El ataque, con apoyo de Washington y Londres, afirma el premier Ehud Olmert
Califica Abbas de "crimen imperdonable" el asalto israelí a la cárcel de Jericó
Jericó, 15 de marzo. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, calificó hoy aquí de "crimen imperdonable" el asalto israelí a la prisión de Jericó, mientras el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que contó con el apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña en la operación militar para capturar a seis miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina, entre ellos su líder Ahmad Saadat, recluidos en esa cárcel.
Abbas rechazó cualquier responsabilidad por lo sucedido y sostuvo que fue un "crimen imperdonable y un insulto al pueblo palestino", durante una visita al centro de detención de Jericó, Cijsordania, destruido tras un sitio israelí de nueve horas.
Denunció que la operación estuvo coordinada entre Israel y los observadores internacionales, éstos a cargo de la prisión, la que abandonaron a las 9:20 horas, 10 minutos antes de empezar el asalto. "¿Cómo podemos explicar eso?", se preguntó.
El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, justificó y defendió la decisión de retirar a los observadores de la prisión porque, dijo, su seguridad estaba en riesgo, pero rechazó que haya sido el resultado de una confabulación con Israel.
Durante su comparecencia semanal ante la Cámara de los Comunes, Blair explicó que en los últimos tres meses se dio aviso a Abbas de que el personal sería retirado debido a las malas condiciones de seguridad y las violaciones del acuerdo de 2002.
Abbas rechazó las explicaciones de Blair al señalar que sólo "daban reportes semanales en los que se quejaban de pequeñas violaciones, como que alguien tenía un teléfono móvil o había sido visitado, nunca hablaron de nada serio".
De todo todos, Blair reiteró que su gobierno respetará completamente el mandato de obtenido por Hamas durante las elecciones palestinas del 25 de enero.
Por su parte, Olmert, señaló que Washington y Londres dieron su "total apoyo" a la acción militar, y señaló que "todo el mundo ha juzgado que la ANP es responsable y ha dado su total apoyo a la decisión que tomamos y a la forma en que se llevó a cabo la batalla. Los resultados han mostrado al mundo que los terroristas serán juzgados", apuntó.
El ministro de la Defensa, Shaul Mofaz, afirmó que la operación contra la prisión no tuvo ninguna motivación electoral, en alusión a los comicios del próximo 28, en los que Kadima, de Olmert, se perfila favorito.
La acción israelí provocó una ola de violencia y secuestros sin precedentes en los territorios palestinos, donde este miércoles fueron liberados los últimos cuatro extranjeros secuestrados en represalia al operativo en Jericó: dos franceses, un surcoreano y un canadiense.
En Gaza y Cisjordania se acató una huelga general; escuelas y comercios cerraron y miles de personas salieron a las calles con retratos de Saadat, quien fue condenado por el asesinato del ministro israelí de Turismo, Avraham Zeevi, en octubre de 2001.
Entre los seis palestinos capturados en el asalto a la prisión, en el que dos resultaron muertos, se encuentra un responsable del partido Fatah, Fuad Chubaki, encarcelado por tráfico de armas.
La Unión Europea reiteró su preocupación por el asalto a Jericó, mientras Austria llamó a Israel y a la ANP a la moderación y a considerar los efectos de las medidas para evitar una mayor escalada. También hubo condenas de países árabes, así como del Consejo de Cooperación del Golfo.