Temen aumente abstención por paro armado rebelde
Cuidarán hoy los comicios más de 200 mil militares colombianos
Bogotá, 11 de marzo. En medio de un impresionante operativo militar en que participan más de 200 mil soldados y policías, Colombia vivirá este domingo una de las jornadas electorales más candentes de los últimos años, con medio territorio nacional semiparalizado por acciones guerrilleras y la amenaza de una masiva irrupción de paramilitares y narcos en el nuevo Congreso.
De los casi 22 millones de ciudadanos habilitados para votar, se calcula que solamente irán a las urnas unos 10 millones de colombianos, la mayoría de ellos habitantes de los principales centros urbanos.
Según la mayoría de analistas políticos, la larga tradición de abstenciones altas puede aumentar en estos comicios, debido al clima de violencia que impera en centenares de municipios, especialmente en el sur y el oriente del país.
Alirio Calderón, ex alcalde de Puerto Rico, poblado del departamento del Caquetá con antigua presencia guerrillera, alertó sobre los altos índices de abstención que habrá en su región, al tiempo que calificó de grave error el hecho de que los votantes deban marcar el dedo índice de su mano derecha después de sufragar.
"En muchas zonas rurales del país esa señal puede ser una condena a muerte", advirtió el ex edil.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han paralizado el transporte en carreteras y ríos de la vasta región amazónica colombiana, así como las vías de departamentos andinos como Quindío, Caldas y Antioquia. También han dinamitado torres de energía y oleoductos y tomado numerosas poblaciones con saldo de decenas de militares y civiles muertos.
El gobierno ha descartado que las elecciones estén amenazadas, al tiempo que ha llamado a la población a votar "para derrotar al terrorismo" y militarizado el territorio nacional. Esta capital amaneció hoy poblada de patrullas militares que recorrían las calles fuertemente armadas, lo que daba la sensación de una ciudad en guerra.
Según analistas locales y voceros de los partidos políticos, las elecciones de este domingo serán el mejor termómetro para saber si los colombianos están tan decididos a relegir al presidente Alvaro Uribe como aseguran las encuestas, o si se inclinan por nuevos caminos para solucionar el problema que los desvela desde hace varias décadas: la guerra.
"Este es un pulso crucial y el lunes habrá más de una sorpresa", vaticinó el dirigente del Polo Democrático, Carlos Lozano. Según éste vocero de la izquierda, los votantes van a castigar al presidente Uribe y a sus seguidores por su falta de atención a los problemas sociales.
"Pero también le van a cobrar su fracaso en la guerra y los montajes propagandísticos con los que quiere ganarla", aseguró. Lozano se refería a un escándalo que estalló esta semana luego de que el gobierno anunció con bombos y platillos la supuesta desmovilización de 70 guerrilleros de las FARC, que resultó ser una farsa.
Para el gobierno, es crucial que las fuerzas que apoyan a Uribe logren la mayoría de los escaños del Senado y la Cámara de Representantes, lo cual -sin embargo- parece poco probable, según encuestas.
El Partido Liberal, en la oposición política, encabeza las intenciones de voto, seguido por tres agrupaciones uribistas y por el Polo Democrático, alianza de la izquierda que cuenta con buenas probabilidades de consolidar una importante bancada en el nuevo Congreso.