El mal, prácticamente erradicado en las explotaciones de países avanzados, señala experto
En AL, 37% de los mineros sufre silicosis
La OIT considera la actividad de alto riesgo y ha establecido medidas de protección
Ampliar la imagen El secretario del Trabajo, Francisco Salazar, acompañado del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y el presidente del Grupo México, Javier García de Quijano, anuncian el cierre de la mina, así como la suspensión del rescate de los 65 mineros, ayer Foto: Marco Peláez
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) cataloga a la minería como "una de las actividades más peligrosas". Se calcula que cada año mueren más de 15 mil mineros, aunque la cifra podría ser mayor. Aunado a esto, la minería los lleva a contraer y desarrollar enfermedades como las neumoconiosis, sordera, secuelas por las vibraciones e invalidez.
Por ello, la OIT estableció dos convenios a fin de regular y mejorar las condiciones de vida de los mineros en el mundo. El convenio 31 sobre las horas de trabajo, el cual fue adoptado en 1931, y el 176 sobre seguridad y salud en las minas, adoptado en 1995. No obstante, el organismo refiere que la competencia, el aumento de costos, la privatización y la restructuración hacen que las empresas mineras quieran reducir costos y aumentar la productividad, lo cual va en desmedro de las condiciones de trabajo del sector.
Según datos de la OIT, a escala global el sector minero emplea a más de 30 millones de trabajadores, y de éstos, unos 10 millones laboran en vetas de carbón. Calcula que otros 13 millones trabajan en lo que se denominan minas pequeñas, las cuales son prácticamente artesanales y en las que los accidentes son hasta siete veces más frecuentes que en las grandes galerías.
La OIT destaca que su preocupación por la seguridad y la salud de los mineros tal vez podrían parecer exageradas, para quienes jamás han estado en una mina y acota que en lo absoluto lo es, pues se trata de una actividad muy compleja y riesgosa.
Lo es no sólo porque se trabaja en un ambiente sin luz ni ventilación natural, sino porque los huecos que se abren en la tierra no deben generar una reacción en los estratos adyacentes y porque se labora en un ambiente plagado de gases tóxicos y explosivos.
Sobre esto, Jaime Ruda Gaxiola, catedrático e investigador de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, advirtió que cuando el gas grisú (compuesto por metano, nitrógeno, etano, bióxido y monóxido de carbono) tiene una concentración en la mina de más de 5 por ciento, cualquier chispa puede provocar una explosión.
El doctor en geología agregó que la cantidad de gases presentes en una mina de carbón depende de la cantidad y tipo del mismo, y señaló que en la cuenca de Sabinas, Coahuila, el carbón que se explota es de tipo bituminoso limpio, el cual contiene alrededor de 25 por ciento de materias volátiles, como el metano.
Pero no sólo las explosiones cobran la vida de los mineros, también lo va haciendo lentamente el polvo que aspiran. La OIT refiere que las neumoconiosis -mal respiratorio causado por la inhalación del polvo de carbón durante prolongados periodos, que genera dificultad respiratoria y tos crónica-, entre ellas la silicosis, causan "5 mil muertes por año".
Este mal, que prácticamente se ha erradicado entre los mineros de los países industrializados, en las naciones en desarrollo tiene a "10 millones" de trabajadores expuestos a él. En América Latina "37 por ciento de los mineros sufre de silicosis, y ese porcentaje se eleva a 50 por ciento entre los mineros mayores de 50 años".
El convenio 176 de la OIT sobre seguridad y salud establece que entre las responsabilidades del empleador está la de "adoptar todas las disposiciones necesarias para eliminar o reducir al mínimo los riesgos, asegurarse que las minas se diseñen dotándolas de equipos y un sistema de comunicación que garantice la explotación segura, asegurar un sistema de ventilación adecuado y garantizar la interrupción de las actividades y la evacuación de los trabajadores a un lugar seguro en caso de peligro grave", entre otros.
También habla de establecer una legislación nacional en la materia que permita tener procedimientos eficaces que "garanticen el ejercicio de los derechos de los trabajadores" y especificar "medidas de salvamento en minas".