La crítica de arte presentó con El Fisgón su nuevo libro en la feria de Minería
Reivindica Raquel Tibol la trascendencia de Frida Kahlo
Ampliar la imagen Raquel Tibol y Rafael Barajas, El Fisgón, en la feria del libro de Minería Foto: José Antonio López
La publicación de la obra más reciente de Raquel Tibol, Frida Kahlo en su luz más íntima, confirma su contribución decisiva al forjamiento de la visión del arte y los artistas modernos de México. Con estas palabras saludó Rafael Barajas, El Fisgón, la aparición del nuevo libro de la crítica de arte, presentado el jueves en la feria del Palacio de Minería.
Tibol -añadió el caricaturista de La Jornada- ''ha rescatado a muchos artistas del olvido, ha puesto en su justa dimensión a otros e impide que la lectura de la obra de otros creadores sea distorsionada por modas, prejuicios o visiones mitológicas. Esto es lo que hace el libro Frida Kahlo en su luz más íntima''.
Luego de referir el proverbial rigor y honestidad intelectual de la periodista y escritora, El Fisgón recordó que nació en Buenos Aires, Argentina, y que en 1953 llegó a México, para trabajar como secretaria de Diego Rivera: ''Siempre me he preguntado cómo pudieron convivir el amor por las mentiras de Rivera y el rigor por la verdad de Raquel".
Es posible que ésta haya sido la etapa más difícil en la vida de la escritora, pues ''mientras Diego Rivera inventaba el mito de Diego Rivera, Tibol documentaba el mito de Diego Rivera y el de Frida Kahlo".
En uso de la palabra, Tibol puso en entredicho el presunto amasiato entre Kahlo y Trotsky; cuestionó severamente las infidencias y mentiras de Alejandro Gómez Arias, quien se ostentaba como novio de adolescencia de Frida Kahlo; lamentó acremente los ''tremendos desaciertos" en que incurren dos películas que abordan la vida de la pintora, Frida, naturaleza viva, de Paul Leduc, protagonizada por Ofelia Medina, y Frida, dirigida por Julie Taymor y estelarizada por Salma Hayek.
También respondió a la observación de El Fisgón en el sentido de que el libro se extendió demasiado en el capítulo dedicado al llamado grupo de los fridos (sus alumnos de pintura) y en el dedicado a la artista Carmen Caballero.
En el primer caso, dijo Tibol que lo hizo porque algunos de los fridos más conocidos -Fanny Rabel, Arturo García Bustos, Arturo Estrada y Guillermo Monroy- ''se han vuelto muy fantasiosos". Y porque el grupo era más grande.
En cuanto a Carmen Caballero -creadora de los alebrijes que coleccionaba Rivera- explicó que fue una de ''las grandes artistas de México", cuya historia aún no ha sido rescatada en ningún otro libro.
Tibol reconoció que ''evidentemente el trabajo mayor que se ha hecho sobre Frida Kahlo" es el de Hayden Herrera, Frida, el pincel de la angustia, ''pero tiene algunos errores", y el principal es que ''se convierte en inspectora de sábanas".
En dicho libro ''se le da más importancia a las relaciones de cama, que pasan a un primer plano, y deja en segundo término o no sabe interpretar algunos acontecimientos políticos de México".
Frida Kahlo en su luz más íntima (editado por el sello Lumen de Random House Mondadori), ''empezó a nacer en 1953, en los días en que viví con Frida y le dije: 'díctame tu biografía'; alcancé a escribir bastante, pero no lo suficiente, alcancé a publicar en 1954, en vida de Frida, la versión que resultó y que titulé Apuntes para una biografía de Frida Kahlo".
Este y otros artículos publicó Tibol en 1953, 54, 55, 56: ''nadie escribía de Frida por esos años, y cuando empezó la moda de Frida en Estados Unidos, empezaron a tomar mis artículos sin dar crédito, entonces decidí reunir esos materiales y la primera versión se llamó Frida Kahlo, crónicas, testimonios y aproximaciones (1977).
En la edición al alemán de ese texto, en 1980, Tibol dio a conocer por primera vez la historia clínica de Frida Kahlo. Hacia 1983, el fallecido Luis Mario Schneider le pidió un libro sobre Frida y Tibol amplió con nuevas aportaciones el que ya tenía.
El libro que ahora se publica es una versión más enriquecida de aquel que se publicó por primera vez en 1954.