Retraso o cancelación de 45 vuelos en la capital
Apagón paraliza casi tres horas operaciones aéreas
Miles de personas, varadas en el aeropuerto del DF
Una baja en la intensidad de la energía eléctrica que abastece los monitores de la torre de control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) provocó la suspensión de las operaciones aéreas durante dos horas 45 minutos.
De acuerdo con la comandancia del AICM, se habían visto afectados, hasta las 19:15 horas, 45 vuelos: 19 de llegada y 26 de salida, lo que ocasionó que un gran número de pasajeros se quedara estancado en las salas de última espera y en los pasillos donde familiares aguardaban el regreso de sus parientes.
El apagón tuvo lugar en punto de las 16:15 horas en todas las instalaciones del aeropuerto capitalino y no duró más de cinco segundos, suficientes para que en el Centro México (torre de control) la totalidad de los monitores que supervisan el transito aéreo quedaran sin servicio.
Los técnicos encargados de manejar esos delicados controles electrónicos dieron la voz de alarma y de inmediato la comandancia del aeropuerto, dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil, ordenó que los aterrizajes y despegues se suspendieran.
Entre los vuelos de salida afectados figuran los programados para Monterrey, Morelia, Puerto Vallarta, Los Angeles, San Luis Potosí, Madrid, Nueva York, Huatulco, Miami, Veracruz, Ciudad Juárez, Durango y Guadalajara. El de Varig con destino a Sao Paulo, Brasil, también fue cancelado.
En el caso de las llegadas, hasta las 18:55 horas se habían desviado a aeropuertos alternos siete vuelos: tres a Veracruz, dos a Morelia, uno a Tampico y otro a Monterrey. Venían provenientes de Ciudad Victoria, Oaxaca, Los Angeles, Guatemala, Mérida, Veracruz, San Luis Potosí, Monterrey, Cancún, Tapachula, París, Francfort y Amsterdam.
Las empresas afectadas por la baja de intensidad en la corriente eléctrica fueron Aeroméxico, Azteca, Mexicana, United Airlines, Lufthansa, KLM y Air France.
Una vez declarada la suspensión del servicio en las salidas de última espera había grupos compactos de personas que permanecían sentadas en butacas, en el suelo y acostadas en las alfombras, en tanto otras se paseaban sin saber a qué hora se reanudarían las operaciones.
Ni las aerolíneas ni las autoridades del aeropuerto capitalino daban informes por los magnavoces. Extraoficialmente se supo que el número de pasajeros afectados fue de 20 mil.