Reitera el grupo independentista que apuesta al diálogo
Rechazan manifestantes en Madrid una eventual negociación con ETA
Ampliar la imagen El ex jefe del gobierno español José María Aznar y su esposa Ana Botella, entre los miles de participantes en la manifestación, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo Foto: Ap
Madrid, 25 de febrero. Miles de personas, convocadas por asociaciones de víctimas de ETA, se manifestaron el sábado en Madrid en protesta contra una eventual negociación del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero con la organización independentista armada vasca.
Se estima que unas 100 mil personas salieron a las calles provenientes de distintos puntos del país, entre quienes destacaban los líderes del opositor Partido Popular (PP), que apoyaron activamente la concentración al grito de "¡Zapatero, dimisión!" y "¡Asesinos!", ondeando miles de banderas españolas.
Convocados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la entidad de víctimas de ETA más antigua, con el apoyo del PP y la Iglesia católica española, sobresalieron durante la marcha pancartas con el lema "Por ellos, por todos. ¡En mi nombre, no!" y "Memoria, dignidad y justicia".
Destacaban el presidente del PP, Mariano Rajoy, el ex jefe del ejecutivo español José María Aznar y el ex ministro del Interior Angel Acebes, además de la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en medio de pancartas con fotografías de víctimas y atentados de ETA.
Hostil a toda negociación con ETA, la AVT exige, al igual que la oposición conservadora del PP, una "rectificación" de la política antiterrorista de Rodríguez Zapatero, que ha colocado la "pacificación" del País Vasco como prioridad de su mandato.
La Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid, dirigida por el PP, contó 1.4 millones de personas, mientras la delegación del gobierno en la capital estimó que había unos 110 mil manifestantes que desfilaron por el centro de la capital.
"Zapatero está tratando con los terroristas cuando hay cantidad de muertos sobre la mesa. No respeta la memoria de las víctimas", era uno de los argumentos entre los manifestantes. No obstante, había quienes opinaban que "si ETA abandonara las armas, podríamos hablar con ellos y ser generosos con los que no han cometido delitos de sangre".
El debate que divide a los españoles sobre la oportunidad de un proceso de paz se intensificó en febrero, desde que Zapatero evocó un posible "principio del fin" de ETA, que ha dejado más de 800 muertos desde 1968. El jefe del gobierno ha condicionado la apertura de un "diálogo" con la organización a un abandono definitivo de las armas, la cual, hasta el momento, se ha negado.
El antiguo jefe del gobierno socialista Felipe González (1982-96), quien ya había intentado una negociación con ETA, llamó el viernes a la unidad, y estimó que "la oposición tiene la obligación de apoyar al gobierno, inclusive cuando se equivoca".
ETA reiteró en un comunicado este sábado el derecho a la autodeterminación como "clave" para la solución del conflicto vasco. Aunque dijo apostar por el diálogo, el acuerdo y la negociación, se abstuvo de hablar sobre una tregua como reclama el gobierno.