La campaña es como la guerra, dice a candidatos de AN
Fin a la discriminación, ofrece Calderón ante miles de mujeres
Ante aplausos tibios, pide agarrar energía para el cambio
Ampliar la imagen El candidato panista a la Presidencia de la República, al terminar el acto con mujeres realizado en el Auditorio Nacional Foto: José Carlo González
¡Felipe, Felipe!, gritaban frenéticos en el Auditorio Nacional los animadores del concurrido acto panista "Mujeres, pasión por México", tratando de contagiar su frenesí a las casi 10 mil asistentes que, en calma la mayoría de ellas, serenas, sin evidente entusiasmo, veían pasar entre las butacas al abanderado del PAN a la Presidencia de la República, Felipe Calderón.
"¡Agarren energía para el cambio!", "¡no se escucha!", "¡que se escuche, mujeres!", pedían a gritos los animadores, hasta quedarse casi afónicos. ¡Felipe, Felipe!, coreaba delirante el más alegre de los presentadores, que en su arrebato gritó: "¡México!, ¿dónde estás?".
La respuesta fue de aplausos tibios, y ante la insistencia del presentador para que la ovación fuera fuerte, varios cientos de mujeres aplaudieron y corearon: "¡Sí se puede, sí se puede!".
Junto con su esposa, Margarita Zavala, y sus tres hijos, el candidato panista pasó entre las miles de mujeres saludando de mano y beso a diestra y siniestra.
Antes del arribo del aspirante al Auditorio Nacional, las mujeres aplaudieron la participación de Tamara y de Luis Aguilar (hijo). Mientras él las deleitaba con sus canciones, muchas alzaban las manos y otras bailaban con los dos payasos que amenizaban el espectáculo.
Ya en el podio, Calderón y su familia recibieron aplausos de las asistentes, pero éstas no dieron rienda suelta a "la pasión y exaltación" a que fueron convocadas por los presentadores. Ahí, el candidato panista dijo a sus invitadas de todo el país, panistas "y no panistas" -cientos de autobuses estaban estacionados en los alrededores-: "¡Sí se puede, cómo no!".
Alegre, porque esta reunión fue una de las más concurridas desde que empezó su campaña -después del acto realizado en el Toreo de Cuatro Caminos-, el aspirante presidencial se dirigió a ellas: "Claro que se puede, amigas, y por eso estoy aquí, porque ésta va a ser la mejor opción para México".
La mayoría de las asistentes eran amas de casa, jóvenes, maduras y de la tercera edad. También había trabajadoras y algunas de clase media acomodada. Procedentes de todo el país, el panista las convocó:
"Vengo en un momento crucial de la contienda electoral (...); vengo a convocarlas a dar la batalla de su vida. En los próximos 100 días las mujeres van a definir el voto de los ciudadanos en favor de la mejor opción, y con su trabajo aseguraremos la victoria el próximo 2 de julio".
Esta no será una elección más, "no se va a decidir lo que pasará en el país en los próximos seis años, sino en los próximos 30 años. El mundo se ha transformado aceleradamente y México no acaba de cambiar en todo lo que se requiere para dar mejores condiciones de vida a la gente".
México ha pasado de un régimen autoritario a uno democrático. Ha cambiado de ser un país donde sólo importaba la voz de un hombre, que era el presidente, a uno de ciudadanos, expuso Calderón, "pero lo que nos falta por cambiar, advirtió, está en aquello que nos puede producir lo que más se necesita en este momento y en las familias mexicanas: empleo y crecimiento económico".
Insistió: "quiero ser el presidente del empleo, que éstos no se vayan a China ni a Bangladesh, quiero que se vayan a Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, Jalisco... -citó casi todos los estados, pero el público gritó los nombres de los que no habían sido mencionados por el panista-: "Guerrero". Sí, por supuesto, respondió Calderón.
"Nosotros -dijo- somos la mejor opción. Representamos lo que ha cambiado la vida democrática, la estabilidad económica, la lucha contra la corrupción y lo que tiene que cambiar. Somos la opción de cambio responsable, sin violencia. El PRI representa la corrupción, la transa, la mafia, el hampa; el PRD, el endeudamiento, la crisis".
Insistió en sus propuestas: "acabaré con la discriminación hacia las mujeres; pondré en marcha horarios extendidos de clase, guarderías y estancias infantiles. Yo no voy a claudicar, no me voy a rendir, voy a trabajar para esclarecer los feminicidios en Ciudad Juárez".
Cientos de mujeres no pudieron entrar al auditorio por problemas organizativos, y por megapantallas siguieron el show y luego el discurso de Calderón. El abanderado, que sabía que estaban afuera, les dijo que al concluir el acto saldría a hablar con ellas, y así lo hizo.
Afuera, en la explanada, les demandó: "ahora que regresen a sus estados quiero que me zangoloteen al partido para que se ponga a trabajar -en abierta confesión de que el partido va por un lado y él, con su campaña, por otro-. Con las manos de las mujeres vamos a alcanzar la victoria. Vamos a poner candela a la campaña para ganar la elección".
Asistieron al acto Josefina Vázquez Mota, coordinadora general de campaña; Luis H. Alvarez; el presidente del CEN del PAN, Manuel Espino, y el candidato a jefe de Gobierno por el blanquiazul, Demetrio Sodi, entre otros.
Por la mañana, Calderón asistió a una reunión con los candidatos a diputados y senadores panistas de todo el país, a quienes dijo : "la campaña es cuerpo a cuerpo; esto es como una guerra señores, o parecida, pero sigue todas sus reglas y necesitamos disciplina y actuar como uno solo. Yo hago campaña por ustedes, estoy empujando al partido y a la organización, ustedes hagan campaña para mí también", les pidió.
En ese seminario de capacitación para los aspirantes del PAN se les pidió "hacer campaña casa por casa, contacto directo, acudir a programas de radio y televisión e insistir en los problemas del desempleo y la inseguridad. También se les dijo que "si se quitara al Distrito Federal, el crecimiento del empleo sería similar al del sexenio pasado".