De encontrarlos, más de 27 mil jóvenes intentarán convencerlos de que participen
Buscará el IFE un millón de funcionarios de casilla cuyo apellido paterno inicie con W
Para sorpresa de consejeros, funcionarios, representantes de los partidos políticos y legisladores, Rubí Gómez Osorio, capacitadora electoral de la junta distrital de Tlalpan, giró el cuerpo y levantó con sus manos un papelito con la W. Será esa la letra del alfabeto que guíe a un ejército integrado por 27 mil jóvenes para visitar a 7 millones de mexicanos cuyo apellido paterno comience con esa letra y, en caso de encontrar tantos, tratar de convencerlos de que integren un batallón de un millón de funcionarios de casillas.
Además, quienes sean funcionarios de casilla recibirán, contabilizarán y cuidarán, el próximo 2 de julio, 134 mil 373 urnas en toda la geografía mexicana.
Los mexicanos nacidos en enero cuyo apellido paterno comience con la W serán la base para seleccionar a casi un millón de funcionarios de casilla que ejercerán esa función en los comicios para elegir al Presidente de la República y a la totalidad de los legisladores de las cámaras de Diputados y Senadores.
El esfuerzo de los 27 mil 125 capacitadores, asistentes y supervisores será titánico, porque es minoritario el número de mexicanos cuyo apellido empieza con la letra W; la mayoría de ellos son descendientes de alemanes, japoneses, estadunidenses, primordialemente.
Por eso, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, los llamó "héroes anónimos".
El consejero Arturo Sánchez, presidente de la Comisión de Organización Electoral, destacó la importancia del trabajo de los capacitadores, asistentes y supervisores, quienes en los próximos 52 días visitarán a siete millones de mexicanos para invitarlos a participar en las mesas directivas de casilla, "con lo cual estos jóvenes se convertirán en héroes".
La consejera Teresa González, presidenta de la Comisión de Capacitación Electoral y Educación Cívica, indicó que la participación de los ciudadanos en la organización, desarrollo y vigilancia de las elecciones federales es uno de los rasgos democráticos del sistema electoral mexicano y ha sido pieza clave para garantizar la imparcialidad, la certeza y la legalidad de los resultados de los comicios.