Critica diócesis de Saltillo indiferencia de obispos mexicanos
Mostraron indocumentados disposición a pegarle al gigante
Debe el gobierno aprovechar movilización de Chicago para insistir en las reformas que generen empleo: César Jáuregui
Ampliar la imagen Durante la protesta del viernes en Chicago contra el endurecimiento de la política migratoria estadunidense. Al centro, una pancarta de rechazo a la iniciativa de Sensenbrenner Foto: Ap
Ampliar la imagen "Es mejor morir de pie que vivir de rodillas", dicho de Zapata durante la marcha del viernes contra la iniciativa para criminalizar a indocumentados en Estados Unidos Foto: Ap
La protesta masiva del viernes realizada en Chicago, Estados Unidos, contra la ley Sensenbrenner es la señal de las comunidades migrantes de su renacimiento popular contra el sistema estadunidense, consideró la diócesis de Saltillo, Coahuila. Indicó que este movimiento pluricultural es la fuerza social que está demostrando al gobierno de aquel país que hay una sociedad civil dispuesta a pegarle en el corazón al gigante.
Por conducto de la Coordinación de Pastoral Migratoria, la diócesis destacó que la movilización fue resultado del trabajo de decenas de organismos culturales, políticos, sociales y eclesiásticos, en el cual la Iglesia estadunidense está mostrando su valentía ante la falta de sensibililidad de su contraparte mexicana, que "se ha mantenido condicionada a la política gubernamental".
Los obispos mexicanos -abundó- están mirando hacia otro lado y les falta sensibilidad. "En este momento, sus homólogos de EU descubren muchos signos culturales y económicos nuevos y tienen más acercamiento con analistas críticos, como Noam Chomsky, quien les ofrece profundas alternativas sociales para construir otro mundo, pero a eso no le entran los obispos mexicanos".
La diócesis fronteriza, que bajo la conducción del obispo Raúl Vera se ha mantenido firmemente como defensora de los derechos de los migrantes, señaló que en su política regional latinoamericana, Estados Unidos no ha percibido el dolor de la migración forzada de miles de personas y que por más leyes, muros y proyectos antimigrantes que establezca, no va a poder detener el fenómeno de la movilidad social.
El coordinador diocesano de Pastoral Social y de Pastoral Migratoria en Saltillo, Pedro Pantoja, afirmó que en estos momentos el perfil de los pueblos centroamericanos y del mexicano es mucho más violento ante la grave pobreza que enfrentan. "Tienen hambre y coraje de su situación, por lo que buscan llegar, a como dé lugar, a los lugares que les permitan mejorar las condiciones de vida de sus familias".
Agravio y dolor
Lo que no han notado los gobiernos de donde proceden los indocumentados, dijo el también integrante de la Red de Casas del Migrante de la Frontera Norte, es la desorganización política que prevalece en sus naciones. "Fenómenos naturales, como los huracanes Stan y Wilma, nos han permitido detectar en las casas del Migrante el agravio y dolor que existe contra las autoridades. Llegan a tal grado las cosas que hasta las mujeres embarazadas emigran de sus países, y sus hijos incluso nacen en el trayecto", afirmó el prelado.
Sobre el fenómeno en México, indicó que la respuesta de las autoridades es muy lenta e incoherente: "Mientras el gobierno no asuma una postura realmente coherente, en la que deje de ser súbdito o cómplice de las políticas antimigrantes promovidas por Washington, no vamos a tener ningún avance en el país".
Agregó que ante el vacío institucional, diversos sectores eclesiásticos y sociales de ambas naciones trabajan el tema de la migración con la propuesta de integrar una red social.
El Secretariado Internacional de Solidaridad con América Latina externó que la movilización de más de 100 mil migrantes sólo es la punta del iceberg de un movimiento que ha alzado la voz en favor de su condición de migrantes y, sobre todo, de sus derechos humanos, de un mejor modo de vida, de trabajo y de la libertad de movilizarse.
Por otra parte, el senador panista César Jáuregui destacó que una vez que los migrantes decidieron movilizarse, el gobierno de México debe insistir en las reformas que permitan generar empleos para que la población no salga y no tenga que verse sometida a la discriminación.
El diputado perredista Juan José García dijo que la movilización también es una advertencia de que el electorado está dispuesto a cobrar a los congresistas cualquier votación en favor de normas regresivas.
García, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, explicó que en la actualidad la opinión pública estadunidense debate sobre el control de sus fronteras, es decir, sobre quién entra y quién sale, y en torno a las repercusiones que ello traería en el ámbito de los derechos humanos y laborales.
José Narro, de la dirigencia nacional del Partido del Trabajo, consideró que la mejor manera de presionar a Washington es precisamente desde dentro del país. Las autoridades de aquella nación son más sensibles a las luchas internas, enfatizó.