pública del agua, en los que se privilegie el control social, la transparencia en el uso de los recursos públicos y mayor eficiencia en la administración pública del recurso.

Silvano da Costa, presidente de la Asociación Nacional de los Servicios Municipales de Saneamiento de Brasil, indicó que es necesario avanzar en la consolidación de un control social del servicio público de agua potable, en el que se involucren los ciudadanos en la fiscalización, planeación y regulación.

"Los servicios públicos deben estar más abiertos para recibir a la población en todas las fases y compartir con ella todas las etapas de la gestión, porque no basta con que los organismos de control del agua sean públicos, es necesario que realicen un buen trabajo y se optimicen los recursos."

En el caso de Brasil, indicó, hemos logrado que la gestión pública del agua sea exitosa no sólo en municipios con grandes poblaciones, como Porto Alegre, sino en pequeñas localidades, porque aplicar el modelo de solidaridad y gestión público-público, en el que existe estrecha colaboración entre instituciones y organismos civiles, "permite consolidar alternativas exitosas frente a la privatización".

Guillermo Amorebieta, del Sindicato de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires, señaló que las experiencias "privatizadoras que se vivieron en el cono sur en la década de los 90 fracasaron y fueron un claro ejemplo de la expoliación de los recursos públicos, que ocasionó más pobreza y endeudamiento".

Agregó que los ejemplos de Uruguay, Bolivia, Venezuela y Brasil "demuestran que las alternativas de modelos de gestión pública y ciudadana son posibles y exitosos ante una mayor participación de la gente en la toma de decisiones".

Santiago Arconada, sindicalista y dirigente del proyecto de las Mesas Técnicas del Agua en Venezuela, señaló que con la creación del modelo ciudadano de gestión "se asegura más transparencia en el uso de los recursos públicos y mayor grado de eficacia en las acciones de gobierno vinculadas al líquido".

Una premisa básica de su éxito, afirmó, es la voluntad política de autoridades locales y federales para fomentar la participación ciudadana como un modelo "posible, en que las comunidades se apropian del proyecto y se establece como una acción conjunta de gobierno y ciudadanos".

Por su parte, Hilda Salazar, integrante de la Comda, afirmó que una de las tareas fundamentales para establecer modelos alternativos en la gestión pública del agua es "quebrar el discurso ideológico del modelo neoliberal de privatización del recurso, que sólo ve la solución mediante la inversión y las grandes obras, cuando existen alternativas exitosas en comunidades y municipios que pueden ser aplicados a las grandes ciudades, si recuperamos un modelo de organización en el que se incluya al ciudadano".