¿Cuándo fue la última vez que hablaste sobre tu
vulva? La vulva es un secreto tan bien guardado que algunas veces le
decimos “allá abajo” o cualquier nombre ridículo. ¿Pero
qué es esta parte misteriosa que nos han enseñado que debemos
mantener en privado, aun en la desnudez?
Si te sientas y te pones un espejo entre las piernas, descubrirás
que “allí abajo” suceden muchas cosas. Todos los genitales
externos, las partes que puedes ver, componen tu vulva. La vulva de cada
mujer se ve diferente, pero todas tenemos las mismas partes básicas.
Es importante que te familiarices con tu vulva por varias razones. Cuando
vas al médico para un examen ginecológico, te ayuda a saber
los nombres de tus partes. Y, sobre todo, es importante que sepas cómo
cuidar, en lo cotidiano, tu vulva. De paso, al conocerla, sabrás
un poco más sobre tu clítoris, ese pequeñísimo órgano
que no tiene otra función que brindarte placer.
El botón mágico escondido
¿
Sabes dónde está el clítoris? Muchas personas no
lo saben. Si eres una chica, puedes tomar un espejo y mirar el clítoris
bien de cerca. Si eres varón puedes verlo de cerca, siempre y
cuando tengas el permiso correspondiente. Sigue los labios menores de
cada lado de la vagina hasta donde se juntan. La pequeña protuberancia
en la parte superior es el clítoris.
En muchas mujeres, la cabeza del clítoris es aproximadamente del
mismo tamaño y forma de un chícharo, pero algunas son más
pequeñas y otras más grandes, algunas tienen el tamaño
de un dedo pequeño. La cabeza del clítoris puede estar
escondida dentro de los pliegues de los labios, apenas asomándose,
o puede colgar muy por debajo. También puede ser de diferentes
colores; al igual que los labios, el clítoris puede variar entre
el color rosa y el marrón.
La cabeza, que se asoma arriba de los labios, está cubierta la
mayor parte del tiempo por un pequeño colgajo de piel llamado
capuchón del clítoris. Si bien se puede ver la cabeza cuando
se jala el capuchón hacia atrás, hay mucho más que
no se puede ver. La cabeza se encuentra en el extremo de un largo tabique
interno y una red de nervios que se extiende hasta cinco pulgadas dentro
del cuerpo. El tabique se separa en dos segmentos que se extienden a
cada lado de la vagina.
¿Envidia del pene?
¿De dónde viene el clítoris? Te sorprenderá saber
que tiene mucho en común con su pariente más cercano, el
pene. Cuando se está desarrollando un embrión en una mujer
embarazada, antes de convertirse en femenino o masculino, tiene tejido
eréctil entre sus piernas que se transformará en un clítoris
o un pene. Los científicos se refieren a este tipo de tejido,
ni femenino ni masculino, como “indiferenciado”.
Todos los embriones comienzan físicamente indiferenciados, con
una protuberancia de tejido eréctil que se parece mucho a un clítoris.
Luego, cuando tienen ocho semanas, los embriones codificados genéticamente
para convertirse en varones producen un flujo de hormonas que contienen
diferentes tipos de testosterona. El tejido eréctil eventualmente
forma un pene. Sin este flujo de hormonas, el embrión indiferenciado
se convierte en femenino, y el tejido eréctil en un clítoris.
Debido a que el pene y el clítoris son tan similares, hacen muchas
de las mismas cosas, especialmente durante el sexo. Tanto el pene como
el clítoris están llenos de terminaciones nerviosas muy
sensibles. En realidad, el clítoris tiene más terminaciones
nerviosas que la cabeza del pene, aunque parezca mucho más pequeño.
Al igual que el pene, el clítoris está lleno de tejido
esponjoso que se llena de sangre, poniéndose firme y erecto durante
la excitación sexual. Al igual que los hombres, las mujeres también
pueden tener erecciones.
En caso de dudas, tóquese
¿Para qué sirve el clítoris? Créelo o no, la única
función conocida del clítoris es proporcionar placer a
sus felices propietarias. Los expertos en sexo se refieren a él
como el centro de la excitación sexual en las mujeres. Tocar o
estimular todas esas terminaciones nerviosas durante los juegos sexuales
puede dar mucho placer. De hecho, la mayoría de los orgasmos se
producen debido a la estimulación del clítoris, no a la
estimulación vaginal.
Muchas mujeres dicen que, al momento del orgasmo, sienten olas de placer
irradiando a todo su cuerpo desde su clítoris. Esta sensación
bien puede deberse a la sangre acumulada en el clítoris durante
la excitación sexual, que drena rápidamente en el momento
del orgasmo, en sincronía con las contracciones musculares de
la vagina y de la pelvis.
Debido a que el clítoris es tan sensible, algunas mujeres no soportan
el contacto directo durante el juego erótico. La masturbación
puede ayudar a las jóvenes a descubrir qué tipo de estimulación,
vaginal o del clítoris, prefieren. Pues en cuestiones de placer,
como de aspecto físico, lo diferente es lo normal.
* Tomado
con autorización de teenwire.com |
CUIDADOS BÁSICOS PARA USUARIAS
Cierto tipo de pudor —mal entendido— puede provocar
descuido de la zona de la vulva y hacer pensar que las secreciones
vaginales y su aroma son anormales o, incluso, señal
de “suciedad”. Aquí algunos datos sobre
la manera de mantener sana y bien vigilada la vulva.
•
La lubricación vaginal es la manera en que el cuerpo
responde a la excitación y al deseo sexual, pero también
es común “mojarse” por la presencia de flujo
vaginal, ya sea que estés o no excitada. El flujo normal
suele ser espeso y blancuzco o ligero y transparente, según
el momento del ciclo menstrual.
•
Sentir picazón, enrojecimiento e irritación de
la vulva son bastante comunes y a menudo se pueden prevenir.
Los culpables más comunes se encuentran en el baño.
Al bañarte
no apliques jabones con fragancias en tu vulva, solamente usa
agua o un jabón muy suave.
•
Evita usar lociones, perfumes, tampones o toallas sanitarias,
rociadores femeninos, duchas vaginales y papel de inodoro
con fragancia.
•
Lo mejor es usar pantaletas de algodón. Puede parecer muy poco sexy, pero
tu vulva te dará las gracias. Las medias apretadas, trajes de baño
mojados y ropa para hacer ejercicio que quedan apretadas, de lycra o spandex,
también pueden irritar la vulva.
•
Puedes dejar de usar ropa interior por la noche para darle a tu vulva una oportunidad
de respirar.
|
|