Peces exóticos, plantas marinas y arrecifes de coral asombran a los expertos
Hallan paraíso subacuático en el Caribe pleno de nuevas especies
Tiene potencial de ser uno de los lugares más importantes para la salud de la región, explican
El banco de Saba, el mayor atolón de la cuenca del Atlántico y el tercero en tamaño de la Tierra
Ampliar la imagen Vista de la isla de Saba, captada desde las aguas sobre el atolón, durante la expedición Foto: Ap
Un paraíso subacuático, lleno de peces exóticos, plantas marinas y arrecifes de coral, fue descubierto por buzos profesionales que exploraban una montaña marina sumergida en el Caribe.
Más de 200 especies de peces -muchas nuevas para la ciencia- se han documentado durante una exploración de dos semanas del atolón de Saba, montaña marina coronada de corales, distante 256 kilómetros al sureste de Puerto Rico, en las Islas de Sotavento holandesas.
La diversidad de la vida marina ha asombrado a los científicos, que encontraron docenas de nuevos animales marinos, entre ellos dos tipos de gobio, y vastos lechos de algas cubiertos de plantas aún por bautizar. "Cada día que pasamos allá descubríamos nuevas especies", relató Michael Smith, director de la Iniciativa de Biodiversidad del Caribe, perteneciente a la organización no lucrativa Conservación Internacional. "Es una gran sorpresa. Esa tasa de descubrimientos es rara en el Caribe, por lo menos en aguas poco profundas, y eso que llevo 20 años haciendo estas investigaciones."
Antes de la expedición, sólo se habían documentado 35 especies de peces en la región; ahora esa cifra se ha multiplicado por seis. Los científicos han clasificado 12 nuevas especies de algas, pero creen que es un cálculo conservador y que el número final se acercará a las 20.
El banco de Saba es un clásico atolón de coral, consistente en una montaña sumergida coronada por un anillo de corales en crecimiento activo. Es el mayor atolón de la cuenca del Atlántico y el tercero en tamaño de la Tierra. Probablemente comenzó a formarse hace alrededor de medio millón de años, después de una erupción volcánica. El monte marino, de cumbre plana, se eleva unos 2 mil metros sobre el lecho marino, pero no llega a la superficie. Como no hay una isla asociada directamente al banco, jamás ha padecido los efectos directos de la habitación humana.
Las aguas poco profundas del banco de Saba abarcan una superficie total de 2 mil 193 kilómetros cuadrados y contienen vastos campos de coral que en su mayor parte han sobrevivido en condición prístina. Corrientes y vientos impredecibles han protegido el suelo marino, pero en años recientes se ha visto amenazado por los superbuques cisternas petroleros que lo utilizan como ancladero barato.
Amenazado por la pesca y el anclaje de buques
Hace 10 años, un informe del gobierno holandés advirtió que el ambiente único del banco de Saba podía verse degradado por la pesca comercial y el tráfico marítimo. "Varias actividades humanas podrían tener graves efectos sobre el banco y sus recursos. Las más prominentes son la pesca excesiva y el anclaje de buques", indicó.
"Otras graves amenazas potenciales a los recursos naturales del banco son el uso de dispersantes tras derrames de petróleo, el encallamiento y las colisiones de barcos", agregó.
Conservación Internacional señaló que, si bien el banco de Saba ha escapado a muchas de las amenazas típicas que plantean las islas habitadas, los supercisternas que pasan siguen amagando la naturaleza prístina del paraíso subacuático. "Un puerto de carga y descarga de petróleo en la vecina isla de San Eustacio causa significativo tránsito marítimo, inclusive de supercisternas, en la zona circundante del atolón sumergido", informó un vocero. "Los frágiles ecosistemas del banco son dañados por anclas y cadenas de navíos que buscan ahorrarse las tarifas de anclaje en aguas territoriales de San Eustacio."
El doctor Smith indicó que la reciente expedición dará a los habitantes de la cercana isla de Saba argumentos para demandar protección internacional del banco. "Tiene el potencial de ser uno de los lugares de verdadera importancia para la salud del Caribe, donde el coral puede ayudar a colonizar otros sitios de la región que han sufrido degradación", consideró.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya