Usted está aquí: domingo 12 de marzo de 2006 Política En Guanajuato el PAN es el responsable del despojo a los indígenas, afirma Marcos

"Slim ya tiene muchas cosas, ya que se contente, y no, quiere más; así son los ricos", dice

En Guanajuato el PAN es el responsable del despojo a los indígenas, afirma Marcos

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ampliar la imagen El delegado Zero fue recibido en San Ildefonso Cieneguilla, Guanajuato, por un coro infantil, que entonó el Himno Nacional en castellano y otomí Foto: Víctor Camacho

San Ildefonso Cieneguilla, Gto., 11 de marzo. Más que en la región del Bajío, la otra campaña se interna hoy en las tierras otomíes de Guanajuato, y horas más tarde en la Gran Chichimeca, territorios y pueblos que oficialmente no existen, pues en Guanajuato, como en Aguascalientes, y hasta hace poco Querétaro y Tlaxcala, los pueblos indios se consideran extinguidos. Ya ven que no. Y no sólo eso. Todo indica que poseen una noción de identidad y pertenencia más robusta que la de las mayorías mestizas en esta región, decididamente trasnacionalizada por los gobiernos panistas y por la emigración sistemática a Estados Unidos.

Entre las muchas batallas que están librando hoy, hoy, los otomíes han decidido defender su montaña sagrada, Pinal de Zamorano ("el ombligo del universo" en su tradición milenaria y viva), contra la invasión de la empresa Telmex, que pretende instalar allí una gran antena, sin autorización de las comunidades. Dicha elevación de más de 3 mil metros es compartida por estos indígenas del municipio de Tierra Blanca con los de Tolimán, en Querétaro.

Luego de escuchar la denuncia hecha por la representación de las siete mayordomías de Tierra Blanca, el subcomandante Marcos les habló del dueño de Telmex: "se llama Carlos Slim, acaba de salir en las noticias que es el tercer hombre más rico del mundo. O sea se puede comprar todo México. Y uno piensa, pues ya tiene muchas cosas, ya que se contente, y no, quiere más. Así son los ricos. Pero también así nos enseñaron nuestros antepasados que teníamos que tener cuidado, porque los ricos no se detienen. No piensen ustedes que si (Slim) tiene un millón de pesos ya va a estar contento. No, quiere dos, tres, 10, 100, mil. Y aunque sea dueño de todo el mundo va a querer otros planetas, porque así son los ricos, los capitalistas".

La recepción de los indígenas guanajuatenses al delegado Zero es modesta, pero muy ceremonial. Un coro infantil entona el Himno Nacional en castellano y otomí, mientras un grupo de mujeres sostiene sahumerios encendidos y una juvenil banda de alientos alterna con los sones indígenas de un grupo de hombres mayores. Y luego, las autoridades tradicionales entregan a Marcos un florido bastón de mando (como "invitación a un cambio mental de los pueblos", le dicen). En su discurso posterior, el delegado zapatista comentará:

"Este bastón de mando ha sido confundido por los mestizos. No saben lo que realmente significa. Ellos, cuando andan en campaña, organizan a unos que no son mero pues como nosotros, sino que se venden, para que les entreguen el bastón de mando, y hacen creer a la gente que los indígenas le están dicendo a ese que mande, que es su jefe, su mando. Y nosotros como pueblos indígenas sabemos que el bastón de mando no quiere decir eso, sino que alguien que tiene un cargo debe tener un camino, y respetarlo. Es como la comunidad le recuerda que tiene una responsabilidad y no debe irse por otro lado. Este bastón de mando se le entrega a alguien para recordarle que el que tiene un cargo en una comunidad indígena debe cuidar la tierra y sus frutos, por eso tiene flores.

"Allá (en Chiapas), nuestro modo en las comunidades, cuando vamos a hacer esto, buscamos un árbol de bayalté, que es muy recto. Se corta y labra, y cuando alguien agarra un cargo de la autoridad de la comunidad se le entrega el bastón y se le dice: 'Esto es para que sepas que no debes torcerte nunca ante el rico y el poderoso y debes ser fuerte. Es para que recuerdes que si te desvías te quitamos el cargo y el bastón'".

Los hombres y mujeres otomíes habían elaborado ante Marcos el paisaje de su resistencia con claridad y decisión. El Pinal de Zamorano es lugar de nacimiento de los principales mantos acuíferos de la región. "Nos sentimos profundamente agraviados en lo más profundo de nuestros ser", dice el mayordomo indígena ante las agresivas obras de Telmex, más dos antenas que Televisa ya tiene instaladas allí. "Estamos de acuerdo con los inventos del hombre, si sirven para que viva y se comunique, pero el daño a la Santa Cruz del Pinal de Zamorano significa la destrucción de nuestras riquezas espirituales y culturales ancestrales, que no tienen precio. Otra vez nos pisotean nuestros derechos como indígenas".

Marcos les dice al respecto: "los ricos y los gobiernos no entienden que el indígena no nada más hace producir la tierra sino que la quiere, la cuida, la honra. Y esto es porque hace mucho tiempo, cuando se hicieron los mundos, cuando los dioses formaron las tierras, encargaron a los hombres y mujeres indígenas que las cuidaran. Por eso lo que nos acaban de contar del Pinal de Zamorano es algo que no van a entender los gobiernos ni los ricos; ellos no entienden, nada más ven que es una mercancía y dicen aquí voy a poner una antena y va a llegar lejos".

El subcomandante Marcos prosigue su caracterización: "Y entonces nos dijeron a los indígenas que teníamos que cuidar la tierra porque iba a llegar un día, que es éste, en que ellos iban a querer convertir la tierra en una mercancía, comprarla, venderla y destruirla. Es ese sentido, su lucha es importante, porque ustedes están defendiendo un lugar que según nuestra idea, nuestro pensamiento como indígenas es muy importante para todos, nomás que no todos lo saben. A la hora que están defendiendo este lugar no sólo están defendiendo la cultura otomí de la región, y no sólo la de todos los pueblos indios, sino que están defendiendo una raíz de esta patria que se llama México. A los de allá arriba no les importa. Lo que les interesa es lo que está aquí donde vivimos, ese monte, estas tierras.

"Este hombre, el más rico del país, no se conforma con lo que tiene. La pobreza que tenemos nosotros también la quiere. Y todos los planes que están haciendo los gobiernos son para eso. Y en Guanajuato, hay que decirlo claramente, el que está haciendo eso es el Partido Acción Nacional, que es el que gobierna también todo México. Y todos sus planes son para quitarnos esas montañas, el dinero que habíamos guardado como braceros, y las tierras".

Un miembro del Frente Regional Indígena Chichimeca-Otomí había entregado a Marcos una carta enviada por ellos al gobernador guanajuatense (panista) Juan Carlos Romero Hicks: "Estamos presentando a los tres poderes una iniciativa de 'ley indígena' para el estado, para garantizar la efectiva participación de las instituciones y respeto a los pueblos". Y expresa el interés que despertó en ellos la otra campaña, "pues tiene una visión de fondo que puede cambiar el país".

En relación con esto, el delegado Zero advertiría a los más de 200 indígenas que participan en el acto, realizado en una plazuela de Cieneguilla esta mañana: "No va a haber ley indígena compañeros, no se las van a cumplir, ni estatal ni nacional".

Y expresó enseguida: "La ley indígena que luchamos nosotros es que no se puede hacer nada sin permiso de la comunidad, y si alguien hace algo sin el permiso tiene que ir a la cárcel. Ahorita que son tiempos electorales les van a decir 'sí, te voy a cumplir, pero vota por mí'. Y lo sabemos que cuando estén en el poder no se van a acordar. Los van a traer dando vueltas y no va a haber nada, porque si se aprueba la ley, ningún rico va a poder meterse aquí ni en ninguna parte donde haya comunidad indígena, si no le dan permiso".

La llamada hoy Cofradía Otomí de San Ildefonso Cieneguilla, en la Sierra Gorda, existe desde tiempos prehispánicos, revelan los representantes. La Corona española la reconoció en 1536. "No nos ruboriza ser indígenas", declaran. El orador inicial del acto había asentado: "Somos conscientes de nuestro momento histórico. Somos un pueblo en marcha. No sólo estamos marginados, sino excuidos. Por muchos años se ha venido hablando de los indígenas, pero no se ha querido hablar con ellos. Necesitamos una nueva historia. Habrá que forjarla para que pueda ser".

Un maestro, también otomí, dice: "Nos pisotean nuestros derechos. No podemos vivir en paz. Vivimos en guerra porque pasamos gran apuro y necesidad. Ya no podemos seguir viviendo con esta vida". Y se dirige a Marcos: "Su presencia nos hace conocidos a nivel mundo. A veces hace falta alguien que nos motive. Gracias por su presencia".

En su participación, el delegado zapatista afirmaría: "Lo que quiere el gobierno es convertirnos en limosneros, o que bailemos así bonito, y toma fotos y saca película de que ahí están los indígenas. O agarrar las artesanías y las cosas que hacemos para ponerlas en un museo, o para que Marta Sahagún y Xóchitl Gálvez se vistan como las mujeres de los pueblos. Pero los indígenas no les interesan a Fox ni al PAN".

Y añadiría algo que escuchó al otro lado del mismo cerro: "Ustedes nos platican que el Pinal de Zamorano colinda con Tolimán. Estuvimos allí y nos dijeron los compañeros, 'miéntale la madre al INI (Instituto Nacional Indigenista), a lo que era el INI y ahora se llama CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas), porque hacemos las denuncias que nos están tratando como animales y las esconden, nadie sabe lo que está haciendo aquí el gobierno con los indígenas'. Bien bravo estaba el señor. Y le dije 'sí, en cuanto se pueda, le voy a mentar la madre a Xóchitl Gálvez, que de por sí es muy mal hablada y va a entender perfectamente cuando lo diga a ella, a Fox y todo el gobierno panista. Porque hay que decirlo claro, nos están tratando como animales".

Ya para concluir, Marcos expresa que, con la otra campaña, "estamos viendo qué vamos a hacer. ¿Vamos a esperar a que nos sigan robando y que nomás nos están sobando el lomo? Ustedes como gente de campo saben qué quiere decir eso. Cuando uno le soba el lomo a un animal es porque lo va a montar".

Y dice que los gobernantes nunca conocen alguna lengua indígena, "pero háblenle en inglés a Fox y van a ver que sí entiende y no dice las tarugadas que dice en español, porque no sólo su idioma es el inglés, en su corazón es gringo. No importa el color, sino dónde está mirando uno".

 
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