Dieron a conocer la conclusión del proyecto de reacondicionamiento del inmueble
La Casa Prunes muestra la viabilidad de recuperar espacio sin demoler
Hay mucha resistencia para aceptar nuevas construcciones, señala especialista
Ampliar la imagen Fachada estilo art nouveau de la Casa Prunes, ubicada en la colonia Roma Foto: Carlos Cisneros
Construir hoy día un proyecto arquitectónico se ha vuelto una aventura que a veces no sabe uno siquiera cuál va a ser el final, expresa Javier Sánchez, cuyo despacho Higuera+Sánchez se encargó de recuperar la Casa Prunes.
El edificio, construido por la compañía Arquitectura Prunes en 1916, se ubica en la calle Chihuahua 78, colonia Roma, y su fachada es de estilo art nouveau. En el proceso de rehabilitación se levantó una estructura para agregar dos departamentos a los cuatro originales.
El joven arquitecto explica: ''Hay mucha resistencia para recibir nuevas construcciones. Allí es donde a veces hace sentido todo esto de reciclar. Se gana tiempo. Por otro lado, cuando los espacios tienen una generosidad que va más allá de los acabados, es mucho más fácil reciclarlos, porque hay muchas ideas que siguen vigentes. Por ejemplo, tener grandes alturas es algo que durante los años 60 y 70 se fue perdiendo en aras de una especie de racionalismo que hacía que todo fuera más eficiente".
Por el uso habitacional
Javier Sánchez es un creyente de la recuperación de edificios antiguos para vivienda. De hecho, su despacho no sólo recicla casas para convertirlas en departamentos, también bodegas, oficinas, etcétera. La idea de que la forma sigue a la función "de repente pierde totalmente el sentido, porque ahora la función se adapta a cualquier forma.
''El valor del espacio, de no tener que demoler algo para volver a construir, en ocasiones es muy viable, porque muchas veces las reglamentaciones vigentes no permiten construir, inclusive, más de lo que se tenía. Entonces, demoler y construir a veces pierde sentido. Allí es donde intervenir adquiere valor, porque se debe entender qué hay, con qué cuentas y cómo se puede potenciar y convertir en un proyecto que readquiera sentido.
''En este caso mantener el uso de la vivienda no nada más era lógico, sino natural, porque ésta sigue siendo una colonia muy habitada, y justo lo que falta es revertir esta tendencia -la ciudad lo ha hecho poco a poco- de volver a vivir hacia el centro de la ciudad. Para esto se prestan mucho este tipo de edificios con este sabor que mucha de la arquitectura contemporánea o actual no tiene."
La recuperación de la Casa Prunes, obra que combinó la restauración y el reacondicionamiento y que ya concluida se dio a conocer la noche del martes, fue patrocinada por el Grupo Pegaso, cuyo consejo está presidido por Alejandro Burillo Azcárraga, quien como presidente del patronato del Centro de Cultura Casa Lamm, tuteló el rescate y rehabilitación de este último inmueble en 1993.
Libertad para usar el espacio
Por fuera es innegable el estilo art nouveau de la Casa Prunes, pero adentro su patio central y departamentos en dos niveles son más bien eclécticos. ¿Qué criterio se siguió para la restauración interior? ''Fue restaurar la fachada -explica Sánchez- que estaba en muy buen estado, de hecho lo hizo la restauradora Norma Laguna, y el interior hacerlo más funcional, más versátil y meterle un poco esa libertad de uso del espacio. Con la parte nueva es un poco lo mismo, o sea, generar espacios muy flexibles que permitan que los usuarios los ocupen de muchas maneras.
''Y cómo hacer esa costura ya con un lenguaje arquitectónico, pues por medio de las costuras de los materiales, sobre todo. Luego comenzamos a hacer ciertas mezclas que empezaron a hacer todavía menos clara la relación entre lo viejo y lo nuevo."