Critica el obispo Martín Rábago crisis política, social y económica del país
Lastima constatar los atropellos de algunos servidores públicos: CEM
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, cuestionó las crisis política, social y económica que vive el país, "como revelan el desempleo, la falta de credibilidad y confianza en instituciones claves para la vida nacional, la violencia y la inseguridad".
Asimismo expresó que "en muchos sectores de la sociedad asoman el desaliento, el cansancio, la confusión y el pesimismo". Todo ello, apuntó, por la negativa a incorporar las enseñanzas de Cristo en el poder, la educación, las familias y los medios de comunicación.
"La Iglesia ha visto que al quitar los cimientos divinos, los pueblos se muestran incapaces de promover una convivencia en la justicia y la fraternidad, se atropella la dignidad humana y se va a hacia la descomposición social", subrayó en su mensaje para la Cuaresma, que dividió en dos entregas.
Advirtió que sin el soporte de lo divino "sólo queda el materialismo, cuyos frutos son palpables: egoísmo, pérdida de valores fundamentales, injusticia, ambición de tener y poder sin límites, las fuerzas sociales se vuelven violentas y crean un ambiente que genera miedo y desconfianza". El poder, señaló, "cede con facilidad a la corrupción". Este se utiliza para "el enriquecimiento, dominar y adquirir influencia. Es lastimoso constatar atropellos de algunos guardianes del orden y algunos servidores públicos".
Cuando la educación se centra sólo en una mera información de conocimientos y en adquirir capacitación técnica, continuó, "los jóvenes son sensibles sólo al tener, al acaparar". Inclusive, anotó, "no se puede reconocer y asumir la auténtica función de los bienes, de los medios de producción, del trabajo, del comercio, de los instrumentos de comunicación social".
Insistió en que ve familias que "ceden a la fuerza del mal; no resisten la presión de los medios de comunicación y caen en el materialismo, en la falta de respeto a la vida, en la infidelidad, en la desintegración". Los jóvenes, ejemplificó, "van creciendo sin rumbo ni ideales. Su aspiración a la libertad y a la autenticidad se ve impedida por la imposición de costumbres y modas ajenas a nuestra cultura. Los medios de información engendran en ellos un falso concepto del amor y del sentido de la sexualidad. Algunos caen en la degradación de las drogas y el abuso del alcohol".
Por otra parte, la CEM emitió un breve comunicado en el cual señala, a propósito de las elecciones del 2 de julio, que "en una sociedad democrática y participativa la inconformidad y las diferencias se resuelven mediante el diálogo y la concertación. Una sociedad propositiva se expresa participando y ejerciendo sus derechos en un ambiente de paz. La violencia no constituye jamás una respuesta justa", resaltó.