¿Por qué el gobierno apenas se da cuenta de la corrupción?, critica el PRD
Legisladores y dirigentes de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y de Acción Nacional (PAN) criticaron ayer la presunta corrupción en la que habría incurrido el impugnado dirigente de los mineros, Napoléon Gómez Urrutia, luego de que se diera a conocer que posee una mansión en el estado de Morelos.
César Raúl Ojeda, coordinador de los senadores perredistas, dijo que el gobierno federal debe iniciar el procedimiento judicial en contra de Gómez Urrutia en caso de tener elementos de prueba. Pero lo que cuestionan es por qué hasta que hay una confrontación verbal entre el ex dirigente de los mineros y el gobierno, éste se da cuenta de que hay corrupción en el gremio y hace una toma de nota sobre un ciudadano que no se sabe si tiene o no la representatividad de los trabajadores.
El legislador puntualizó que es precisamente el último punto el que preocupa a los sindicatos que marcharon para defender la autonomía sindical.
Agregó que Gómez Urrutia es indefendible, como también lo es la posición del gobierno federal de pegar un golpe de mano en la mesa e imponer a un líder, ya que se puede sentar un precedente que se podría aplicar de manera recurrente en casos de otra naturaleza.
Por su lado, el dirigente del PRD, Leonel Cota, calificó de charrazo la destitución y persecución judicial de Napoléon Gómez Urrutia, y también se preguntó cómo es que hasta ahora el gobierno descubre que hay dirigentes que cometen actos de corrupción.
Por su lado, el panista Luis Alberto Rico Samaniego mencionó que la corrupción hace que se vea a líderes sindicales con propiedades en Tepoztlán, París o Miami y trabajadores pobres. Eso significa en el lenguaje cotidiano líderes charros, líderes vendidos, enfatizó.
Para el senador, la única manera de terminar con los acuerdos entre líderes corruptos y empresas es que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social presione más en lo que hace a los contratos colectivos.