ONU: la crisis del líquido también lo es de gobierno

La restricción de los derechos políticos y las libertades cívicas, así como la corrupción y la lentitud de las reformas, agravan la situación del agua en el planeta, indica la segunda edición del informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos que se presentará este jueves.

La ONU, la UNESCO y el cuarto Foro Mundial del Agua informaron en un comunicado que la segunda edición de este reporte advierte que la crisis mundial de los recursos hídricos es en gran medida una crisis de los sistemas de administración y gobierno, los cuales son los que determinan cuándo y de qué manera se obtiene el recurso, así como quién tiene derecho a su acceso y a los servicios conexos.

Asimismo presenta una panorámica de la situación del agua en todas las regiones y en la mayoría de los países del mundo, además de que da seguimiento a los progresos realizados para conseguir las metas relativas al líquido enunciadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU.

Desafíos

El comunicado puntualiza que el informe examina cuestiones clave, como el aumento de la población, la creciente urbanización, la evolución de los ecosistemas, la producción de alimentos, la salud, la industria y la energía. También se evalúa la gestión de riesgos, el valor y el costo del líquido, además de la mejora de los conocimientos y capacidades. En el informe se incluyen 17 estudios de caso que ilustran los problemas más característicos relacionados con los recursos hídricos, además de que proporcionan conocimientos sobre distintos aspectos de la crisis del agua.

Para muchos gobiernos, señala, afrontar "de forma efectiva los numerosos aspectos conexos que afectan al agua, está siendo realmente difícil".

Indica que el desafío que para las instituciones gubernamentales supone asociarse con las ONG y con el sector privado para resolver determinados problemas relacionados con el agua, complica todavía más la gestión y la toma de decisiones.

Señala que la gestión del agua se complica más en los casos en que los ríos atraviesan varios países, por lo que el establecimiento de relaciones de cooperación es cada vez más importante, sobre todo si se toma en cuenta que casi la mitad de la población mundial vive en cuencas fluviales o sobre acuíferos que cruzan alguna frontera internacional.

Destaca que una gestión del agua adecuada y sostenible se debe llevar a cabo mediante un enfoque integrado; que la evaluación del recurso es fundamental para que las decisiones se tomen de forma razonada, y que la capacidad nacional para las evaluaciones debe tener apoyo internacional.

Advierte que muchos países no están en condiciones de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con el agua, con lo que su seguridad, desarrollo y sostenibilidad medioambiental se ven amenazados.

Angélica Enciso L.