Razonable oposición de la Iglesia de EU a la ley Sensenbrenner, opina el rotativo
Respalda NYT llamado a desobediencia
La propuesta, aún en discusión, plantea penalizar la asistencia social a indocumentados
El diario The New York Times respaldó en un editorial publicado este viernes el llamado a la desobediencia civil lanzado por el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, en caso de que la iniciativa conocida como ley Sensenbrenner -que propone exigir documentación legal a los inmigrantes antes de darles ayuda- prospere en el Congreso estadunidense.
El rotativo consideró que el enorme flujo de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos y la ausencia de una política federal coherente para manejar la situación han provocado un torrente de respuestas por los gobiernos locales y la autoridad federal; han estimulado las pasiones de los nacionalistas y han incrementado las ansiedades derivadas de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El desafío de cardenal Mahonay señaló, agrega una dimensión moral sobre lo que por mucho tiempo ha sido un debate sobre política y economía, y que "tiene razón" en sostener que el gobierno no puede criminalizar los esfuerzos caritativos de instituciones privadas, como el arzobispado a su cargo, cuya misión es ayudar a la gente sin hacer preguntas.
El arzobispado de Los Angeles, el más grande de Estados Unidos, administra una amplia red de programas de servicio social que ofrecen albergue, alimentación, cuidado infantil, asesoría legal y capacitación laboral a inmigrantes.
El diario considera que hacía mucho tiempo que Estados Unidos no escuchaba un llamado a la desobediencia civil organizada a gran escala, como el expresado por el arzobispo Mahony en su homilía con motivo del Miércoles de Ceniza, cuando exhortó a los fieles a dedicar la Cuaresma al ayuno, las oraciones y la reflexión en torno de la necesidad de una reforma humana a las leyes migratorias.
Si los esfuerzos del Congreso estadunidense logran convertir en un crimen proteger u ofrecer apoyo a los inmigrantes ilegales, recordó el rotativo, entonces el purpurado instruirá a sacerdotes y católicos laicos a desafiar la legislación que impulsan los senadores James Sensenbrenner, de Wisconsin, y Peter King, de Nueva York, que ampliaría la definición de "tráfico de migrantes" de forma que, teóricamente, incluiría trabajar en albergues para desamparados, llevar a un amigo a la parada del camión o cuidar al bebé de un vecino.
''La declaración de solidaridad con los inmigrantes ilegales del cardenal Mahony, para quienes la Cuaresma es prácticamente todos los días, es un llamado a la desobediencia civil, tan valiente como oportuno. Esperamos que se anticipe al día en que los trabajos de caridad se conviertan en un crimen federal", finalizó el editorial.