ALDF: anomalías en el gasto 2004 de la Cuauhtémoc
La Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) detectó diversas irregularidades en el gasto ejercido en 2004 por la delegación Cuauhtémoc, que van de la falta de documentación comprobatoria en la compra y entrega de bienes hasta la adquisición de despensas por más de un millón de pesos a empresas fantasma.
La auditoría realizada a la partida 4105 (ayudas culturales y sociales) detectó anomalías que implican violaciones a diversas normas legales. En este caso se revisaron 685 pólizas-cheques que avalan 35 millones 247 mil pesos, es decir, 30 por ciento del total ejercido ese año.
La irregularidad más grave es la compra de 5 mil 875 despensas por un millón 175 mil pesos. Al revisar las 19 facturas presentadas se detectó que fueron emitidas por una empresa creada en enero de 2004, con domicilio fiscal en Puebla; sin embargo, fueron impresas en Veracruz el 27 de agosto de 2004.
El órgano fiscalizador destacó que 18 facturas fueron expedidas antes de la fecha de impresión y no desglosan los productos ni su costo unitario.
En el Registro Público de la Propiedad de Puebla se informó a la contaduría que la empresa proveedora de las despensas no tiene el domicilio que señalan las facturas y que su ramo es la construcción, automatización y reparación de plantas industriales para la industria petrolera, química y de la transformación".
Más irregularidades
En la revisión de las 685 pólizas-cheques se detectaron otras "debilidades". Entre otras, que "las operaciones relacionadas con los procesos de adquisición se efectuaron sin verificar que éstas se ajustaran a los montos de actuación y no se sometieron al Subcomité de Adquisiciones arrendamientos y prestación de servicios, cuando así correspondía".
Otro punto que se corroboró es que en 53 operaciones para comprar despensas, juguetes, dulces, libros y blancos y contratar diversos servicios -un curso de capacitación, alquileres y artistas por 100 millones 463 mil 300 pesos- se expidieron cheques a nombre de proveedores de bienes y prestadores de servicios, y no como cuentas por liquidar certificadas a nombre del beneficiario.