Usted está aquí: domingo 12 de marzo de 2006 Mundo Michelle Bachelet es ya la primera mujer en la presidencia de Chile

Emocionada, recordó a su padre asesinado y repitió frases de Salvador Allende

Michelle Bachelet es ya la primera mujer en la presidencia de Chile

Thabo Mbeki, Felipe de Borbón, Hugo Chávez y Lula, entre los asistentes a la ceremonia

ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen La socialista recibe la banda presidencial de manos del titular del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; Ricardo Lagos (derecha) aplaude Foto: Reuters

Valparaiso, 11 de marzo. Conteniendo a duras penas sus emociones, la socialista Michelle Bachelet Jeria se convirtió hoy en la primera mujer en la historia que asume la presidencia de Chile, en solemne sesión del Congreso en que fue ampliamente ovacionada junto a su antecesor Ricardo Lagos, y ante delegaciones de 120 países.

Sus meses de prisión y tortura, sus años de exilio, el hecho de que su postulación fue definida por gente al margen de los partidos oficialistas, pusieron una especial carga de simbolismo y sentimientos encontrados a la rígida ceremonia del protocolo de este país, que lentamente se rencuentra con sus tradiciones republicanas.

A su lado se encontraba en el estrado del salón de honor del Congreso Nacional, en Valparaíso, quien fue el segundo mandatario de la Concertación Democrática, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, esta vez como presidente del Senado, quien le formuló el clásico protocolo de respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes. "Sí, prometo", respondió.

Le acompañaron su hija mayor, su hija menor y su madre, Angela Jeria, compañera de prisión y padecimientos en los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet, personaje del que nadie habló.

Tras recibir la banda presidencial, sus primeras palabras fueron en honor de su padre, el general de la fuerza aérea Alberto Bachelet, quien murió en prisión y fue torturado por sus compañeros de armas, el 14 de marzo de 1974.

Pagó con su vida su adhesión al presidente socialista Salvador Allende tras el golpe de 1973.

"En este momento hay alguien que estaría muy orgulloso. Ese hombre es mi padre. Siento que de alguna manera inexplicable estoy cerca de él", expresó emocionada ante la ovación de los miles de partidarios.

Bachellet, durante el golpe militar, era estudiante y tras su detención junto con su madre sufrió represión en Villa Grimaldi.

Entre los invitados destacaban el presidente boliviano Evo Morales, el sudafricano Thabo Mbeki, el heredero del trono español Felipe de Borbón y la secretaria de Estado Condoleezza Rice. Mas atrás, el venezolano Hugo Chávez, quien besó la mano ceremoniosamente a Bachelet, y el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

Hecha la promesa de cumplir con su deber, Michelle Bachelet tomó el juramento de rigor a su gabinete, empezando por un emocionado y viejo político, Andrés Zaldívar, quien parecía estar renaciendo de sus cenizas electorales.

Se trata de un gabinete paritario, con 10 ministros y 10 ministras, que representan a los partidos de la coalición oficial.

Por la noche, en su primer mensaje a la nación desde el palacio de La Moneda, llamó a la reconciliación y la unidad nacional y se comprometió por una sociedad más igualitaria entre hombres y mujeres, a la par que emprenderá una lucha sin tregua contra el desempleo y la pobreza, dos de los rezagos más urgentes.

"Gracias a todas y a todos los chilenos, sin exclusión", comenzó diciendo entre grandes aplausos ante miles de seguidores que se concentraron en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda, donde fue entonado de manera espontánea el himno nacional.

Evocó los tiempos de la historia en que "nos dividimos entre unos y otros, nos mirábamos con recelo, suspicacia, soberbia". Pero subrayó que "en estos 16 años de democracia hemos trabajado juntos para limar las asperezas de la sociedad dividida".

Rindió homenaje a sus antecesores, los ex presidentes tras el retorno de la democracia, Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos, y éste fue el que más ovaciones recibió. En ese contexto, llamó a la reconciliación y dedicó un saludo a las fuerzas armadas, "que hoy día son patrimonio de todos los chilenos".

Pero también recordó a Allende, de quien retomó palabras de su último mensaje, hace 33 años en el golpe pinochetista, cuando Chile entraba en un momento "gris y amargo". Por eso dijo: "Soy depositaria de toda una historia que tuvo momentos grises y amargos pero que ha sabido recuperarse".

Pronunció otras palabras del último mensaje allendista cuando invitó a los chilenos a celebrar la etapa que hoy se inicia. "¡A celebrar para que mujeres y hombres tengamos abiertas las grandes alamedas!", exhortó frente a la multitud que rompía en aplausos.

En su retorno a Santiago, Bachelet pasó por el poblado de Casablanca donde otra multitud se reunió en la plaza principal para escuchar lo que las autoridades locales consideraron "el primer mensaje" de la nueva mandataria a la nación, en donde insistió en que trabajará "para los ciudadanos" y cumplirá sus promesas.

Lula, ante decenas de reporteros, destacó la figura de Ricardo Lagos y el significado de que Michelle Bachelet haya llegado a La Moneda.

Mar para Bolivia

Durante la noche, en entrevista por la televisión, Morales manifestó con sinceridad su emoción por los gritos de "mar para Bolivia" que escuchó la tarde del viernes en el Estadio Nacional, e insistió que no es un tema que se esté negociando en este momento, sino que se debe trabajar más adelante y que esperará que Bachelet comience con fuerza su mandato.

Abogó por la paz, la integración y la colaboración en América del Sur. Prometió, eso sí, jamás usar el tema marítimo como arma política y dijo que las dictaduras de Hugo Bánzer y Augusto Pinochet lo utilizaron para encubrir sus problemas internos.

Recordó que a diferencia de Occidente, los pueblos indígenas no tienen una democracia basada en minorías y mayorías, sino que actúan por consenso y ese será el signo de su gestión nacional e internacional.

Con Chile y con Bachelet, dijo, le une que ambos provienen de sectores excluidos y discriminados, en alusión a los indígenas y a la mujer. Anunció que en agosto espera inaugurar los trabajos de la Asamblea Constituyente e invitara no sólo a Bachelet, sino también al presidente George W. Bush "para que vea como somos".

Chávez, quien no hizo intento por reunirse con Rice, ni ella por saludarlo, destacó que con la toma del poder por Bachelet "se levanta un nuevo proyecto sudamericano y es imprescindible para la salvación de nuestro pueblo".

Habló del proyecto de Cono Energético para Sudamérica con que aspira a abastecer de gas a Chile y fortalecer la integración del subcontinente.

"Hay muchas cosas que podemos y debemos hacer juntos en la lucha contra la pobreza, por ejemplo. He estado leyendo los discursos de Michelle, porque sé quién es, sé el coraje que tiene, sé de su amor por este pueblo, sé de dónde viene, recuerden la cárcel, el exilio, su padre torturado por la dictadura, así que estamos frente a una mujer extraordinaria que refleja el nuevo tiempo que se levanta en América Latina", señaló.

 
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